En un mundo donde la competencia geopolítica se intensifica, ser un aliado confiable de EE.UU. no solo garantiza el respaldo de la principal potencia del mundo, sino también abre oportunidades para el desarrollo y la estabilidad interna. Guatemala tiene el potencial de liderar en Centroamérica como un ejemplo de colaboración efectiva en diversas áreas de interes de la nueva administración, especialmente en temas de seguridad regional. El papel de Guatemala se torna crucial al analizar las prioridades de la nueva administración: frenar la penetración china, cubana y rusa en la región, reducir la migración ilegal hacia Estados Unidos, combatir el narcotráfico y enfrentar al crimen organizado. Si bien cada país desde México hasta Nicaragua tiene una relevancia geoestratégica, Guatemala cuenta con ventajas únicas que podrían posicionarla como un aliado clave para la estrategia de defensa hemisférica de Trump.
Guatemala, situada a las puertas del bloque económico de Norteamérica (el T-MEC) es el puente entre Norte y Centroamérica. Esta posición permite un control estratégico sobre rutas terrestres y marítimas utilizadas por redes de narcotráfico y migración ilegal. Además, Guatemala país ha mostrado una mayor disposición a cooperar con Estados Unidos en comparación con naciones vecinas como Honduras o Nicaragua. Mientras que Honduras ha planteado amenazas de suspender su cooperación militar y Nicaragua se ha alineado abiertamente con Rusia y China, Guatemala ha fortalecido su colaboración con Washington en áreas clave.
En términos de influencia extranjera, Guatemala también se diferencia del resto de Centroamérica. A diferencia de El Salvador, que ha recibido inversiones significativas de China tras romper lazos con Taiwán, Guatemala ha mantenido su relación diplomática con Taipéi, alineándose con los intereses de Estados Unidos en la contención de la influencia china en la región. La postura de Nicaragua, aliada de Rusia y Cuba, representa un desafío directo a los objetivos de seguridad hemisférica de Estados Unidos. En contraste, Guatemala tiene la oportunidad de posicionarse como un baluarte en la lucha contra estas influencias, especialmente si demuestra ser un aliado confiable para frenar la injerencia de estas potencias extranjeras.
En el tema migratorio, Guatemala también puede desempeñar un rol destacado. Aunque la migración guatemalteca hacia Estados Unidos sigue siendo significativa, el gobierno puede jugar un papel crítico en la contención de caravanas migrantes y en puesta en funcionamiento de programas que incentiven a los migrantes a permanecer en sus comunidades de origen. Acuerdos como el de Tercer País Seguro muestran un compromiso que puede ser reforzado bajo la administración Trump.
La estrategia de Estados Unidos para la región también enfatiza la necesidad de modernizar la infraestructura logística y promover el desarrollo económico. Guatemala, goza de una posición geográfica esencial, con infraestructura portuaria en ambos oceános; rutas terrestres que interconectan el Pácifico y el Atlántico y la frontera sur del T-MEC con Belice, Honduras y El Salvador. Activos estratégicos que debidamente modernizados y adosados para las necesidades de conectividad y relocalización de la inversión, podría consolidar a Guatemala como un eje clave en las cadenas de suministro globales y en la estrategia de seguridad de EE.UU. Iniciativas que no solo promoverían el desarrollo económico local, sino que también reforzarían la seguridad hemisférica al reducir los costos logísticos y mejorar el control sobre rutas críticas para el comercio y la seguridad.
La clave para Guatemala radica en aprovechar esta coyuntura para consolidarse como un socio confiable. Esto requiere no solo cumplir con los compromisos adquiridos, sino también adelantarse a los intereses de la administración estadounidense en la región. Mientras México ocupa una posición innegablemente estratégica, Guatemala puede destacarse como el país que mejor entiende la importancia de una alianza sólida y que está dispuesto a trabajar en conjunto para fortalecer la seguridad hemisférica.
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