Guatemala ha estado presente en 15 Juegos Olímpicos, y París marca su decimosexta participación. La reciente obtención de la medalla de oro y bronce es un hito sin precedentes en la historia deportiva del país. Este triunfo es el resultado de la perseverancia de nuestros atletas, quienes han demostrado un compromiso excepcional.

Es fundamental reconocer y apoyar a todos los deportistas que han representado a Guatemala, ya que su dedicación es la base de estos logros. El triunfo de hoy nos llena de alegría, pero también nos invita a reflexionar sobre la situación del deporte en Guatemala. A pesar de este logro, la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) ha sido durante muchos años un foco de críticas por
presunta corrupción. La falta de oportunidades para practicar deportes y la dificultad para vivir de ellos son realidades que enfrentan muchos jóvenes. Es necesario cuestionarnos cómo podemos garantizar que el deporte sea un derecho accesible para todos y no un privilegio. La falta de confianza en el sistema deportivo y la necesidad de trabajar desde temprana edad limitan las aspiraciones de muchos atletas.

El Comité Olímpico Guatemalteco (COG) y la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG), junto a sus federaciones y asociaciones, han sido señalados por una falta de transparencia en el manejo de sus recursos. La falta de apoyo a los atletas, evidenciada por denuncias de plazas fantasmas y duplicadas, ha generado una crisis de confianza. Las investigaciones en curso, incluyendo las que involucran al actual director del COG, el señor Gerardo René Aguirre Oestmann, y la reciente prohibición para viajar a los Juegos Olímpicos de París, subrayan la gravedad de la situación. Es imperativo tomar medidas urgentes para garantizar una gestión transparente y eficiente de los recursos destinados al deporte guatemalteco.

Para alcanzar más triunfos olímpicos, necesitamos un cambio radical en el deporte guatemalteco. Se requiere de autoridades honestas y comprometidas que inviertan en infraestructura deportiva y programas de desarrollo. Nuestros atletas tienen el talento, pero necesitan las condiciones adecuadas para destacar. Nuestros niños y niñas merecen la oportunidad de soñar y alcanzar sus metas en el deporte, es hora de que el deporte sea un derecho y no un privilegio para todos los guatemaltecos.