Foto: Amnistía Internacional
Laparra, quien trabajó en la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) en Quetzaltenango, expresó su orgullo por su trayectoria y los logros alcanzados en la lucha contra el crimen organizado.
En su mensaje, mostró solidaridad con sus colegas, denunciando la persecución y el hostigamiento que muchos fiscales enfrentan por su dedicación y principios.
«La ciudadanía guatemalteca sufre hoy las consecuencias de una fiscal general que abandonó su deber de procurar justicia y ha convertido al MP en un instrumento de venganza al servicio de intereses corruptos y mezquinos», señaló Laparra en tono crítico hacia la actual administración del MP.
La fiscal subrayó que, a pesar de los esfuerzos por desmoralizarla, continuará su lucha por la justicia en otros ámbitos, respaldada por su familia y su red de apoyo.
“Termino un capítulo de mi vida como fiscal de carrera, con alegría y orgullo, a pesar de los reiterados esfuerzos de quebrarme y pisotearme por haber cumplido con mi deber. No lo han logrado, ni lo lograrán pues tengo a mi disposición armas que me han permitido derrotar a la muerte misma: mis hijas, mi familia y mis amistades más queridas”, afirmó.
La ahora exfiscal ha sido acusada de abuso de autoridad y prevaricato, delitos relacionados con la labor que desempeñó en el MP. Al igual que Laparra, otros fiscales han denunciado una campaña de persecución y hostigamiento en su contra.
Para este jueves, está programada la continuación del debate oral y público del segundo juicio contra Laparra, derivado de una denuncia presentada por Lesther Castellanos, un exjuez incluido en la Lista Engel, por supuestamente revelar información confidencial.
Laparra estuvo casi dos años en prisión en condiciones deplorables, las cuales denunciaron ella, sus abogadas y organizaciones internacionales. El 3 de enero de este año quedó en libertad luego de que se le otorgaron medidas sustitutivas.
