Desde pequeños, suelen motivarnos a perseguir el éxito, a veces incluso de manera desmedida. “Seré doctor, seré abogado, seré ingeniero”, respondíamos ingenuamente a quien nos preguntara: ¿qué quieres ser cuando seas grande? Sin embargo, no es solo en nuestra infancia donde nos aferramos a esas ilusiones; lo mismo sucede en otros ámbitos, como aquel caso del falso abogado de la FECI que mencioné en un texto anterior. Aunque, siendo sinceros, si alguien me preguntara: ¿cuál es el trabajo de tus sueños?, respondería, sin dudarlo, que en mis sueños más dulces vivo en la Toscana… y trabajar ni siquiera cruza por mi mente.
En México, una abogada escuchó la famosa frase de Barbie y decidió adoptarla como propia. Ahora afirma que puede curar la depresión en menos de 8 días. No sé qué tipo de pacto satánico pueda tener para aliviar cualquier malestar mental. La verdad, me muero por visitarla y comprobarlo, pero no tengo depresión ni tristeza. Quizás ya me las curó sin darme cuenta. Según su página de internet, que aún sigue activa, Marilyn Cote es licenciada en Derecho y doctora en Medicina con especialización en Neurociencias, entre otros títulos. Incluso afirma haber conocido a Eros Ramazzotti. Vaya currículum.
El caso de la aclamada doctora méxico-”italiana”, Marilyn Cote ha sacudido sin duda al país vecino y ha puesto en evidencia varias fallas en el sistema de salud mexicano y en la regulación de profesiones. Cote, o Cout, o como sea que ella lo pronuncia, quien se hacía pasar por gran psiquiatra, fue al fin detenida por usurpación de profesiones y falsificación de documentos, tras haber recetado medicamentos controlados a pacientes sin tener la formación adecuada.
Ahora bien, si una abogada se atreve a recetar fluoxetina, ¿qué podría hacer yo, que ni de cerca soy experto en eso? Mejor receto citalopram a todo el mundo para “aumentar la serotonina”, aunque confieso que escuchar música relaja más. Pero lo que realmente resulta escalofriante no es solo eso, sino la facilidad con la que Cote pudo operar durante años sin ser detectada, lo cual refleja alarmantes fallas en el sistema que deben ser atendidas de inmediato. Pero esto no es solo un problema local.
En uno de sus audios, Cote afirma que “tiene autorización porque pertenece al servicio secreto”. No creo que tan secreto sea, ya que medio internet lo sabe y probablemente el FBI ya la haya dado de baja. Tal vez forme parte de algún servicio de ese tipo, pero de la Comisión de Investigación Alienígena – CIA.
El caso de esta “doctora”, quien también es amiga íntima de Laura Pausini, pone de manifiesto la importancia de la vigilancia y la responsabilidad en el ámbito de la salud, así como la necesidad de proteger a los pacientes de aquellos que buscan aprovecharse de su vulnerabilidad. Lo que comenzó como un fraude a pequeña escala ha trascendido a un debate internacional sobre la seguridad y la confianza en los profesionales de la salud.
¿Hasta qué punto estamos realmente seguros?
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