El pacto de corruptos (pdc) de Guatemala ha venido “trabajando” sin pausa en varios factores de apoyo a su conspiración golpista, además de vanagloriarse públicamente, en las últimas dos semanas, de varias “victorias” parciales en ese proceso. Celebró, por ejemplo, el amparo anticipado que la Korte de Konstitucionalidad (la KK) le concedió a la Comosiama, en prevención de posibles abusos futuros del Presidente Arévalo contra “la heroica” doña Cony (¡!), tragicomedia perpetrada antes de la alocución pública del mandatario del pasado domingo 5 de mayo y ratificada unos días después, como diciendo “para que no quede duda de qué queremos quienes aquí de veras mandamos”.
También hizo el pdc gran alharaca de una carta que un grupo de diputados republicanos de la Cámara Baja del Congreso de los EEUU le dirigió al Secretario de Estado, Anthony Blinken y a la Directora de la AID, Samantha Power, dizque “regañándolos” por intervenir en la política interna de Guatemala. Los 11 congresistas (de los 435 que integran la Cámara baja o “House of Representatives”) que firman la carta, y fuera quizá de un par de despistados, están extraídos del seno de los círculos trompistas más recalcitrantes, los que también son golpistas frustrados -sólo que del Norte- que llevan años gritando que “Biden hizo fraude”, que “Trump ganó” y que los que llegaron el 6 de enero de 2020 a querer colgar a Mike Pence del pezcuezo en el Capitolio, eran o “pacíficos ciudadanos” o “¡inocentes turistas!”. La tan cacareada misiva parece ser una vendetta en el terco tiquis-miquis que mantienen los trompistas con todos los no recalcitrantes. Así, parece responder a otra carta similar, pero contraria, que envió un grupo bi-partisano de 17 diputados de la misma Cámara, el pasado 26 de diciembre, pidiéndole a Blinken que ejerciera toda la presión del caso, para que las maniobras golpistas de la Comosiama -entonces empeñada en impedir la transmisión del mando presidencial guatemalteco- no tuvieran éxito. En la carta de diciembre del año pasado, se pedía a la administración norteña ponerse del lado de la voluntad del pueblo de Guatemala expresada en las urnas, oponiéndose al “golpe de Estado”; mientras que en la carta que ahora tiene feliz al pdc, se pide veladamente que “cesen las presiones” sobre los políticos chapines conservadores… Es un acto de solidaridad de los golpistas norteños hacia sus homólogos de este país, el mismo al que “su máximo líder”, Donald Trump, ha llamado públicamente “un hoyo de mierda”. Y para terminar de relatar sus más notorias celebraciones recientes, hay que hacer notar que los del pdc también cantaron “charanga-changa”, cuando los diputados acomodaticios o nagüilones que ya empiezan a develarse, hicieron posible “entrar a receso legislativo” antes de siquiera acusar recibo oficial de la ingenua y estéril iniciativa presidencial para reformar la LOMP, y así, dizque “lavarse las manos” como Pilatos y “dejar al tiempo” las incómodas definiciones que el pueblo espera en relación a la lucha real contra la corrupción…
Los preparativos golpistas
Ensoberbecidos por los resultados de estas tempranas escaramuzas, los golpistas continúan alimentando de manera cada vez más descarada “el caldo de cultivo” para que su golpe se materialice; ya sea defenestrando al Presidente en el Congreso con pretextos “legales” espurios, o si aquello falla, con una acción de fuerza militar del tipo de “salvarnos del comunismo”. No lo han podido hacer realidad hasta ahora, porque pese a que quieran tapar el sol con un dedo, el Presidente Arévalo aún tiene amplio respaldo popular. Erosionado y erosionándose por falta de avance real en su promesa básica de luchar contra la corrupción, es cierto; pero aún existente en proporción mayoritaria. De manera crucial, además, se han topado con una nueva cultura institucional en el Ejército; legado, entre otros factores, del recordado General Gramajo. Esta nueva cultura institucional predispone a la oficialidad en contra de las aventuras golpistas y a favor de la defensa de la Constitución, lo cual les hace posicionarse naturalmente del lado de la autoridad legítima, pese a los malos ejemplos que puedan ver en algunos oficiales específicos. Topa también el pdc con el largo brazo del Tío Sam, que de conformidad con una política bipartisana mayoritaria en los EEUU, se proyecta sobre nuestras instituciones, Ejército incluido, con el claro mensaje de que a la corrupción hay que combatirla y de que un golpe militar no sería ni bien visto, ni, menos, apoyado…
Consiguientemente, el pdc está “trabajando” tres frentes, a la expectativa de que se presente el momento oportuno. Para empezar, no descansa en su afán de “encontrar el pelo en la sopa” en todo lo que haga el gobierno, mientras simultáneamente le pone zancadilla. Sea el nombramiento de gobernadores u otros funcionarios, la preparación de denuncias contra la corrupción o un voto en la ONU, todo es acre y sistemáticamente criticado -con o sin razón- por sus cajas de resonancia mercenarias, como ejemplo de “generalizada” incapacidad, indolencia, “izquierdismo” y contradictoria ¡nueva corrupción! (“…son lo mismo que critican”). La idea es seguir erosionando la popularidad del nuevo gobierno, para que a la hora de la verdad, cuando el gobierno se sienta ya realmente acosado, no encuentre apoyo en las calles. Lamentablemente, al no romper el nudo gordiano que impide resultados reales en la lucha contra la corrupción, la popularidad del gobierno, efectivamente, se erosiona entre sus simpatizantes naturales. Simultáneamente, además, hay una permanente campaña focalizada para pintar a Arévalo ante nuestra asustadiza clase media -nunca entusiasta con “los semilleros”- como seudo “comunista” y solapado propulsor de “la destrucción de la familia”; esa, dizque tan bien “protegida” por nuestro anterior e hipócritamente homosexual presidente, ese que nos declaró “capital pro-vida”, en consonancia con su supuesto “espíritu cristiano” y con los dizque “valores familiares tradicionales” del pdc. Más peligroso aún, no obstante, es su siembra de cizaña al interior de la institución armada, en donde últimamente el pdc dice encontrar “malestar institucional”. Expresado éste, por ejemplo, en una acción legal de “un oficial en activo”, en contra de los ascensos hechos por el actual gobierno; auxiliado, “casualmente”, por abogados vinculados a la llamada por el pueblo “Fundaterror”. Acto, en sí, por cierto, que en cualquier Ejército profesional del mundo se consideraría una grave insubordinación. Para ponerle la tapa al pomo, el pdc mantiene -a través de cabilderos a sueldo como un ex Embajador chapín amigo de los “pastores políticos” y de oscuros personajes trompistas- activos vasos comunicantes que le permitan propiciar un rápido cambio de signo en la política exterior de EEUU hacia Guatemala, en cuanto la por el pdc esperada elección de Trump -sobre la cual vienen salivando sus parciales desde hace meses- se materialice, según ellos, en noviembre de este mismo año. Todo esto, obvio, cuesta pisto, pero eso no es problema: no sólo cuentan con los agradecidos dueños de innumerables caletas protegidas de facto por el corrupto régimen que se resiste a morir, sino también con el patrocinio de una minoría de la élite empresarial, pequeña en número, pero de grueso patrimonio, que evidentemente tiene más pisto y prejuicios, que seso…
Mientras tanto, a todo vapor, los del pdc sacan del bote a cuanto corrupto puedan (Sinibaldi, Benito, etc.); mantienen fuera de investigación a notorios sospechosos del gobierno pasado (Timo Chenko y Miguelito, los más obvios); y obstaculizan la defensa de aquellos a quienes el MP tiene hostigados por su combate a la corrupción -desde José Rubén Zamora y otros periodistas, hasta decenas de abogados, fiscales y jueces probos, unos sometidos a proceso y otros en el exilio, pasando por quienes se opusieron al grotesco fraude electoral en la USAC. La idea es hacerse de más aliados con pisto y desmotivar y descorazonar a los genuinos opositores del régimen anciano, que son el 70% del electorado. Crear la ilusión de que el pdc -aunque sea muy minoritario- es “invencible” y que inevitablemente, sus operadores e incondicionales, volverán a tomar TODAS las riendas del poder. Que pronto se darán las condiciones que esperan para asestar el golpe definitivo, para el cual se alistan… En resumen, mientras más tiempo pasa, el pdc se envalentona y se ensoberbece más y el nuevo gobierno se desgasta y se vuelve más vulnerable…
El curso legal a seguir
En ese contexto, cuesta entender por qué el Presidente no ejerce sus facultades constitucionales antes de que sea demasiado tarde; destituyendo sin más -por su alto valor simbólico y por su efecto real en el combate a la corrupción- a la Fiscal General y asestando así el contragolpe preventivo -y perfectamente legal- que las circunstancias ameritan. La Constitución Política de la República de Guatemala (CPRG) es clara: (i) dice que el Presidente sí puede destituir a la Fiscal (Artículo 251); (ii) que ninguna ley ordinaria, ni la KK, pueden disminuir, restringir o tergiversar esa facultad (Artículo 44); y (iii) que el Presidente no está obligado a acatar a la KK cuando ésta emita sentencias o disposiciones que contravengan la Ley fundamental (Artículo 5). Claro que el pdc dice -sin razón- que el Presidente no puede dejar de acatar a la KK, sin “cometer” golpe de Estado. De hecho, el energúmeno Mientes Ruin, “retó” al Presidente a hacerlo, pues según él, se colocaría en la misma posición que Serrano en 1993, “recordando” que el Ejército, acatando resoluciones de aquella CC entonces sí guardiana de la CPRG, lo destituyó por su osadía. Es decir, según ese vocero del pdc, la destitución de la Comosiama, diga lo que diga la CPRG, estaría “dándoles la excusa” que necesitan para materializar su tan ansiado golpe de Estado. Lo que no dice Mientes-Ruin es que durante el Serranazo la situación era la opuesta: en 1993 había congruencia entre las normas constitucionales y la CC y quien violaba la CPRG, era Serrano; hoy, es la KK la que viola las normas constitucionales y es el Presidente, quien -con su acción enérgica- las estaría haciendo prevalecer. Además, la oficialidad de hoy ya no tan fácil se va a dejar utilizar, como siempre, por los mismos de siempre…
El Presidente Arévalo, desde luego, no se puede dar el lujo de fracasar en el intento de hacer prevalecer el espíritu y la letra de nuestra Constitución; y con ello iniciar el viraje histórico hacia la auténtica República Democrática, que fue el mandato que recibió. Quizá ahí se encuentre la explicación de por qué no ha sucedido aún lo que inevitablemente tiene que suceder, so pena de que el pdc termine -como lo pretende- defenestrando al Presidente. Por eso, a través de sus Ministros de la Defensa y de Gobernación, y auxiliado por sus sistemas de inteligencia y contra-inteligencia, el mandatario debe de detectar y neutralizar preventivamente a todos los elementos de los cuerpos de seguridad del Estado que potencialmente podrían prestarse al golpe retrógrado que el pdc viene incubando. Debe coordinar el apoyo internacional del que ha venido gozando, para volver a apoyarlo diplomáticamente en el momento crítico. Debe asegurar sus alianzas políticas en el Congreso y en las Cortes, aunque resulten minoritarias en esos foros manipulados, para que se manifiesten a la hora de la verdad. Debe alertar a la ciudadanía consciente a estar lista para manifestar su adhesión al orden constitucional legítimo, en las calles, cuando el momento llegue. Y debe hacer todo esto con más celeridad que propósito exhaustivo. Finalmente, cubiertas las aristas de una coyuntura que se torna insostenible, debe proceder conforme a las facultades que la CPRG le confiere, dándole al pueblo la señal clara de que el ansiado viraje hacia una República auténticamente Democrática, se ha materializado… y entonces ¡las calles se llenarán de júbilo!
Epílogo
Llevamos dos siglos de fracasar en nuestro intento de crear la Auténtica República Democrática. Sólo en dos décadas (1829-1839 y 1944-1954) puede decirse que no hemos estado gobernados por el pacto de corruptos de turno. Hace doscientos años, por ejemplo, el Clan Aycinena delegó en “el indio Carrera” y sus montañeses el trabajo sucio necesario para mantener sus privilegios. Estos rufianes terminaron “subiéndoseles encima” y mezclándose con ellos. Y la historia se ha repetido varias veces, hasta hoy. Como consecuencia, vivimos en una sociedad en la que la mayoría no tiene ni hospital, ni escuela digna; ni empleo, ni techo propio. Ni seguridad, ni transporte cotidiano accesible, ni esperanza fundada en una vida mejor para sus hijos. Con abismales indicadores sociales, a la par de insolentes riquezas mal habidas. Los países que hoy son del “primer mundo” también empezaron así, hace un par de siglos. Pero lograron emanciparse de sus estructuras socio-económicas atrasadas e incorporar a sus mayorías a una república de todos los ciudadanos. Eso es lo que está en juego aquí, amable lector; no es otra cosa. Es una patraña gastada decir que los que quieren salir del pacto de corruptos son ¡todos comunistas! Así pensaban los zaristas que hace siglo y pico se negaron a toda reforma auténticamente liberal, para preservar aquel oprobioso régimen retrógrado. Ojo: fue esa terquedad de las élites, cegadas por sus temores irracionales, la que finalmente le sirvió en bandeja de plata el control de una revolución violenta a sus implacables verdugos, los bolcheviques…
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