Foto: eP Investiga
Jiménez inició su intervención destacando la difícil tarea de hablar sobre la violenta muerte de Farruko Pop, describiéndolo como una «joven promesa del arte nacional» y un «ejemplo de lucha y orgullo». El ministro enfatizó que la investigación comenzó inmediatamente después de la denuncia de su desaparición, lo que permitió rastrear los últimos movimientos del artista hasta la zona 18, donde fue hallado su cuerpo.
En el marco de la investigación, Jiménez explicó que participaron varias unidades especializadas, incluyendo la Unidad de Video Forense y la Unidad Antisecuestro.
«Pedimos el apoyo del Ministerio Público (MP) para realizar allanamientos con la esperanza de encontrarlo con vida, cosa que lamentablemente no fue así», indicó.
La conexión del territorio con el Barrio 18 fue clave en las indagaciones, especialmente dada la influencia del líder conocido como ‘El Lobo’.
El ministro detalló que las autoridades llevaron a cabo una requisa en la cárcel Fraijanes 2 para tomar control y evitar que salgan nuevas órdenes criminales desde la prisión. «Era imposible pensar que esta acción estuviera fuera del marco de acción del Barrio 18», afirmó Jiménez, justificando así las medidas drásticas tomadas.
Durante la sesión de preguntas de la prensa, Jiménez aclaró que aún no pueden confirmar si la orden del asesinato provino directamente de los líderes del Barrio 18, pero subrayó que «la alta probabilidad de que venga de esta organización criminal es prácticamente segura».
La colonia donde fue hallado el cuerpo de Farruko Pop está controlada por esta pandilla, y las casas allanadas están asociadas con sus miembros. «Nosotros no tomamos la decisión de aislarlos porque fueran necesariamente los mandantes del homicidio, sino para enviar un mensaje claro de control», explicó.
El ministro también reveló que los aislamientos de los líderes pandilleros en Fraijanes 2 no tienen una duración específica y pueden prolongarse según sea necesario para mantener el orden. «Estas medidas son esenciales para evitar que continúen emitiendo órdenes desde la prisión», afirmó.
Jiménez también abordó la percepción de inseguridad en la población, atribuyéndola a diversos factores, incluyendo el impacto personal de los delitos como la extorsión y las expectativas de la ciudadanía. «Nuestra obligación es dar seguridad a las personas y a sus bienes, y seguiremos trabajando para cumplir con esta directiva», concluyó.
La conferencia cerró con Jiménez reiterando su compromiso de continuar la investigación del asesinato de Farruko Pop hasta identificar y responsabilizar a los culpables. «No descansaremos hasta dar con los nombres y apellidos de quienes cometieron este delito», aseguró el ministro.
Sistema Penitenciario en condiciones carentes
Durante la requisa, se decomisaron teléfonos móviles y otros dispositivos que facilitan las operaciones criminales desde dentro de la prisión. «Cada vez que encontramos un teléfono, aunque parezca un pequeño logro, significa menos extorsiones y menos víctimas», subrayó.
Jiménez también abordó la crisis del Sistema Penitenciario, mencionando que su administración heredó un sistema abandonado, sin inversión en infraestructura ni tecnología.
El funcionario dijo que continuarán las requisas y mejorar las condiciones penitenciarias: «estamos comprometidos a avanzar en este camino y esperamos que el Congreso apoye con la ampliación presupuestaria necesaria», añadió.
El ministro destacó la importancia de la seguridad penitenciaria en la agenda del presidente Bernardo Arévalo y anunció la construcción de una nueva cárcel con 3 mil plazas para octubre del próximo año. «Esta nueva instalación nos permitirá aislar a los delincuentes más peligrosos y reducir su impacto en la sociedad», dijo Jiménez.
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