Ante el declive moral y una economía poco inclusiva que se observa en Estados Unidos, donde el electorado recién votó de manera irracional a favor de una plataforma irracional, ahora resulta que la guía moral para el mundo viene ahora de Japón, China, Corea del Sur, Singapur…, pues occidente en su conjunto ha entrado en una fase de lento declive relativo. América Latina cada vez une filas con el Lejano Oriente, como se observó en la cumbre de APEC que se celebró en Perú en noviembre.
Nuestros políticos en el poder en Mesoamérica deben diseñar con las élites del empresariado, la academia y directivos de sindicatos de peso, un proyecto de sociedad pragmático parecido al nipón, que sea duro con la corrupción y articule un Ejecutivo fuerte, que se oriente al crecimiento económico, a la inclusión social, a la seguridad de sus habitantes y responda a los desafíos bélicos y ambientales para ser parte responsable en este mundo conflictivo, donde el Derecho Internacional parece que ha muerto pues es violado por las grandes potencias al prevalecer la fuerza.
Japón mantiene siempre vivos sus valores de armonía, respeto mutuo, en especial hacia los adultos mayores. Su gente practica el consenso entre los grupos para tomar decisiones en la empresa y la política. La limpieza es clave y cada quien es responsable de su basura. No hay por ello basureros en la calle, donde nadie come ni bebe por ello mismo, y en casa se reúne la propia y es recogida por la comuna. Donde hay limpieza hay belleza. Se cambian los zapatos por pantuflas al entrar en casa por ello mismo. El valor de la modestia se practica desde hace siglos y es parte del pensamiento de Buda. Y la cortesía por igual se evidencia al saludar con una venia para romper cualquier fricción. También se enseña a los niños a pensar en los otros y a respetarlos. También se les enseña a cocinar en la escuela. El valor del esfuerzo es bien visto así como el de perseverar. La educación enseña a los alumnos a ser independientes, responsables, creativos y trabajar con determinación. Su cultura mantiene una conexión fuerte con la naturaleza como se ritualiza en la ceremonia del té. También al decidir no cortar ningún árbol y traer de afuera la madera que se requiere en el país. Es parte de la filosofía Shinto, la religión propia del país. La imagen de las “mangas” o caricaturas violentas o sexualizadas representan una realidad falseada la realidad nipona mucho más decente en un país donde no circulan las drogas como en occidente.
Japón transformó en negocio industrial limpiar la polución ambiental y sus ciudades quedaron libres de smog. Cada región tiene su dialecto, su cocina, artesanías y espectáculos, todos cubiertos por el pensamiento de Buda. Esos valores son parte de la genética del pueblo japonés, país que está entre los que menos tienen homicidios en el mundo. Hay tanto que aprender de este país ejemplar donde puse en práctica la cultura del onsen para diluir mis pensamientos con el agua calentada por la lava interior del bello volcán Fuji, tan sagrado como nuestro volcán de Agua.Entretanto, China, Estados Unidos y Japón llevaron las voz cantante en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrado en Perú, este noviembre. Joe Biden mantuvo en Lima una reunión con el mandatario chino, Xi Jinping donde hicieron un balance para superar las tensiones comerciales y políticas, mientras ocho mil delegados privados facilitaban negocios privados y públicos. Los 16 países representados poseen más del 62% del PIB global, la mitad del comercio internacional de bienes y servicios y el 38% de la población mundial. El primer ministro nipón, Ishiba, luego de participar en APEC viajó a la reunión del G20 en Brasil como lo hicieron sus colegas Xi, Biden. Para ser claros, eso no lo hará Trump a futuro por su postura aislacionista en un país que paga más por el pago de intereses de su deuda que por el presupuesto de defensa, que ha hecho caer a los imperios del pasado, mientras la gente no cree más en su Congreso y que muere drogada por opioides y fentanilo más que por el Covid, para no hablar del aumento de los suicidios desesperados. Estados Unidos es un país enfermo, como lo estuvo la Unión Soviética consumido por su adicción elevada al alcohol en sus últimas décadas. Japón y China están muy sanos. China no quiere ser un enemigo inventado por Estados Unidos que pone su flota cerca de las playas chinas. China nunca pondrá sus barcos cerca de California o Florida. Trump deberá mostrar que su país no es distópico y quiere en verdad un mundo sin guerras y ayude a pararlas si quiere mermar la influencia oriental en el mundo.
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