La Fiscalía esperaba que José Rubén Zamora pasara más de 800 días pudriéndose en Mariscal Zavala, hasta que lo olvidáramos y su existencia pareciera nunca haber ocurrido. Pero eso no sucedió. Vaya golpe para la Fiscalía, porque la libertad de prensa se respeta, y punto. Sin rodeos.
Respeto a quienes dicen tener la razón sin escuchar a los demás, y a su vez respeto a quienes dicen tener también la razón y escuchan a los demás. ¿Por qué no hacerlo? Posiblemente yo nunca tenga la verdad y se la tenga que dar a alguien del bando contrario, o viceversa. Así funciona la vida. Así funciona todo. Y el periodismo funcionará siempre y cuando haya libertad. Aparte el periodismo de opinión, me gusta pero eso mejor respetarlo.
La libertad existe porque existen los medios. Sin ellos, como sociedad nos desplomamos. Suena catastrófico, pero es así. No hay otra opción. ¿Cuántas veces nos hemos enfrentado al dilema de qué medio seguir? Pues siga el que más le guste. No soy adivino ni su gurú personal para descifrar su postura política.
Si bien es cierto, las plataformas digitales y las redes sociales han dado lugar a un ecosistema donde abunda la desinformación y las noticias falsas, lo que distorsiona aún más la percepción pública y debilita el periodismo riguroso. Es necesario contextualizar la voz de los periodistas críticos, no importando si le gusta o no lo que digan, puede buscar otros y disfrutar de sus lecturas o comentarios.
Persistir en la búsqueda de la verdad, pese a las consecuencias, o ceder ante la presión de un sistema que parece intolerante a la crítica, resulta una tarea difícil en este país. ¿Por qué silenciar? Tampoco creo que a cualquier creador de contenido deba llamársele periodista, porque no lo son. Yo tampoco lo soy, pero los verdaderos periodistas merecen respeto. Eso sí, aclaro: no todo periodista estudia periodismo. Es recomendable, claro, pero no es una regla para todos. Como tampoco los abogados; como por ejemplo en la FECI y aquel auxiliar fiscal que era el próximo Mike Ross, y en la misma pantomima, Curruchiche es Harvey Specter y la fiscal general es Jessica Pearson. Ya tenemos reparto para una temporada para grabarla aquí.
La autocensura se convierte en una opción de supervivencia, y cada vez más periodistas optan por el silencio o la autocontención para evitar represalias. He pensado en escribir con pseudónimo y así perderme de todos y del mundo. Me llamaría Patrice Bellmann o Rupert Ranke, pero tristemente este último ya me lo han robado. Así que, cuando vea a alguien usando ese nombre, o soy yo, o alguien más me imita a la perfección.
Zamora NO me dió un espacio en elPeriodico, mucho menos acá; yo me lo gané. Así como muchos de quienes publicamos y escribimos en este medio. Posiblemente yo no esté de acuerdo con la columna de ayer de tal persona, o con la de la semana pasada de otra, e incluso es posible que nunca coincida con mis propias columnas. Pero todos compartimos algo en común: la libertad.
Así que, si no le gusta lo que escribo, lo invito a no leerme. Puede cerrar la pestaña y nunca más introducir mi nombre en el buscador. Lo exhorto. Si no está de acuerdo con mis posiciones, quiero que sepa que yo tampoco. Ni yo me logro entender.
#ZamoraLibre
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