La independencia judicial es uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia. En un sistema donde la justicia debe ser imparcial y equitativa, los magistrados y magistradas tienen la responsabilidad ineludible de garantizar que su labor se ejerza sin influencias externas y sin ceder a los intereses espurios de aquellos que, pudieron haber influido en su elección.

Esta columna está dirigida a ustedes, magistrados y magistradas, para recordarles la importancia de su papel en la salvaguarda de los principios de justicia y la necesidad de actuar con integridad, siempre al servicio de la población.

Escribo estas líneas para exigirles que deben actuar sin presiones ni influencias externas, ya sean políticas, económicas o de cualquier otra índole. Que no olviden que deben garantizar que las decisiones judiciales que asuman se basen en el derecho y no en intereses particulares. Que realmente sean independientes, que sus resoluciones sean emitidas de manera justa y equitativa. Además, protejan a quienes se encuentran en situaciones vulnerables. También les exijo que la imparcialidad guíe su actuar. Que evalúen cada caso sin prejuicios ni favoritismos, y que las partes involucradas reciban un trato justo.

Como magistrados y magistradas, les exijo que se mantengan al margen de los intereses políticos o personales que seguramente pretenderán influir en sus decisiones. Que no ignoren el contexto social y político en el que se desenvuelven y nos encontramos actualmente, que reconozcan que hay un uso abusivo del derecho penal para criminalizar a voces disidentes, que recuerden que su deber es con la justicia y la población, no con los intereses de aquellos que los eligieron ni de quienes están detrás de estos. La justicia debe ser la que guíe sus acciones, no un instrumento al servicio de agendas políticas.

Exijo a ustedes que tengan “integridad”, ética, honorabilidad y se comprometan a tomar decisiones basadas en la ley y en la equidad, sin dejarse llevar por las corrientes de poder que buscarán influir en su labor.

Exijo de ustedes un compromiso con la población y con quienes buscamos justicia, porque cada decisión que tomen tendrá un impacto profundo en la vida de las personas y en la sociedad en su conjunto. Por lo que es esencial que actúen con responsabilidad y sensibilidad hacia las necesidades y derechos humanos de quienes acuden al sistema judicial.

La justicia no debe ser un privilegio de unos pocos, sino un derecho fundamental que las personas guatemaltecas debemos poder ejercer.

#CortesNoMafias