“Costó un poquito al final, pero aquí estoy afuera. Muy agradecido”, dijo Jose Rubén Zamora, en sus primeras declaraciones luego de salir la tarde del sábado del encarcelamiento en el que estuvo por 812 días. Parado afuera de la cárcel militar Mariscal Zavala, él sonreía aunque por momentos una que otra lágrima rodó, pero rápidamente la secaba y continuaba dando declaraciones a los medios nacionales e internacionales que lo esperaban.
Zamora salió en una camioneta blanca acompañado de su primo, Gonzalo Marroquín, y de Jorge De León, exprocurador de Derechos Humanos. Al llegar al portón de la prisión, ya en la calle, se bajó y respondió por unos 15 minutos a las preguntas de la prensa.
“Me siento extraordinariamente feliz. El apoyo de la prensa independiente mundial (…) ha sido excepcional. Yo creo que van a tratar de encerrarme otra vez”, dijo.
“Creo que ese tipo de acciones los está acabando a ellos, no a mi. Tengo el espíritu, el coraje y la fe para seguir”, agregó. El periodista, fundador y expresidente de elPeriódico, salió con su típico atuendo de camisa blanca y jeans azules.
La medida sustitutiva que le permitió volver a su casa fue dictada una noche antes por el juez, Erick García, quien por fallar a favor de Zamora se ganó las amenazas de la Fundación Contra el Terrorismo y una recusación de la Fiscalía Especial contra la Impunidad.
La orden de libertad fue enviada por la mañana al Sistema Penitenciario y se compartió el aviso en las redes sociales. “Acompañemos a Jose Rubén Zamora. Hoy saldrá en libertad después de más de 800 días de prisión injusta”, decía un afiche publicado por Alianza por las Reformas.
Pocas personas llegaron a presenciar la salida del periodista de la prisión. Pero los que estuvieron quemaron cohetillos y aplaudieron al verlo afuera. “Creo que realmente el efecto que ha tenido el encarcelamiento no solo de Jose Rubén sino de muchos otros nos tiene que afectar a todos porque no hay libre emisión del pensamiento. Nos están limitando en nuestras acciones y creo que realmente el país merece un cambio”, comentó Berta Méndez una auditora de 61 años que llegó acompañada y portaba una bandera de Guatemala.
Zamora tiene dos casos en su contra y el Ministerio Público ya advirtió que iniciará otro más. “Si me van a volver a traer los voy a esperar en mi casa otra vez y voy a volver a venir aquí”, respondió.
Ahora que estará en su casa planea dormir ocho horas seguidas y realizarse exámenes de pulmones porque estuvo recluido en una celda, húmeda que tenía hongos en la pared. Sus tres hijos están fuera del país, pero espera verlos pronto.
Descartó que pueda iniciar otro medio, aunque advirtió que buscará la manera de “cooperar con las nuevas olas de periodistas”. También adelantó que no aceptará seguridad del Estado porque prefiere andar solo. “Creo que si hubiera estado solo aquí me hubiera muerto y nadie se hubiera dado cuenta, pero 812 días y nadie se olvidó y me hace sentir feliz”, agregó.
El Ministerio Público advirtió que no está de acuerdo con la medida sustitutiva. Mientras que la recusación que presentaron contra el juez será conocida en la próxima audiencia.
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