A los 75 años, el escritor, abogado y gestor cultural, da continuidad a la tarea autoimpuesta de retratar el contexto cultural del país, a través de libros en los que rinde tributo a personajes, instituciones y se encuentra cada vez más consigo mismo.
Consciente de las debilidades que afligen al hombre que ha descrito la vida en Rusia, al viajero recién llegado de Japón, al escritor que ella ha leído con dedicación y admiración, da rienda suelta a su amor y se casa, a pesar de las advertencias del mismo Enrique, que se asume como un ser caprichoso.
*Tomado de la narrativa “Murales”, de mi texto “Juegos de la Memoria”, que se vende en Sophos
