Ayer sábado 18 en la madrugada de Washington, D.C. falleció inesperadamente Francisco Villagrán de León. Sobresaliente diplomático, académico relevante y valioso consejero político. Un humanista, leal y solidario. Un demócrata de cepa, mesurado, reflexivo y decidido.
Hijo del exvicepresidente, el socialdemócrata Francisco Villagrán Kramer, otro de los grandes intelectuales, juristas y políticos de Guatemala, que floreció en plena Guerra Fría, una de las épocas más violentas e inseguras para quienes hacían política o simplemente se ocupaban de los asuntos públicos desde la academia, el trabajo o el arte.
Íntegro, Paco o Paquito, como le decían sus amigos entrañables, vivió con su familia en Washington durante las últimas dos décadas, donde fue profesor universitario y escribió uno de sus últimos y oportunos aportes, Soberanía y no intervención: orígenes y evolución (F&G Editores, 2021), prologado por Gert Rosenthal, otro gigante guatemalteco de la ética pública y la diplomacia.
Francisco Villagrán inició su carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores con el primer gobierno de la democracia, en 1986. Se desempeñó como vicecanciller y cumplió importantes misiones como embajador en Canadá, Noruega y Alemania; además, fue representante ante las Naciones Unidas en Nueva York y Ginebra, y en la OEA.
Fue cofundador del partido Movimiento Semilla y un militante fundamental en la defensa de la democracia y el respeto a la integridad del voto en las elecciones de 2023. En Washington, no había demócrata ni republicano que no le abriera la puerta de su despacho o le atendiese de inmediato la llamada. Con todas estas credenciales el presidente Bernardo Arévalo lo nombró Asesor y Enviado Especial en Estados Unidos. La comunidad de exiliados en Estados Unidos y en todos los países de la diáspora lamenta profundamente la partida prematura de Paquito. ePinvestiga también está de luto y rinde homenaje a uno de los gigantes de Guatemala y replica la frase de Isaac Newton del siglo XV: “Si he visto más lejos, es poniéndome sobre hombros de gigantes”.
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