La prevaricación en su significado etimológico deriva del verbo latino prevaricare que quiere decir desviarse del camino recto o caminar torcido; el prevaricato como tipo penal se refiere a la manifestación injusta o contraria a la ley, proferida por un servidor público en ejercicio de sus funciones y abusando de su autoridad. Esta actuación es reprochable no solo desde el punto de vista penal sino también ético-profesional, que adquiere un papel fundamental en las decisiones tomadas por el servidor público. Desde hace un año la ciudadanía guatemalteca se mantiene atenta y se ha manifestado firme en contra de los intentos de golpe blando orquestados por el Pacto de Corruptos contra el presidente Bernardo Arévalo para que no asumiera la presidencia. Esaa pugna contra la democracia no sólo ha involucrado al MP sino a la mayoría del Congreso, a los magistrados, a grandes empresarios, todos ellos involucrados con el mundo oscuro, según ha confirmado la comunidad internacional y varios entes de Derechos Humanos, como la Comisión Interamericana de Derechos, pues estos magistrados y fiscales han abusado del uso del Derecho Penal para subvertir el orden Constitucional luego de visitar Guatemala para averiguar in loco el estado golpista del MP que, con la CC, ha concentrado el poder de los oscuros al punto que la protesta popular ha motivado tantas manifestaciones “levantamientos” en los pueblos indígenas en defensa de la democracia y la voluntad popular.
Según Plaza Mayor el MP junto con sus jueces y magistrados ha liberado a tantos corruptos como si esa hubiera sido su función y no mantener los procesos judiciales, al punto que ha liberado a la mayoría de grandes corruptos que el Mariscal está casi vacío y solo ha quedado entre ellos el prisionero político José Rubén Zamora pese a que su proceso quedó en el limbo por falta de pruebas.
En la conferencia que dio el achichincle del MP esta semana en tono desafiante como lo ha hecho antes contra el Secretario de la OEA, ahora lo hizo contra nuestro presidente, donde de nuevo expuso su mediocridad como fiscal y como político díscolo defensor de los oscuros, delito por el cual debería ser enjuiciado por prevaricato y por arrogarse funciones políticas que no les corresponden. Ahora tienen órdenes para concentrarse en fustigar al presidente Arévalo en lugar de estar trabajando en contra de la corrupción como bien le preparó la SAT los cuatrocientos expedientes. Es una cortina de humo armar un sonado caso más contra el presidente Arévalo precisamente como un distractor adicional, para que la gente se olvide de los más de cuatrocientos casos presentados por la SAT en contra del abogado cercano al obsceno Miguel Martínez, pareja de Giammattei, que se volvió de la noche a la mañana ultra millonario con fondos del pueblo soberano que el MP no quiere investigar, además de los cientos de casos más que involucran también al gobierno y al mismo Jimmy Morales, que el MP sigue guardando en sus gavetas.
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