¡Si usted es abogado o profesional colegiado al CANG y se considera honorable, sabrá que sólo hay una opción!

Mariana Rohrmoser     junio 18, 2024

Última actualización: junio 17, 2024 5:21 pm
Mariana Rohrmoser

Este viernes 21 de junio, serán las votaciones por parte de la Asamblea del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala -CANG- para elegir a los representantes de este cuerpo colegiado que integrarán las Comisiones de Postulación.

A modo de recordatorio o información para quienes no lo sepan, los electos deberán ser un número equivalente de representantes por dicha Asamblea General de este Colegio a los  representantes electos por los magistrados titulares de la Corte de Apelaciones y demás tribunales, según lo establecido por el artículo 215 de la Constitución Política de la República de Guatemala.

En la misma forma y con número equivalente se conformarán con representantes electos por los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, de conformidad con el artículo 217 de esta misma Constitución.  

Dichas Comisiones de Postulación también se integrarán con un representante de los Rectores de las Universidades del país, quien las presidirá, así como los Decanos de las Facultades de Derecho de cada una de estas mismas Universidades.

Todos ellos elegirán “supuestamente” a los mejores perfiles, de quienes se hayan postulado para ocupar los cargos de Magistrados a la Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones, para luego enviar las nóminas respectivas con los nombres de los candidatos  seleccionados por aquellos, al Congreso de la República, en donde finalmente se elegirán a las personas que ocuparán dichos cargos en definitiva.

Si leyó correctamente, puse la palabra «supuestamente» en negrilla, porque aquí es donde radica el tema trascendental de este proceso de elección y en donde siempre el mismo se ha estropeado, truncado y hasta ensuciado de múltiples formas por los azotes de las fuerzas voraces de quienes representan las mafias de este país.

Así es, ellos, con nombre y apellido han sido los responsables de obstruir la sana elección de personas idóneas para estos importantes cargos, poniendo al frente a sus operadores y achichincles, que responderán a sus intereses, dejando por detrás la ética y sustituyéndola por favores y grandes retribuciones que pulverizan la elección de esos mejores perfiles, para cobrar sentido esa bendita palabra: supuestamente.

Recordemos lo que ha ocurrido en pasadas elecciones, en los cuales se ha podido constatar, como un sistema que fue ideado para evitar la elección de estos funcionarios a dedo, se convirtió en la fórmula perfecta para entramparlo por parte de esos insulsos mañosos con suficiente ingenio y dinero hasta para fundar Universidades que tienen como única finalidad contar con decanos y rectores que sirvan para ser parte de estas Comisiones y elegir a sus  compinches.

Es por ello, que si usted es un licenciado de las ciencias jurídicas y sociales, abogado y notario, politólogo, internacionalista, criminólogo o sociólogo honesto y de principios sólidos, deseoso de luchar por un país libre de tanta corrupción e impunidad, usted está llamado a colaborar y brindar su apoyo y su voto a la opción que hoy se vislumbra como la única planilla independiente, con integrantes comprometidos con la verdad y la justicia para desempeñar un papel que haga la diferencia y seleccione a los mejores candidatos, sin el supuestamente y elijan a los perfiles realmente idóneos.

Luchar por ese sistema de justicia fuerte y verdaderamente independiente, es necesario y por eso mi recomendación sería votar por la planilla número 8, la cual desde mi perspectiva y conocimiento de muchos de sus integrantes, consta de profesionales que se han conducido con honradez y honorabilidad en nuestra comunidad y en el desempeño de sus profesiones.

Es hora de dar ese paso que nos permita cambiar el destino de las altas Cortes de este país, para provocar la llegada de profesionales idóneos, capaces y honorables, como lo dicta nuestra Carta Magna en su artículo 113.

La responsabilidad es de usted y de todos nosotros, los profesionales del derecho y los antes mencionados, dando ese soporte en beneficio de nuestra propia democracia,  permitiendo así enfrentar a las estructuras corruptas que han hecho de este país, su paraíso de impunidad.

Hemos sido testigos de la corrupción que impera en Guatemala y su débil sistema de justicia, en donde se ha tejido alrededor de ésta una eficiente ingobernabilidad sin precendentes, misma que es manipulada por las fuerzas obscuras, la cuales desde la supuesta «legalidad» actúan, ahogando a la legitimidad, para salir libres y campantes de toda culpa y consecuencias.

Muchos de los integrantes de esas corporaciones mafiosas que compran voluntades y pretenden seguir cooptando el sistema de justicia a su sabor y antojo, son los artífices de toda estrategia para corromper este sistema de elección de magistrados, por lo que le pregunto a usted, estimado lector: ¿es esto lo que realmente quiere la mayoría de guatemaltecos? ¿Cree usted, que la justicia no es de su incumbencia y que todo lo que sucede con ella está lejos de su interés y alcance?

Si usted opina así, está totalmente equivocado, por lo tanto, todo lo que ocurra en estos próximos meses con la elección de magistrados y jueces, podría tenerle más impacto en su vida, de lo que usted se imagina. Una simple demanda o denuncia de un trabajador que labore en su casa de habitación o bien si usted es víctima de un robo o desfalco en su empresa,  podría acercarlo a los Tribunales de «Justicia» y de pronto verse inmerso en ese mundo de inoperancias y corrupción, que hoy le parecen tan lejanas y poco importantes, pero que bajo una mínima acción legal en su contra, le podrían mantener más que preocupado, pudiéndose enfrentar a juzgadores incapaces y deshonestos.

Es por ello, que resulta más que importante el involucramiento de toda la ciudadanía y no sólo la de los profesionales que integrarán las Comisiones de Postulación, informándose, haciendo uso de su derecho a la veeduría y fiscalización.

No permitamos dar cabida a aquel dicho que reza: ¡Hecha la ley, hecha la trampa! Hoy más que nunca transformemos la historia y dejemos huella como ilustres ciudadanos, haciendo de este proceso uno de altura y profesionalismo, poniendo en evidencia, marginando y rechazando esas prácticas vergonzosas que utilizan las estructuras corruptas, a quienes les sobra el dinero mal habido y lo utilizan para comprar y no eligir personas, cuya participación en las cortes no será realmente impartir justicia. Analicemos las considerables diferencias entre quienes quieren realmente elegir perfiles idóneos o seleccionar personas que sólo saben de fiestas, despilfarro, de la burla a la verdadera preparación académica, del cochito asado y la poca seriedad en el ejercicio de la profesión.

Hagamos a un lado a estos deleznables personajes que solo denigran a la noble y respetable profesión en la judicatura, defendiendo la solidez e  independencia judicial con la solemnidad que se merecen las sagradas Cortes, como pilares de la democracia y el Estado de Derecho.

Guatemala hoy tiene una oportunidad ¡Ojalá no se desperdicie!

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