En unas elecciones se puede votar con la razón o con el enojo. Parece ser que en las últimas elecciones dadas en Estados Unidos ganó el lado irracional del electorado, abrumado por la realidad en que vive la mayoría en un país «enfermo» por la criminalidad, los opioides, las drogas, el alza de los suicidios. Trump se benefició de ese malestar. Estados Unidos está enfermo. La clase trabajadora requiere de atención y no solo de subir el salario por hora. Se le ignora por los políticos, como dijo Bernie Sanders.
Entender el voto a favor de Trump fue un voto de protesta contra la situación actual, la inflación, cuya causa ha sido la expansión del gasto público sea en defensa y en infraestructura por miles y miles de millones de dólares durante la administración Biden, que, si bien elevó el crecimiento económico, al mismo tiempo afectó el alza de precios. En adición, estuvo el beneficio que Trump obtuvo con los dos intentos de asesinato que le dieron «la protección de simpatía» de un conglmerado que vio esos hechos como un milagro, además que se supo que Irán había programado asesinarlo.
También está el alza continua de precios de los medicamentos, los más caros del mundo, y el odio popular contra las farmacéuticas por esa razón. Mientras Robert Kennedy que las ha criticado mucho por eso mismo, además de considerar a las vacunas como un negocio de esas empresas cuyas ganancias van más allá de las nubes. Kennedy así mismo vocaliza en contra el «deep state» y menciona que la CIA es la que dirige la política exterior guerrerista del país, que quiere mantener la guerra permanente en Ucrania contra Rusia mientras apoya a Netanyahu en la destrucción de Hamás y Hezbolá, considerados brazos armados de Irán.
Lo irracional ganó en favor de Trump con el miedo que ha sembrado en contra de los migrantes del sur, a pesar que han sido estos los que han sostenido la economía en diversos sectores y no solo en el plano rural. Ganó lo irracional, con las teorías conspirativas de todo tipo. Ganó lo irracional con los mensajes falsos o paparruchas enviados por Internet enviados por emisores rusos en favor de Trump. Lo cierto es que, al final de cuentas, sea por ignorancia o por rabia de sus electores, Estados Unidos tendrá el presidente irracional que se merece.
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