100 días

Roberto Wagner

abril 19, 2024 - Actualizado abril 18, 2024
Roberto Wagner

Estamos a pocos días de cumplir 100 días de la administración del presidente Bernardo Arévalo y este período de tiempo se presenta como simbólico para abordar el rumbo del actual gobierno y qué elementos debe y puede cambiar así como señalar aquellas acciones que ha hecho bien y debe seguirlas.

Empezando por lo bueno, hay que decir que hay un cambio en cuanto a nuestro posicionamiento en la comunidad internacional que ha recibido al nuevo gobierno con brazos abiertos después de los altibajos y el campo minado que la administración anterior dejó en materia internacional. La reunión del presidente Arévalo con el presidente del comité Olímpico Internacional fue suficiente para que se inicie el proceso de levantar la suspensión de Guatemala en certámenes deportivos internacionales en donde nuestros atletas, que suelen hacer grandes sacrificios, participen representando a su país. Por otro lado, las denuncias que varios ministros han hecho sobre la herencia corrupta del gobierno anterior deben seguir con el afán de transparentar la administración pública y como un paso firme en la lucha contra la corrupción.

Si pasamos a temas que se deben corregir el primero es la falta de una estrategia de trabajo clara en donde existan ciertas prioridades y objetivos factibles de alcanzar en un período de cuatro años. Durante la campaña el gobierno generó expectativas muy altas en la población así como lo hicieron muchos los diputados del Movimiento Semilla hace 5 años en redes sociales por lo que se ganaron muchas críticas. Asumir el poder con muchos grupos opositores y con muchas estructuras corruptas incrustadas en el Estado no es tarea fácil, pero se torna imposible sin un plan hacia a donde ir con objetivos claros y viables. Como bien diría el embajador Luis Fernando Andrade en una entrevista que compartí con él el gobierno trabaja “el día a día” sin objetivos claros de corto, mediano y largo plazo.

Esta situación se agrava cuando el centro de la atención política del país se centra en el Congreso de la República en donde por una lado los diputados electos por el Movimiento Semilla luchan por ser bancada y por el otro sus miembros luchan, sin éxito, en promover una agenda partidista y ser parte de las comisiones y representaciones que el Legislativo tiene en otros órganos descentralizados. Esta concentración de poder sumado a las negativas que los diputados del Movimiento Semilla han tenido desgasta tanto al partido pero principalmente al presidente que parece una figura decorativa en promover una agenda nacional.

Por último pasando al presidente, si bien la relación con la comunidad internacional ha sido positiva parece haberle dado la espalda a los jóvenes, autoridades indígenas y las personas que lo apoyaron no solo con su voto sino ejerciendo presión para que no se impidiera su toma de poder. El presidente aún cuenta con mucho apoyo popular pero no lo aprovecha y peor aún no muestra capacidad de comunicación con el pueblo. Muchos de los errores que se han cometido se pudieron evitar con una buena comunicación pero esta sigue ausente y en este sentido está cometiendo los mismos errores de gobiernos anteriores que ya todos conocemos como terminaron. Hay tiempo para enmendar pero después de los 100 días las exigencias y críticas aumentarán.

@robertoantoniow

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