…Y sigo siendo el rey

...hay quien parece no haber entendido nunca ni siquiera qué es una agudeza, éste, para hacerse notar, por lo regular recurre al comentario vulgar, al gesto procaz, al insulto abusivo e inconveniente, a un aullido corriente, incorrecto y analfabeto...

Rogelio Salazar de León

febrero 16, 2025 - Actualizado febrero 15, 2025

¿Acaso, hay algún sujeto peor que aquel que sólo prefiere conjugar los verbos presionar, influir, intimidar, amedrentar, coaccionar, imponer, atemorizar…? A ver si, arrancando con esta simple cuestión, nos vamos entendiendo.

Si alguien habla sólo o casi sólo con descortesía, descaro y groserías, con insultos y cosas como esas es porque así piensa, es porque su mente es un depósito de rencor automático e inmediato, un mecanismo apalancado por la ruindad, un conjunto de ideas preconcebidas o prejuicios; sean las que sean sus motivaciones o sus impulsos, la reacción irá hacia la bajeza: si el equipaje es la ruindad, el portador es un sujeto ruin.

Así, para la gente normal, lo que salta a la vista es una muestra de lo que se lleva por dentro y, por eso mismo, conforme se está expuesto a la luz y a la vista pública, se destacan los atributos o los defectos, según sea el caso, las cargas positivas o negativas: así como los atributos se reflejan de una forma claramente virtuosa, así los defectos y las cargas negativas se revelan de una forma vergonzosamente obvia.

Además ¿a quién no le gusta compartir la alegría…? y, aunque algún actor o personaje prominente pueda ser digno de provocar sorna, burla o sarcasmo, puede que nunca haya dicho algo ingenioso o lúcido o remotamente gracioso ni una sola vez, lo cual se dice sin que sea retórico ni metafórico ni alegórico, se dice de manera estricta y literal: hay quien no ha tenido ni gota de gracia nunca ni una sola vez.

Es más, hay quien parece no haber entendido nunca ni siquiera qué es una agudeza, éste, para hacerse notar, por lo regular recurre al comentario vulgar, al gesto procaz, al insulto abusivo e inconveniente, a un aullido corriente, incorrecto y analfabeto; a quien es así nunca lo ha asistido la chispa y, a lo mejor nunca ha sentido el regocijo de la compañía de un alma afín, el júbilo real.

¿Qué se puede pensar de aquel al que nunca has visto compartir algo…?  Pues sencillo, que no hay en él algo para dar, ni una sola capa escondida por descubrir, nada subyacente, ni un solo matiz de profundidad, todo en él es superficial; no faltará aquel simplón que diga de alguien así que es bueno y conveniente porque es directo, pero, también hay otros que vemos a este sujeto como a alguien que carece completamente de alma o, para decirlo de forma más sencilla, que carece de vida íntima.

Ni siendo benévolo resulta fácil ponerse de su lado, no se puede decir que este individuo es como un niño consentido o como un Santa Claus barrigón o como un personaje de una obra de Moliere.

Hay unos insectos que para moverse se arrastran sobre su panza, ellos tienen un nombre horrible y repugnante: gusano… ¿hay algo peor que una gusano peludo y gordo arrastrándose sobre su propia panza…?

Desde siempre ha habido reglas sabidas, mas, no dichas sobre el decoro, el honor y la decencia primaria, y ese del que aquí se ha tratado las rompe todas: él goza con lo que a un caballero nunca se le ocurriría, con lo que un caballero nunca haría: él disfruta agrediendo al débil, es más, cada golpe que lanza busca darlo fuera de los reglamentos, rompiendo las reglas, su triunfo está hecho de golpes bajos; él siente bien patear a los vulnerables, a los de abajo que no tienen trabajo ni red protectora, a aquellos que no tienen voz ni voto.

Dios sabe que siempre ha habido imbéciles en el mundo y, también, que siempre ha habido malos, muchos imbéciles y muchos malos, pero no tantos que sean las dos cosas; hasta se puede pensar que, si el Dante de la Florencia medieval se decidiera a hacer un monstruo con todos los vicios humanos destinado a su escenario infernal, el resultado sería este que aquí se ido perfilando; lo penoso y, realmente, grave es que, llegado este punto, ese de quien se trata, lo más probable es que sea el presidente del país más poderoso del mundo, o bien, el hombre que por ahora es el más rico de todo el planeta, o bien, el presidente del que, según dicen algunos, es el mejor equipo de fútbol de la historia.

Hágame usted el favor…

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