Corría octubre del 2019, semanas después de que el Ogro saliera electo presidente, cuando el principito Miguel empezó a buscar dónde invertir algunas de sus ganancias de campaña. No faltó quien le dijera que colocara un pelo de gato en Denver, Colorado, “que es seguro y da cashé”. El Principito depositó ahí 25 mil dolorosos y otros 25 mil poco antes de que se declarara la pandemia. La “Operación Denver” se llevó a cabo por medio de empresas en México en las que era socio Giorgio Bruni, entonces secretario privado del Ogro.
Como no hay consejo gratis los chaqueteros (familiares del diputado Aníbal Rojas) lograron favores y buenos negocios por parte de la pareja real. El propio diputado se encargó de colocar a media parentela en consulados en Estados Unidos, incluyendo el de Denver, a donde envió a la cuñada Moramay Godoy, esposa de Ever, su hermano.
Este Ever, a la vez, fungió como presta nombres de Miguelito, y hasta involucró a los hijos en negocios de alquiler de motos y otros servicios. Al poco tiempo ya presumía en Denver un Cadillac Escalade último modelo. El resto de la familia, además, fue dotada de pasaportes diplomáticos sin pertener al servicio exterior.
Mario, otro hermano del diputado Aníbal Rojas, fue nombrado ministro de Ambiente y Recursos Naturales, de donde salió del anonimato financiero. Esta historia viene ahora al caso pues la “Operación Denver” de 50k en depósitos provenientes de contribuciones ilícitas de campaña de una farmacéutica mexicana, es el hilo de donde la Task Force comenzó a jalar para llevarse próximamente al principesco de vacaciones obligadas a los dominios del Tío Sam.
La cónsul general en Dénver y su esposo, ambos consejeros financieros de Miguelito, llevan casi cinco años disfrutando las mieles. Eso sí, ese estilo de lentes Fendi aunque sean de mil dólares, son horrendos y de mal gusto.
La campaña de la “presidenta” Porras a tambor batiente
Como bien lo advirtió este noble Pelex hace más de un mes, el alcalde de Santa Catarina Pinula y presidente de la ANAM, Sebastián Siero, baila de cachetío con la fiscal Consuelo Porras, a quien los muchachos irreverentes insisten en el apodo Cabeza de shinola. Siero, ahijado político de Tatalapo Ortega convocó este jueves 23 a los alcaldes de la Costa Sur para reunirse con la fiscal. El pretexto fue informar sobre el trabajo de las fiscalías municipales; el motivo real lo expresó Siero, palabras más, palabras menos, así: Les solicito el apoyo incondicional a nuestra próxima presidenta de la República, que por cierto podría asumir, Dios mediante, antes de que el gallo cante tres veces.
Este es el lugar donde se llevó a cabo hace tres días la reunión de Consuelo Porras con los alcaldes de la Costa Sur, convocados por el presidente de la ANAM.
La génesis de la “red de trata” en el Micivi
La denuncia esta semana de la exministra Jazmín de la Vega tiene un telón de fondo.Todo empezó con Tamalón Benito cuando estuvo a cargo de la cartera (y las caletas) del Micivi. Su departamento de recursos humanos se especializó en reclutar mujeres jóvenes y bellas. Al inicio ellas trabajaban atenidas a sus capacidades de secretarias ejecutivas, contadoras y administradoras con estudios universitarios avanzados, pero con engaños Tamalón las llevaba con el Cómico sin gracia al área privada de Casa Presidencial y al hangar.
Como la coerción fue creciendo, varias renunciaron a su empleo, pero otras tantas se quedaron y participaban en fiestas con altos funcionarios públicos en los pent house de hoteles exclusivos. Los fines de semana las subían en los choper para llevarlas a las casas de descanso de la Presidencia en el Caribe y el Pacífico. En esos bacanales corría de todo, de todo.
Con el tiempo ya eran más de 30 edecanes y su fama se regó en ese submundo de altos funcionarios, diputados, jueces, magistrados, contratistas, abogados y miembros de juntas directivas de las portuarias y otras dependencias. La demanda incentivó a otros ministerios como el Mineco y el Mides, pero su red principal permaneció en el Micivi. Todo un negocio de explotación gerenteado por amigos y amigas que hacen el trabajo sucio de los ministros. En el desgobierno del Ogro la demanda de alto nivel disminuyó, pero el negocio tuvo otro atractivo: filmaciones clandestinas para el chantaje.
Ahora el chiste se cuenta solo, como se escucha acá:
Preguntas sin respuesta
¿Cuál es el nombre de la empresa de asesoría de Marco Libio Díaz Reyes, flamante superintendente de la SAT, a la cual remiten a los contribuyentes y, mediante no tan módico pago, resuelven hasta lo imposible al chilazo? Una pista para nuestros amables lectores: el nombre de la compañía empieza con “m” de manzana y termina con “e” de envenenada.
¿Qué están cocinando Tu Muni de Guate con los contratistas, enmarañando al Minfin y a nobles centros académicos, para buscarle un atajo ilegal a la Ley de Contrataciones? Espere las respuestas en próximas ediciones.
¿Será cierto que en las Comisarías de la PNC volvieron las asfixiantes cuotas y cobros ilegales como en los tiempos del impresentable Degenhart? Dicen que también la Dirección General de Tránsito está volviendo a las andadas.
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