Por orden de la Sala Primera de la Corte de Apelaciones, se impidió el acceso a la prensa, justificando que el espacio era «muy pequeño» para permitir su ingreso.
Al finalizar la audiencia, González ofreció declaraciones a los medios, denunciando que el juez Bremer se ha «revictimizado» y manifestó sentirse intimidado, lo que a su juicio pone en duda su imparcialidad en el caso.
«Si el juez se siente intimidado, no tiene la capacidad para resolver de manera imparcial. Lo que corresponde es que él se excuse, no que suspenda audiencias y justifique que se siente amenazado», afirmó González.
Durante la audiencia, la Fiscalía argumentó que existen amenazas de muerte contra la querellante adhesiva y el juez, lo que justificaría la restricción a la prensa. Sin embargo, González sostuvo que estos señalamientos carecen de fundamento y su equipo de defensa ha sido objeto de ataques en el proceso.
La abogada expresó su expectativa de que los magistrados resuelvan pronto su solicitud y subrayó la falta de coherencia en los argumentos presentados en su contra. «Estoy pidiendo justicia, que se lleve a cabo la audiencia y que se acorten los plazos, pero en lugar de eso me atacan», concluyó.