Pacto del Barranco

“Paco Arana y los diputados que habían firmado el Pacto del Barranco quedaron desconcertados, y él se lo llevó a casa y se lo mostró a Dorita, su esposa: él será su candidato a la presidencia en la próxima contienda electoral. En su oficina le mostró el par de hojas a Manuel de Jesús y a sus oficiales de su Estado Mayor. Y anotó que quería ser recordado como un «héroe demócrata, que luchó con bravura en 1944». Y guardó las hojas en la gaveta dando gracias a Dios porque se aguantó las ganas de tomar la presidencia.

El presidente convaleciente aún, volvió a Casa Presidencial en silla de ruedas poco antes de Navidad y quedó al cuidado de su madre doña Elena y de Elisita, que daban gracias al Altísimo. Para él su accidente fue un aviso del Más Alto para que mejorara su papel de presidente y se comportara mejor, por lo que de ahora en adelante se dijo así mismo que solo actuará como le dicte su conciencia y hará lo correcto, sin lujuria ni orgullo ni soberbia. Era una nueva oportunidad de hacer el bien social, pero con humildad, menos ego y más políticas de cambio.  Entre los libros que releyó en cama estaba “Martín Fierro” y en voz alta leyó sus versos: “Yo he conocido cantares / que era un gusto escuchar…” que le agradaba oír a Elisita.  Serio, dejó de lado el libro y le dijo: “Mirá, que me voy a distanciar de los Cobos, de los Toriello y demás conservadores pues voy a actuar más en favor de los más necesitados, a sabiendas que se volverán sus detractores. Si bien hay familias criollas que respetan a los trabajadores, las más son indiferentes y los maltratan como si fuera lo más normal del mundo. Así, la sociedad vive sin desarrollarse, Gurisita”.

Feliz año nuevo 1946

Ya que decidiste que ibas a actuar conforme los dictados de tu conciencia y en prevención de la reacción de la élite, mandaste pulir el borrador del Código de Trabajo y escribiste el discurso que enseguida grabaste en Casa Presidencial, que se transmitió por radio en cadena nacional a las ocho de la noche para conmemorar el nuevo año. Mencionaste que en 1944 se dieron tres revoluciones: la civil de junio que derrocó a Ubico; luego la revolución militar, que devolvió la dignidad del ejército en octubre; y en noviembre la revolución electoral, donde el voto genuino fue respetado en las urnas, en un mundo que no quiere más dictaduras, sino que anhela la democracia.

“Guatemala también tiene un gobernante nuevo para este nuevo año. Confieso que un accidente de proporciones trágicas debió terminar con mi vida, pero por la manifiesta voluntad de Dios, ante cuyos designios las leyes naturales pueden ser quebrantadas, me levanté con vida del abismo y estoy de nuevo conversando con ustedes. Con la misma humildad… recibo de la Divina Providencia esta gracia inesperada y me pongo de nuevo a la cabeza de mi pueblo para seguir cumpliendo su voluntad categórica, expresada en los comicios de hace un año… Liberaremos y protegeremos al obrero sin perseguir ni dañar a los patronos. Liberaremos a la niñez, a la adolescencia y a la juventud de todas las trabas que la ignorancia y la maldad de los adultos y los gobernantes que les han impuesto… Liberaremos a la mujer de la servidumbre social en que vive… en una nueva relación de colaboración con el hombre… Pero particularmente quiero hacer llegar mi palabra de saludo a los trabajadores y a los campesinos de Guatemala que viven todavía en la esperanza de su mejoramiento económico, social y cultural. El arevalismo ha sido en el Congreso y en el organismo ejecutivo un aliado y un hermano. El arevalismo se declara sin tartamudeos y sin cobardías amigo de los humildes. Y en esa amistad, que no es enemistad para nadie, el arevalismo, que es una fuerza juvenil, homogénea y revolucionaria, finca la raíz de su obra social, cultural y económica de grandes proyecciones para el porvenir de Guatemala. ¡Feliz año nuevo para todos!”

Tenías clara conciencia que la minoría privilegiada sea conservadora o liberal-fascista te iba a criticar por ese discurso, el cual fue publicado en los medios escritos y difundido en las radios en donde mencionaste el artículo uno de la Constitución como tu guía:

“´Guatemala es una República libre, soberana e independiente, organizada con el fin primordial de asegurar a sus habitantes el goce de la libertad, la cultura, el bienestar económico y la justicia social´, y ese texto no será ninguna letra muerta en mi gobierno”.