Un año antes de salir por la puerta de atrás, Gaimmattei giró una orden abiertamente ilegal al entonces director del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), Stuard Rodríguez, y al ministro de Relaciones Exteriores, Mario Búcaro: denegar la renovación de pasaportes a exiliados, especialmente a los operadores de justicia.
Como el segundo párrafo del artículo 26 de la Constitución expresamente manda “que no podrá negársele a ningún guatemalteco el pasaporte u otros documentos de identificación”, Rodríguez y Búcaro acudieron a triquiñuelas.
Rodríguez instruyó al personal del IGM filtrar las solicitudes de renovación de pasaportes provenientes de los consulados. Así, al detectar arraigos y órdenes de captura los casos pasaban a un consejo asesor del director, el cual a su vez consultaba al yes máster, alias Ángel Pineda, el alfil del Pacto de Corruptos en el MP.
Para facilitarse la tarea sucia, Stuard Rodríguez compró (¿o hizo mal uso de la cooperación internacional?) un sistema biométrico que fue programado para bloquear las huellas dactilares de ciertos exiliados. Siguiendo el consejo de un acomplejado asesor jurídico de Stuart Rodríguez, el IGM se negó a dar explicaciones oficiales de las reiteradas ilegalidades arguyendo que los casos estaban “bajo reserva” por orden de juez.
Aunque algunos casos han sido resueltos de manera artesanal, a varios exiliados les siguen negando el pasaporte porque el equipo biométrico digital continúa bloqueado.
Solo sátrapas como los Ortega-Murillo de Nicaragua han regresado a las prácticas hitlerianas de despojo de la nacionalidad de los perseguidos con odio y saña. Y ahora vemos que por acá, caminando con calcetines, es decir, sin ruido, el Ogro y la Cabeza de Shinola les siguen las huellas. A ver si con los próximos cambios en las Cortes finalmente se determinan las responsabilidades de quienes han violado de manera continuada el artículo 26 de la Constitución.
La fiesta hace milagros en los diputados
Nery Abilio Ramos y Ramos, presidente del Congreso, tiró la casa por la ventana para celebrar sus 45 añitos y, de pasada, limar asperezas entre diputados de diferentes bancadas. Como suele ser en las fiestas de los jerarcas, hubo abundante comida y bebidas espirituosas, y música de lo más variada para los 90 comensales, según testigos.
En ese festivo y relajado ambiente departieron, destornillados de la risa, los enconados adversarios Samuel Pérez y Allan Pumba Rodríguez. Karina Paz, quien solo unos días antes se excusó de asistir a sus labores por hospitalización, se recuperó de forma casi milagrosa y hay quienes aseguran que no se despegó de la pista de baile.
Julio César Portillo, representante del distrito de Zacapa por el partido Cabal, también se restableció muy a tiempo para participar del bacanal. Recordemos que recién sufrió un accidente de tránsito en la capital en el que falleció un agente de la PNC. A Portillo, quien jura a pie juntillas que no toma una gota de alcohol, se le vio inclinar el codo en varias ocasiones.
En fin, un gozoso pleno fuera del Pleno en medio del receso Legislativo, mientras duermen el sueño de los justos iniciativas de ley urgentes.
Néster se levantó con el pie izquierdo
Néster Vásquez, presidente de la CC y abanderado del Pacto de Corruptos en la cruzada de captura continuada de las Cortes, fue el perdedor en la jornada de elección de comisionados de Salas de Apelaciones para integrar la postuladora para CSJ. Sus principales contrincantes, el exrector Estuardo Gálvez, y Roberto López Villatoro (plena encarnación del refrán “gallina que come huevo aunque le quemen el pico…”) le sacaron dos cabezas de ventaja.
Esta elección en la Corte de Salas es un termómetro sobre lealtades y expectativas de los magistrados, pues casi todos ellos llegaron al cargo como resultado de negociaciones bajo la mesa en el 2020, cuando los dos grandes repartidores eran Néster y Gálvez (Tenis King andaba casi nockout entonces). Los tres (que hacen dos bandos) se volverán a ver la cara en las inminentes elecciones comisionados del Colegio de Abogados. Néster ahora representa la fuerza más oscura ligada al golpismo y la criminalización que lidera Cabeza de Shinola. Gálvez y López Villatoro pueden jugar el rol de bisagra.
Por fin, ¿arranca la obra pública?
La parálisis en el gasto de inversión durante los primeros meses del nuevo gobierno tenía preocupados a tirios y troyanos. Unos, porque veían crecer el malestar de la población; otros, porque se congelaban los desembolsos programados. Finalmente hubo un acuerdo entre proveedores y autoridades. Los primeros recomendaron personal con experiencia en el área administrativa de las principales instituciones, y los otros proveyeron un formato de cumplimiento sin sobrecostos y calidad de las obras.
Las breves pero copiosas lluvias de los últimos días desnudaron la pésima calidad de la onerosa infraestructura que contrataron el Ogro y el Principito. El gobierno de la Primavera no solo tendrá que estar ojo al Cristo para que las malas prácticas no continúen, sino también se pondrá a prueba su capacidad de reaccionar ante los desastres.
Las sombras de la exministra gobiernan el Micivi
Dos semanas después de su tormentosa destitución, la exministra Jazmín de la Vega sigue mandando en la cartera. Lo hace a través de cuatro afiles que llegaron con ella como asesoras: la exdiputada del partido Lider, Lilian Elizabeth Donis; Marta Eugenia Reyes Archila, ex asesora de la diputada Eugenia Tabush Pascual (en la penúltima Legislatura); Silvia Lucrecia Rivas Amaya, ex funcionaria del Micivi, y Xiomara Corado Corado. Como mandamases de la cartera, las asesoras cobran entre Q22 mil y Q24 mil al mes, sin contar comisiones. ¿Y el nuevo ministro? Ni pío dice.
Preguntas sin respuesta
¿Quién es el diputado del Parlacen que quiso hacer su agosto con el culebrón del bloqueo comercial de la China Popular a Guatemala?
¿Por qué el ministro de Salud, Óscar Cordón, militarizó su despacho con tres exoficiales de alto rango con cara de pocos amigos y actitudes intimidatorias contra el personal civil?
¿Cuántas fueron las tarjetas de crédito con límite de Q250 mil que otorgaron las anteriores autoridades del CHN y que ahora nadie sabe a quienes se las entregaron ni bajo qué criterios? ¿Cuántas de estas tarjetas reportan mora? ¿Por qué las actuales autoridades del CHN no denuncian estas anomalías, aunque sea para que Cabeza de Shinola no se queje de que las actuales autoridades no le dan chance?
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