Tecún Umán, de Roberto González Goyri en la zona 13. Foto: Carlos Alonzo
Cuando alguien le preguntaba a Roberto González Goyri (1924-2007) “¿cuál es su obra favorita?”, él invariablemente respondía: “La próxima que voy a hacer”. Así lo cuenta la segunda de sus diez hijos, Ana Carolina González, quien en la actualidad es presidenta de la Asociación González Goyri (Agogo). Y es que, el artista, de quien este 20 de noviembre se cumplen los 100 años de nacimiento, buscaba y encontraba, constantemente, maneras de trasladar la belleza por medio de pinturas, esculturas y murales.
El crítico de arte Guillermo Monsanto refiere que González Goyri “viene de una generación de genios, junto a Dagoberto Vásquez, Guillermo Grajeda Mena y Roberto Ossaye”. Añade que fue “muy creativo y sensible a las formas. Un artista con una delicadeza particular tanto en la escultura como en la pintura”. Señala que su generación se caracterizó por la síntesis de las formas. “Dejaban lo básico en cada pieza para que el ojo, la luz y la sombra hicieran el trabajo restante”, enfatiza. Esto se hace evidente en la obra pública del González Goyri.
Con motivo del centenario del artista se han realizado múltiples actividades, que han sido iniciativas de entidades públicas y privadas, y coordinadas por la Asociación González Goyri, que dirigen sus hijos y amigos cercanos. Estas acciones han incluido la presentación de dos libros, al menos tres exposiciones, foros y la recreación de algunas de sus obras. Sin embargo, gran parte de su legado se encuentra en las calles y espacios que están abiertos al público. Es cuestión de abrir bien los ojos para apreciarlo.
Murales en el Centro Cívico
Sin duda alguna, uno de los espacios públicos más relevantes en el país es el Centro Cívico en la zona 1. En el artículo La ciudad como promesa de futuro: El Centro Cívico. Los artistas hablan inextenso, de Rodrigo Fernández Ordóñez, publicado por la Universidad Francisco Marroquín, el autor cita a Jorge Montes, uno de los arquitectos de ese espacio, quien indicaba que “el germen conceptual del Centro Cívico surgió de las tertulias de café que unió en amistad a varios arquitectos y artistas a inicios de los años cincuenta”. Montes contaba, según lo referido por Fernández, que hizo amistad con Rodolfo Galeotti Torres, “quien le presentó posteriormente a toda una generación de brillantes artistas: Dagoberto Vásquez Castañeda, Guillermo Grajeda Mena, Roberto González Goyri y Roberto Ossaye. A la tertulia se unieron posteriormente, los ingenieros Efraín Recinos y Carlos Haeussler”.
Según Monsanto, “la idea de que los artistas jóvenes estuvieran en el centro cívico surgió de Carlos Mérida, quien acababa de tener un enorme problema con David Alfaro Siqueiros en México, porque no lo dejaron hacer los murales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por su nacionalidad guatemalteca. Entonces se unió a esta iniciativa en Guatemala a la que también se llamó a Vásquez Castañeda, Grajeda Mena, González Goyri y Recinos [para la intervención artística del Centro Cívico]”.
Monsanto añade que gracias a Dagoberto Vásquez se realizaron los murales en cemento con la técnica de formaletas vaciadas, ya que originalmente se había pensado en trabajarlos con una tecnología que requería una gran cantidad de cemento y que no existía en Guatemala. “Don Dago les dijo a los ingenieros que los murales fueran, a su vez, las paredes”. Siguiendo esa novedosa técnica, González Goyri aportó tres importantes obras en ese espacio público:
Nacionalidad guatemalteca
Ubicado en el exterior del edificio de las oficinas centrales del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), sobre la 7a avenida y 22 calle de la zona 1, es un mural en alto relieve que requirió de ocho meses para su elaboración. La obra tiene una dimensión total de de 38 x 3 metros. Fue inaugurada el 15 de septiembre de 1959 y en 2014 fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación. El mural fue restaurado en 2018.
Representa escenas de la historia guatemalteca: Revolución, Independencia, educación occidental, la llegada de los españoles y el catolicismo, además de El Paraíso precolombino y el Descubrimiento del maíz. Con motivo del centenario del artista, la Municipalidad de Guatemala realizó una reinterpretación de este mural en la 7a avenida, entre 13 calle A y 13 calle, zona 1.
Fachada poniente del Banco de Guatemala
En este mural, el artista dividió el espacio en tres partes, en las que abordó una temática precolombina. Monsanto indica que “es una composición libre basada en glifos mayas”. En el artículo Los murales del Banco de Guatemala, una visión estética de la nacionalidad, Sylvia Lanuza destaca: “Los murales de Vásquez y González Goyri, ubicados en las fachadas oriente y poniente respectivamente, se hicieron de concreto y se fundieron in situ… sobre la pared de ladrillo se fueron colocando los moldes de 1.22 metros de alto por 2.44 metros de largo y se iba realizando la fundición…”.
Lanuza cita una monografía de González Goyri, escrita por el investigador Haroldo Rodas, al decir que en esta obra en particular, «el artista hizo gala de su expresión abstraccionista, llegando incluso al “abstraccionismo absoluto” creando un sentido de movimiento a través de los efectos de luz y sombra”.
Mural del Crédito Hipotecario Nacional
Este trabajo se ubica en la fachada oriente del edificio, al lado del Banco de Guatemala. Fue realizado a principios de los años 1960. Está constituido por cinco paneles en los que el artista ilustró distintas actividades económicas como el trueque, la industria, el ahorro y la agricultura. Monsanto señala que este mural se encuentra en buenas condiciones, debido a que se encuentra un poco más resguardado de la polución.
Otras obras públicas
Edificio Roma y el mural que “renació”
En 1958, el maestro González Goyri realizó un mural en el edificio Roma, diseñado por el arquitecto Carlos Haeussler, en la 15 calle y 5a. avenida de la zona 1. Con el tiempo, el mural se deterioró y el propietario, en vez de buscar la manera de restaurarlo, decidió sustituir los mosaicos por azulejos blancos y celestes. “La Asociación González Goyri y la Municipalidad de Guatemala inmediatamente pusieron una denuncia y con base a las referencias que había, se volvió a ejecutar el mural de mosaico. Está en perfecto estado porque es un mural completamente nuevo, pero basado en la obra original”, expresa Monsanto. En el exterior de ese mismo edificio, se encuentra El Cazador, que es una escultura en hierro forjado.
Tecún Umán en la zona 13
Esta escultura, ubicada en la zona 13, es una de las obras más reconocidas del artista. Fue esculpida en cemento durante cuatro años e inaugurado en 1965. Mide 6.5 metros de alto. Monsanto indica que corresponde a un estereotipo del héroe. “Era para un lugar público y la idea en ese momento era exponerlo en un lugar muy visible y que tuviera conexión con el público que lo iba a ver”, añade Monsanto. En la actualidad, debido a la construcción de un paso a desnivel, ha perdido parte de su visibilidad.
Mural del IGA
El mural del IGA titulado El Águila y El Quetzal fue un diseño de González Goyri. En ese trabajo intervino Arturo Tala García, un escultor y carpintero que también trabajó con todos los maestros del Centro Cívico, según refiere Guillermo Monsanto. “Era maestro albañil, su especialidad era la talla en la piedra dura”, comenta Monsanto. Este mural se incluyó en el diseño del edificio que se inauguró en 1957. Fue fundido en concreto durante ocho meses.
En ambientes cerrados:
Murales en el edificio Ibiza
Recientemente se colocó una placa conmemorativa en un mural que el maestro González Goyri realizó en el Edificio Ibiza, ubicado en la 22 calle 4-35 zona 14, y que acaba de ser restaurado. Es una obra de 9.4 x 2.5 metros y se encuentra en el vestíbulo del edificio. Según comentó Carolina González, en ese mismo edificio, la familia descubrió la existencia de otra obra de su padre, que se encuentra en el respaldo de las gradas de emergencia.
La Religión en Guatemala, sus raíces Prehispánicas, Coloniales y Sincréticas Contemporáneas
Esta es una obra pictórica que se encuentra en el Museo de Arqueología y Etnología. “Son paneles gigantescos desmontables y en ella el artista utilizó una técnica parecida a la usada por Gálvez Suárez en el Palacio Nacional de la Cultura”, explica Monsanto. Está inspirado por la cultura precolombina. Refleja el sincretismo espiritual de muchos guatemaltecos. Hace referencia a textos del Popol Vuh, la conquista española y las manifestaciones religiosas actuales.
Homenaje a Jan Palach
Esta pieza pictórica se encuentra en el interior del Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida. Es un homenaje al joven checoslovaco que, en 1969, se inmoló como protesta luego de que las tropas del Pacto de Varsovia invadieran Checoslovaquia, acabando con el proceso democratizador llamado Primavera de Praga.
El legado elegido
Quienes quieran adentrarse en el conocimiento de más obras del Maestro González Goyri pueden visitar la exposición Vivo en la memoria, que se exhibe desde 2021 en el Centro de Innovación y Tecnología (CIT) de la Universidad del Valle de Guatemala.
En ese espacio, hay 50 piezas seleccionadas por el propio artista. Carolina González explica que entre estas obras hay algunas que obtuvieron importantes premios. Además, se encuentran piezas con significado muy especial para el Maestro, tales como los 14 cuadros originales con los que ilustró los poemas de Humberto Ak’abal, y algunas con las que rinde tributo a personalidades de las artes de otros países como Pablo Neruda y Frida Kahlo.
En la misma exposición, en la UVG, pueden verse varios bocetos de proyectos que no llegaron a realizarse. Entre ellos, el otro mural que se había proyectado para trabajarse en el IGSS, que ya tiene visto bueno, pero aún permanece a la espera de las decisiones que se tomen al interno de la institución para echarlo a andar.
Además, se encuentran dos bocetos que se iba a hacer en el antiguo Banco de Occidente, en el edificio que hoy ocupa el Banco Industrial en la séptima avenida de la zona 1.