De acuerdo al Observador de Conflictos Internacionales del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR por sus siglas en inglés) hay aproximadamente 25 conflictos a nivel internacional que van desde tensiones (Triángulo Norte y Venezuela), conflictos abiertos que nadie recuerda o desconoce porque no son mencionados en los medios masivos de noticias (Siria y Sudán) y los conflictos mediáticos (Ucrania, Franja de Gaza). Podríamos tratar todos dependiendo del nivel de gravedad o como lo hace el CFR, un tanque de pensamiento estadounidense, dependiendo de su impacto en los intereses estadounidenses (www.cfr.org/global-conflict-tracker).
Tomando lo anterior en cuenta podemos entender como la inestabilidad política de Guatemala, El Salvador y Honduras es considerada un conflicto internacional para el CFR debido a que presenta una amenaza “significante” para los Estados Unidos. De igual manera podemos entender como los conflictos más mediáticos de los últimos meses: la operación militar especial de Rusia en Ucrania, que hasta hace seis meses era el conflicto más mediático, fue desplazado por la guerra de Israel contra la organización terrorista Hamas, que es de importancia “crítica” para Estados Unidos debido a los 75 millardos de dólares en cooperación autorizados por la Ejecutivo y el Congreso de los Estados Unidos y que se encuentran en riesgo de perderse. En cambio el conflicto en la Franja de Gaza tiene una amenaza “significante” para Estados Unidos al igual que la inestabilidad política de los países que formamos el Triángulo Norte. El primero es más importante por ser el conflicto más mediático en la actualidad lo que es una decisión ejecutiva de la gerencia de los medios de comunicación y porque ha generado manifestaciones en universidades en Estados Unidos y que ha llevado a millones a poner una banderita palestina en sus redes sociales, muchos en sustitución de la de Ucrania, como si fuese el último grito de la moda.
Este es precisamente el gran problema, que los conflictos no son una moda y no se resuelven en redes sociales. Partiendo de la clasificación de estos por el CFR pasemos a cuáles son los intereses de la comunidad internacional u organizaciones regionales. ¿Qué acciones significativas toma la ONU con respecto a todos estos conflictos? La misma pregunta aplica a la Unión Europea y a la OEA porque no se trata de reunirse en cómodas oficinas en Nueva York, Bruselas o Washington D.C. a platicar sobre estos problemas y condenar a una o a todas las partes, se trata de resolver estos problemas lo que es una tarea que parece estar fuera del alcance de dichas organizaciones.
En términos de tragedia humanitaria que incluye muertes de civiles, heridos, desplazados, refugiados y denuncias de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, la guerra civil en Sudán, iniciada en abril del año pasado va en una espiral de violencia que superará, de acuerdo al Comisionado Asistente para Refugiados en el país, la Guerra de Darfur del 2003 y el genocidio de Ruanda (www.dabangasudan.org/en/all-news/article). La guerra civil en Siria lleva 13 años y también va de mal en peor. No se trata de clasificar conflictos pero si de resolverlos antes que los medios decidan si pasan de moda o no.
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