Como sabrá o se habrá dado cuenta, la columna no tiene un nombre en específico. Si tuviera uno, sería Meraki. Proviene del griego y, a su vez, del turco, y significa hacer algo con amor y con placer.
Escribo, pero no por placer. Porque, como sabrá, querido lector, si de mí dependiera, viviría en la Toscana o en Tánger y me olvidaría de todos y de todo.
No sé con exactitud si lo he aburrido a lo largo de este tiempo con reflexiones ambiguas y sin sentido. ¿No cree que son del todo tontas? Mejor haga algo: escríbame y cuénteme, ¿qué piensa de este texto? ¿Cree que lo he escrito con placer? Eso suena feo, olvide esto último. ¿Piensa que está hecho con amor?
Se dice que, en griego, meraki no solo significa una forma de hacer las cosas, sino una especie de ofrenda. Como cuando un panadero se levanta de madrugada y amasa el pan como si fuera la última vez que lo hará, o cuando un carpintero pule la madera hasta que brilla con el sudor de sus manos. Hacer algo con pasión es dejar un rastro de lo que uno realmente es.
Tal vez la gracia está en no explicarla demasiado, sino en cómo aplicar dicho concepto.
A veces, en la inmensidad de las pequeñas cosas es donde reside la verdadera esencia de la vida. Los “buenos días”, los “¿cómo estás?”, los “¿te sientes bien?”. Aunque a mí no me gustan los “buenos días” vergonzosos por los pasillos. ¿Qué más debo decir? Me bloqueo y me pongo rojo mientras cincuenta personas caminan a mi alrededor. Cada acción se vuelve un ritual, un acto de rebeldía contra la banalidad de lo cotidiano.
Así que, la próxima vez que se encuentre inmerso en cualquier tarea, querido lector, pregúntese: ¿estoy poniendo mi corazón en esto? Esa es la esencia de meraki. Y en ese pequeño cambio de perspectiva, quizás, solo quizás, descubramos una forma de vida más plena y genuina.
Algo así como el carpe diem, ¿no? O tal vez no del todo. Eso lo hablaré en otro texto, se lo prometo.
P. D.: Me han mencionado algo que se me ha pasado de volada. Lo invito a que me escriba y comente mis textos, pero simplemente no le especifico cómo. Le dejo por aquí un correo para que sea más fácil el contacto: [email protected]. Si le parece más fácil buscarme en Instagram o en alguna otra red social, hágalo, no me quejo.
Saludos, querido lector.
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