Orantes indicó que esta propuesta de ley que será llevada al Legislativo se construirá a través de un proceso de diálogo con distintos sectores. 

La ministra indicó que se deben tomar acciones favorables al agua en Guatemala. 

“Es muy importante que estemos seguros que la ley de aguas es la única manera de garantizar el derecho humano al agua y la seguridad hídrica del país y de evitar que lo que reina sea la ley del más fuerte”, dijo. 

Orantes aseguró que existe una crisis de contaminación generalizada en los ríos y lagos del país, esto debido a la falta de cumplimiento de dos servicios municipales, que son el tratamiento de aguas negras y el manejo adecuado de la basura. 

Según un estudio de Darío Monterroso, profesor de investigación y desarrollo rural, publicado por el Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), que no exista en el país una ley de aguas contraviene acuerdos internacionales. 

“Se están contraviniendo Acuerdos Internacionales ratificados por el país relacionados al derecho humano del agua y, evidentemente, el objetivo número 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, indica.

Situación ambiental difícil

Según Orantes, encontraron áreas protegidas abiertas a actividades ilegales y un Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) desmantelado, además, una tasa de deforestación de 1.5 por ciento anuales. 

Sobre la deforestación, Orantes dijo que es una cifra alta, debido a que al “país ya solo le quedan un tercio de sus bosques”. 

La ministra afirmó también que en su primer año de gestión encontraron niveles preocupantes de contaminación auditiva, visual y del aire, agregando que la Ciudad de Guatemala es una de las más contaminadas. 

Orantes dijo que durante el 2025 plantearán otras acciones para enfrentar los retos en materia ambiental.