Jacobo Rodríguez fue el artista plástico guatemalteco más culto que he conocido a lo largo de los años. La pintura y la escultura, por supuesto, eran los dominios de su predilección, como el excelente pintor y escultor que él mismo era. Pero igualmente podía abordar con amplitud temas como la literatura y la música, sobre todo la clásica. Igualmente sobresalía en su conocimiento sobre arte y la cultura mayas. Y si algún tema, en medio de una conversación, despertaba su interés, buscaba el modo de obtener más información para satisfacer su curiosidad.
Con este propósito, siempre cargaba consigo, en la bolsa trasera del pantalón, una libreta de apuntes en la que consignaba los datos que podían ayudarle en sus pesquisas. Estas libretas eran una especie de ‘canasto del sastre’, pues en sus páginas se mezclaban direcciones, números de teléfonos, frases que escuchaba, esbozos de posibles cuadros, ideas para futuras esculturas, retratos de memoria hechos al vuelo, reflexiones escritas en caliente, etc. A su muerte, este material, así como todo el resto de su obra pictórica y escultórica, fueron recuperados por el Estado Francés y puestos en subasta pública. El día en que se realizó el remante, quienes habían asistido pudieron presenciar cómo, en un par de horas, su obra plástica terminó dispersándose, adquirida por compradores de distintas partes del mundo, pasando así a formar parte del acervo de galerías de arte, coleccionistas privados y compradores anónimos.
Siendo amigo personal de Jacobo Rodríguez, yo conocía perfectamente el valor tanto estético, como histórico e incluso literario de esas pequeñas libretas como de otras de mayor dimensión. Así que, desde el momento en que se puso a la venta una caja de cartón conteniendo la totalidad de este material, tuve la idea de proponer a Katina de León, sobrina de Jacobo y a su hijo, – quienes, tanto ellos como mi esposa y yo estábamos presentes-, así como a la secretaria principal de la embajada de Guatemala, que había llegado a la subasta a título personal, como amiga que había sido de Jacobo, y no en representación de la embajada (la cual no hizo el mínimo gesto por rescatar cuando menos una migaja de ese tesoro artístico de una gloria de las Artes Plásticas nacionales), que nos cotizáramos entre los cuatro para recuperar cuando menos la totalidad del conjunto de libretas. Fue así como logramos rescatar más de cien libretas, de distintas dimensiones.
Desde hace un par de años me he dado a la tarea de paleografiar (descifrar escrituras) una mínima parte de su contenido. Mi propósito inicial es el de transcribir el conjunto de estos apuntes, impresiones, reflexiones y recuerdos escritos en caliente, prácticamente sin que el autor se detuviera a darle una forma a su escritura. Sin embargo, resulta sorprendente la coherencia que conservan estas notas a lo largo de las páginas, así como la riqueza y el manejo de la lengua, lo que da cuenta del nivel cultural y de la sorprendente capacidad expresiva de quien las escribe.
Jacobo Rodríguez empezó a escribir en sus libretas cuando aún vivía en Guatemala, a principios de los años 50 del siglo pasado, antes de viajar a Francia, becado por el gobierno de la Revolución. Las últimas entradas fueron escritas poco antes de su muerte, en París, en 2014, a la edad de 92 años (había nacido en 1921). Son notas personales, íntimas, sin la intención de darlas a leer a nadie, menos aún hacerlas publicar. Es decir, son totalmente inéditas. En su conjunto, representan el testimonio de la vida de un artista, de uno de los más grandes de la plástica guatemalteca. El valor de este documento no tiene parangón tanto en el medio artístico como en el literario.
Las notas que se publican aquí pertenecen a la libreta correspondiente al año de 1999. Más tarde, cuando el trabajo de transcripción de todas las libretas se haya completado, estará listo para una hipotética publicación en volumen.

——- Contenido de la libreta de 1999—–
Entre paréntesis, yo soy completamente ateo… lo que me permite tener un
verdadero y profundo respeto por las grandes, las verdaderas figuras de la
religión: Francisco de Asís, Confucio, Jesucristo, etc., lo que está vedado a los
pobres creyentes….
No consigo tomarme en serio, ni siquiera cuando me río de los otros…
31/3/99
Los temores del año mil se vuelven a repetir en este fin de milenio, pero con
una diferencia importante: esta vez tenemos la certeza de que el fin del mundo
(léase el fin de la civilización) si no se va a producir, por lo menos puede
producirse; peor que eso, en el pasado ya se produjo, no es ya un secreto cómo
terminaron los dinosaurios, pero no son únicamente los asteroides o los
cometas los que nos pueden arreglar definitivamente todos nuestros
problemas, incluso los económico-políticos que desde el inicio de nuestra
especie parecen insolubles, están también los nuevos; nada podemos saber si
en este momento tendría además la ventaja de acabar para siempre no sólo en
Latinoamérica sino en el mundo entero con los tiranosaurios que se nos
imponen generalmente desde el extranjero…
31/3/99
No podemos saber si ya en este momento estalló uno de los candidatos que
tenemos “cerca”, Antares, Aldabarán (30 años luz) y la onda de choque que no
puede recorrer la distancia mayor a mayor velocidad que la luz, ya viene en
camino… Y un día de estos nos despertamos a medianoche interrumpidos por
‘otro sol’ que va a duplicar el calor del bonachón sol que conocemos… Bastante
menos que eso hace falta para fundir en polvo el Empire State y la Tour Eiffel
durante unos pocos segundos, con las antenas aun visibles en medio de un
océano “un poquito” agitado al que no podemos soñar de abordar nadando en
una viga, etc. Ojalá tengamos tiempo (aló mayas, quién dijo tiempo) de tomar
un venadril, o mejor, un Zacapa Centenario cómodamente sentados y entre
amigos.., ¡¡¡¿Y quién dijo miedo?¡¡¡ Algunos tal vez verán, por pocos segundos,
el extremo de la Tour Eiffel desapareciendo en medio de olas (¡no hagan olas!)
nunca vistas o los mamotretos más altos del otro lado del Atlántico.
Cuando aislados, frente a una vieja máquina de imprimir, componiendo las
elementales pero sincera páginas de nuestra revista (Saker-Ti), Huberto
Alvarado me preguntó; “si alguna vez se formara en Guatemala una
organización marxista, celular, ¿estarías dispuesto a formar parte de ella?” Y yo
le contesté que sí. No podía imaginar hasta dónde mi respuesta me iba a llevar;
hasta dónde mi respuesta iba a llevar a mi familia y hasta dónde la existencia
de esa organización iba a llevar a Guatemala, mi país. Esto ocurrió en la
pequeña imprenta San José, esquina de la 5ª calle y 11 avenida de la zona 1
(checar), propiedad del padre de Huberto, alrededor de los años 1947-48.
Trabajo como si estuviera socado… pero sin estarlo. He ahí el secreto de la
creación.
Varios son los niveles (deberíamos tal vez decir los espacios) en los que la
expresión plástica se manifiesta (se expresa, se produce). Está el nivel de la
plástica culta (o la que pretende serlo), la que siempre expresa nuestra época y
nuestra sociedad o, intencionadamente lo contrario: agredir ambas como
mejor manera de expresarlas, de expresar nuestra incomodidad con ellas,
pretendiendo simultáneamente prolongarse en el tiempo al celebrarlo (o al
destruirlo… autodestruyéndose) como la mejor forma de expresar nuestra
sociedad suicida, llena (o que creemos plena) de cualidades y limitaciones…
Lugo está el nivel de la plástica popular, la que está alejada de toda malicia
intelectual, de toda premeditación, donde la ingenuidad, lejos de ser un
hándicap, puede ser incluso un ingrediente y donde el oficio está reducido a
comportamientos más elementales del goce directo del concepto de color y
forma populares, en cuyo espacio han figurado en todas las épocas los artistas
sin la preocupación mayor de serlo, los que no tienen preocupaciones
‘intelectuales’ ni escuelas o que ignoran que las tienen, que es lo mismo. En
Guatemala también tenemos magníficos exponentes de esta expresión que
hace innecesario citar nombres. Pero, al lado de estas dos grandes posibilidades,
existe otra, cuyas motivaciones y características son diferentes: otra de la que
no se habla, que no se menciona, a pesar de que está ahí, en nuestra vida
diaria, otra a la que no vemos o miramos sin ver (la)… Y con razón: la pintura (y
eventualmente la escultura) que forman parte de la vida bullente de nuestra
sociedad contemporánea, y Guatemala no es la excepción, cuyas motivaciones
son otras, Por ello es cambiante, efímera, de necesidades diferentes si se tiene
en cuenta que no pretende prolongarse en el tiempo ni celebrar la ‘eternidad’
de nuestros ideales, de nuestra cultura o de nuestras costumbres o
instituciones, sino recordarnos o atraer nuestra atención sobre algunos de los
elementos que forman el universo cotidiano cada día más complejo de nuestro
consumo; (y es) por ello (que) quizás puede no ser tan efímero como sus
propios autores podrían creerlo. Estamos hablando de las manifestaciones
callejeras de la plástica comercial popular, los anuncios (no todos, claro) de
productos hechos en la forma más directa, rápida y frecuentemente de oficio
rudimentario, apresurado (pero) directo (y) donde el goce no se encuentra
entre las principales preocupaciones del o de los autores más que en la medida
exclusivamente necesaria para llamar la atención y convencer sobre un
producto; pintura popular comercial, en una palabra, en la que los elementos
de estética están (cuando los hay), por así decirlo, “de ganancia”, y más que
nunca sometidos al azar, ya que no forman parte central de la motivación, una
manera sencilla de ganarse el pan diario según sus autores, y donde la estética
(si la hay) está, para decirlo de nuevo en lenguaje popular, “de ganancia”.
Lo mejor es no hacer nada, no tener éxito alguno en nada, para no verse algún
día en el penoso caso de pasar de moda… y ser extinguido por el olvido.
La gente se toma la vida como si fuera un purgante, como una medicina
desagradable, la que se debe tragar rápido para sentirla lo menos posible. La
dicha es de los que consiguen beberla despacio, como se bebe un buen vino,
degustando sus delicados matices.
El claro-la materia
La cumbre-la neblina
La toma-la piedrona
El camino-los tránsitos
El extravío-la niebla
El río-la quebrada
La oscurona-los encuentros
El grito-el olvido
Los pájaros-el recuerdo
El animal-el palo
La culebra-la mazorca
La madrugada-la oración
El retorno-la casa
La judía-el bucul
El machete-el retozo
El alba-la eternidad-la aurora.
Escribir sobre la ausencia de simultaneidad (el tiempo), sin ésta, yo habría
estado sentado, tomando una refacción justo en el momento en que mi padre
se suicidara en el mismísimo sitio y yo ver los botones dorados de los militares
que vinieron a aprehenderlo mientras ingería un alimento ..(ojo con esto) .
El bosque, la selva, el medio ecológico: la verdadera forma de utilizar esa
riqueza: ¡no tocarla!
…algo entre oración y poema….
4/5/1999
Ojo: Adán y Eva. Ella y yo no tenemos ombligo, porque nacimos de manera
diferente…(ilustración). Hacer dos torsos de pareja actual sin el ombligo, y dos
niños con él.- Usar para ello versículo Génesis IV (bis).
Jamás he estado ligado al presupuesto de ningún Estado, con el de “poder vivir
del arte” (ojo con esto).
Le tabac: un esclavage de merde…, et gratuit en plus… (el tabaco, una mierda de
esclavitud…. Y gratuita además…)
Tiene mucha resistencia el cuerpo humano; con frecuencia aguantamos
enfermedades y con frecuencia aguantemos incluso las curaciones.
19/5/99
Hay quienes dicen “de esta agua no beberé”, pero pocos dicen “de esta agua
aguardiante…etc y etc”.
Falta de curiosidad profesional en los médicos que tratan a los pacientes en las
intervenciones, como quien le cambia suela a un zapato…nunca el más mínimo
interés por la opinión del paciente o por sus experiencias.
“Tout être humain est né pour écrire un livre, et pour rien d’autre » (Todo ser
humano nació para escribir un libro y nada más» (Agota Kristof, La Prouve,
Edition du Seuil.).
Memorias: A Efraín Aguilar Fuentes, amigo de mi padre, fusilado por Ubico, le
debo mi primer traje ‘formal’, pantalones ‘baloon’ y saco, que me sirvió para la
primera comunión, en 1933, pues aportó una ayuda económica a mi madre,
con quien lo fuimos a ver a su oficina.
Memorias: La revista Romance, a la que me inscribí a los 18 años y en la que vi
reproducidos por la primera vez “Sueño y mentira de Franco” de Picasso y
donde me sorprendió ya el parecido de los elementos con que Picasso
representa a Franco (y a Alfonso XIII probablemente) con los modelos.
No hay que confundir ‘juventud’ con ‘inmadurez’ (cosa frecuente en los países
subdesarrollados)
“…Mais la mode, ça ne pardonne pas. Ça empêche de voir ce qui est éternel… »
(Pero la moda no perdona. Impide ver lo que es eterno…). Auguste Renoir.
Sobre Luis Cardoza : Si lo juzgamos a través de su vanidad, sería un perfecto
mediocre. En efecto, Luis tiene la vanidad del mediocre.
La comparación:
Es cierto que no hay dos cosas iguales en la realidad del universo, quizá por ello
se desconfía de argumentar ‘por comparación’ y se alude a ello un tanto
irónicamente; pero la verdad es que si bien “no hay dos cosas iguales en el
universo”… también es cierto con frecuencia lo contrario. Existe toda una gama
de ‘matices’ que aproximan o alejan a las cosas unas de otras, así podemos
acercar o alejar sus puntos comunes hasta pasar de la diferencia a la
identificación total. La prueba, la forma como la naturaleza actúa; si ella
avanza diferenciando a las especies y a las cosas en general (plantas, animales
galaxias, planetas, rocas, etc., etc.) también es cierto que al encontrar
‘soluciones’ tiende a aprovecharlas ”igualando” a las diversas especies y a los
diversos componentes de cada especie. La realidad no es ‘o negro o blanco’
solamente, también es una serie de ‘grises’ que unen esos dos extremos.
6/6/99
Las cosas más extraordinarias y maravillosas que existen en la realidad, antes
de serlo fueron un sueño.
6/6/99
Por irónico que parezca las perogrulladas pueden eventualmente esconder (lo
desconocido) lo ignorado (¡autodefensa anticipada!).
10/6/99
“Quand les femmes étaient esclaves, elles étaient vraiment les
maitresses. Maintenant qu’elles commencent à avoir des droits, elles perdent
de leur importance : Quand elles seront les égales des hommes, elles
connaîtront le véritable esclavage » Citation : « Pierre Auguste Renoir, mon
père » (Par son fils Jean Renoir).
«Cuando las mujeres eran esclavas, eran las verdaderas patronas. Hoy,
cuando comienzan a tener derechos, pierden en importancia. Cuando sean
iguales al hombre, conocerán la verdadera esclavitud”, Cita de “ Pierre Auguste
Renoir, mi padre” (Por su hijo Jean Renoir).
Agregar a la “Entrevista casi imaginaria con Pablo Picasso” lo siguiente:
-Dice el maestro que deje su número de teléfono.
-No tengo teléfono, pero aquí tiene usted mi dirección-. Se la escribí en una
hojita de mi carnet de apuntes y se la entregué sin esperar gran cosa, pero la
emoción me palpitaba bajo la camiseta.
La diferencia que hay entre de realizar una pintura ambiciosa, es decir creativa
y el que existe al realizar una buena pintura académica, es la misma que hay
entre el goce de realizar el amor y el que da una puñeta, en pocas palabras:
frustrante.
15 /6/99
Memorias: El padre M. V., quien en más de una oportunidad nos acompañó a
los de Saker-ti en nuestra juventud y nuestra bohemia. Sin sotana, vestido de
negro, bebía y mujereaba a la par de nosotros que, si bien no éramos
campeones en eso, tampoco éramos sacerdotes. “¡Si uno no estudia filosofía,
despotrica!” lo vi decir alguna vez. Varias décadas después, ofició la misa
dedicada al esposo de mi madre recién desaparecido. Y según detalles que me
dieron del acontecimiento, el padre M.V., que oficiaba para entonces en San
Sebastián, no podía tenerse en pie… y la misa por el alma de mi padre adoptivo
fue muy selectiva. La autora de mis días se consolaba diciendo que lo que
contaba era la intención con que la misa fue encargada.
El poder de la propaganda tendenciosa (“Repetir una mentira cien veces y ya
será igual que la verdad”, Goebbels.). Aún recuerdo la bulla que hicieron las
agencias yanquis de la propaganda anticomunista en torno a Kravchenko, un
individuo sin mérito alguno que huyó de la URSS a los EUA., porque “ya no
podía más soportar el socialismo y sus limitaciones”. En cambio, las mismas
agencias de propaganda ya no dijeron ni pío cuando este perro maje
(Kracvchenko) se suicidó en el ‘paraíso’ capitalista.
23/6/99
(Fin del cuadernos gris Esqusse)