Nuestro país vecino México nos ha demostrado la manera en que se deben hacer las cosas. Luego de décadas luchando, una mujer asume el poder ejecutivo, indistintamente de su postura ideológica México le otorgo el espacio a las mujeres para que tomaran las riendas del país. “Es tiempo de mujeres” expresó la Dra Claudia Sheinbaum en su primer discurso como presidenta de los Estados Unidos Mexicanos.

Los tiempos están cambiando y cada vez más mujeres ocupan puestos de liderazgo, demostrando su talento y capacidad. Esto evidencia que no existen diferencias intrínsecas entre hombres y mujeres en cuanto a sus habilidades, es prudente reconocer que históricamente los hombres han tenido mayores oportunidades.

En Guatemala, la corrupción ha permeado todas las esferas de la vida pública, generando un profundo sentimiento de injusticia, no ha importado si es hombre o mujer, católico o evangélico, clase alta o media, varios personajes han sido consumidos por la corrupción. Es imperativo que tanto hombres como mujeres trabajemos en conjunto para erradicar este flagelo y construir una sociedad más transparente.

Guatemala, como muchos países de la región, ha enfrentado históricamente una cultura que ha limitado las oportunidades de las mujeres. Sin embargo, gracias a la lucha incansable de diversos sectores y mujeres líderes, se han logrado avances significativos en materia de igualdad de género. Cada día, mujeres guatemaltecas demuestran su capacidad y liderazgo en diversos ámbitos, desde la política hasta la economía y la sociedad civil.

La respetuosa invitación que brindó la Dra Sheinbaum en su primer discurso a todos los asistentes fue clara y concisa. Es importante destacar que debe mencionarse “Presidenta” con “A” al final, al igual que se dice “abogada”, “científica”, “soldada”, “bombera”, “doctora”, “maestra” e “ingeniera”, ya bien lo mencionaba ella; todo lo que se menciona existe. Es oportuno mencionar que el lenguaje ha sido históricamente un reflejo de prácticas machistas, excluyendo al género femenino de manera inadecuada, es necesario que en una sociedad en desarrollo todos seamos conscientes del poder del lenguaje y trabajemos juntos para erradicar el sexismo lingüístico. Utilizando un lenguaje inclusivo, contribuimos a construir una sociedad más justa y equitativa para todas y todos.

Nuestro aprendizaje es constante y una de las palabras que he incorporado a mi vocabulario es “igualdad sustantiva”. Esta se define como: “El acceso al mismo trato y oportunidades para el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales”. Es interesante observar cómo México ha realizado grandes avances en materia de igualdad entre hombres y mujeres, aprender este nuevo termino se lo atribuyo al gobierno mexicano, que en varias ocasiones hacen mención de dicha palabra. Mientras que en Guatemala, aún tenemos mucho camino por recorrer.

Uno de los logros más significativos del país vecino es la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, resultado de estos avances ahora México posee en su historia, a una mujer presidenta. Guatemala se encuentra en un momento crucial para implementar cambios positivos que beneficien a toda la población. Es momento de unir esfuerzos y generar ideas que promuevan el desarrollo, la inclusión y sobre todo, la igualdad.

Una de las deudas históricas de nuestro país es garantizar una vida digna para todas las personas, sin distinción alguna. En primera instancia debemos erradicar las prácticas machistas y patriarcales que han perpetuado la desigualdad, el día que Guatemala posea a su primera presidenta podremos notar que estamos avanzando en la dirección correcta, hacia el desarrollo que anhelamos. Aunque el camino sea largo, es fundamental mantener la lucha y seguir trabajando por una Guatemala más igualitaria en condiciones y oportunidades.