Acta de Independencia se deteriora luego de que Giammattei la trasladó a la Antigua Guatemala

Durante el gobierno anterior, se tomó la decisión de trasladar el documento original del Acta de Independencia desde la capital hacia la Antigua Guatemala. Esto a pesar de dos opiniones técnicas que recomendaron su permanencia para evitar daños.

Pavel Gerardo Vega

septiembre 15, 2024 - Actualizado septiembre 15, 2024

Hace dos años, Alejandro Giammattei inauguró la segunda fase del Museo Nacional de Arte de Guatemala (MUNAG) en las instalaciones de lo que fue el Palacio de los Capitanes Generales en la Antigua Guatemala. El expresidente destacó la colección que provenía del Archivo General de Centroamérica (AGCA) ubicado en la zona 1 de la ciudad capital y que contiene las siguientes piezas históricas: el Testamento del Santo Hermano Pedro, Partituras del Himno Nacional, letras del Himno Nacional, Declaración de la República de Guatemala y el Acta de Independencia. Todos, documentos originales. Esta última data del 15 de septiembre de 1821 y ha sido resguardada en el AGCA desde 1930. Hasta antes de su traslado, esta pieza histórica se encontraba protegida en una bóveda con un sistema de seguridad con claves de acceso y en un área restringida con condiciones climáticas acondicionadas para la correcta preservación del documento.

El 26 de julio de 2022, el exministro de Cultura y Deportes Felipe Aguilar firmó un Acuerdo Ministerial con el que extendió la territorialidad del Archivo de Centroamérica hacia el MUNAG. Este acuerdo autoriza el traslado de los cuatro documentos mencionados por un plazo máximo de cinco años. La decisión fue tomada por el exfuncionario, a pesar de las opiniones técnicas desfavorables del jefe del AGCA, Haroldo Zamora, y de la entonces jefa del Centro de Restauración de Bienes Muebles (Cerebiem), Aura Rosa González García.

Lilian Porras, actual directora del Patrimonio Documental y Bibliográfico, lamentó que las autoridades anteriores hayan desestimado las opiniones técnicas que desaconsejaron ese traslado. “Estos documentos no son propios para exposición por la antigüedad y relevancia, los mismos nunca habían salido de su entorno. Se les hizo ver que no era recomendable, y a pesar de eso tomaron la decisión de integrarlas como piezas del museo con un Acuerdo Ministerial”, explicó Porras.

El Acta de la Independencia se encontraba resguardada en el Archivo General de Centroamérica desde 1930. Foto: Carlos Alonzo.

Técnicos en contra

Por la relevancia y trascendencia de estos documentos históricos, las dos opiniones técnicas aconsejan que el Acta de Independencia y las otras piezas permanezcan en el Archivo General de Centroamérica. “El Acta de Independencia y el Testamento del Hermano Pedro, son Piezas únicas y Documentos Históricos, por lo que no es aconsejable que sean puestos en situaciones de vulnerabilidad al alterarse las condiciones ambientales y de seguridad que brinda su almacenamiento”, puntualiza Zamora en la Opinión Técnica ACGA/003/2022 del 20 de mayo de 2022.

“Los objetos elaborados en materiales celulósicos son muy sensibles y frágiles, aunado a la temporalidad de los cuatro documentos solicitados, de ahí mi preocupación que los mismos sean expuestos caprichosamente sin atender las recomendaciones mínimas de conservación preventiva y poner en riesgo documentos únicos, por ende, insustituibles”, menciona González García, exjefa del Cerebiem en la Opinión Técnica del 22 de julio de 2022.

Zamora también expone las condiciones favorables del edificio del Archivo de Centroamérica que preserva los escritos a partir de 1957. “Acondicionamiento de la iluminación tanto natural como artificial, tratamiento de la humedad, aislamiento sonoro, control de incendios, extintores, tratamiento de suelos, controles de accesos biométricos, circuito cerrado y fumigación periódica entre otros”, describió el experto en su Opinión Técnica.

Deterioro irreversible

Tanto Porras, como Juan Manuel Barrientos, jefe del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles del Cerebiem coinciden en que el deterioro de estas piezas históricas es inevitable, pero el traslado a la Antigua Guatemala aceleró los daños.

Lilian Porras y Juan Manuel Barrientos señalan que el traslado de los documentos aceleró el deterioro del documento histórico. Foto: Carlos Alonzo.

Los expertos destacaron algunos puntos en contra de que el acta se encuentre exhibida en el museo, entre los que mencionan la descontextualización del documento, el ambiente hostil y la seguridad. De acuerdo con Barrientos, el Acta de Independencia es un documento histórico de valor patrimonial y no una obra artística, por lo que no debe estar exhibida en un museo de arte. “Su lugar idóneo es el Archivo General de Centroamérica por lo que está descontextualizada”, resaltó.

Porras agregó que este documento sirve como recurso de investigación para distintas ramas de las ciencias sociales y humanísticas. “Se puede exponer con copias o réplicas muy fieles a la original para que las nuevas generaciones la conozcan”, aconsejó.

Ambos informaron que ya hubo visitas técnicas que constataron el deterioro irreversible del Acta de Independencia. En abril, Barrientos evaluó la pieza y apuntó que se perciben manchas que no se presentaban hace dos años. Según el funcionario, las recomendaciones de la Opinión Técnica del 2022 se incumplieron, pues no existen las condiciones adecuadas para estabilizar la humedad, la luz y la temperatura.

El Acta de Independencia fue laminada con plástico desde hace varios años por lo que no puede intervenirse el papel. Porras explicó que en agosto pasado su dependencia visitó el lugar para establecer que otro de los deterioros provocados por la humedad excesiva de la sala donde está exhibida se percibe en las curvaturas que ya presenta la pieza. Según ambos funcionarios, estos daños pueden ser controlados por medio de un proceso de conservación para ralentizar más efectos del tiempo. Otro de los factores que perjudica el traslado del Acta de Independencia a la Antigua es la seguridad y protección de la pieza. “Cuando se exhiben piezas históricas de esta trascendencia como el Acta de Independencia y el Testamento del Hermano Pedro se deben considerar los distintos grados de riesgo que pueden presentarse. En nuestro medio es muy relevante evaluar la conflictividad social que pueda generar inseguridad para la preservación de las piezas”, destacó Zamora en su Opinión Técnica del 2022 que no fue atendida.

El hermetismo de la urna fomenta temperatura y humedad más altas de las que ya existen en la habitación. Foto: Carlos Alonzo

eP Investiga visitó el MUNAG para confirmar que la sala donde se exhibe el acta presenta elevada temperatura y humedad, pero también carece de resguardo del personal de seguridad. La vitrina que protege el documento está polarizada y blindada, aseguraron los encargados del museo. El hermetismo de esa urna fomenta temperatura y humedad más altas de las que ya existen en la habitación.

El Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala a cargo de Liwy Grazioso no solo comenzó el proceso de evaluación de las piezas del MUNAG con el fin de que algunas regresen a su entorno original para su preservación, sino que se analizará también las repercusiones legales de quien haya incumplido las normas para resguardar el patrimonio documental, bibliográfico y cultural durante la creación de ese museo del gobierno pasado.

En agosto pasado, el MUNAG devolvió 15 piezas que pertenecían a la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala que se incorporaron a la colección del museo en enero de este año. En esa ocasión, Juan Manuel Barrientos señaló la importancia de que regresaran a su contexto original: “Su regreso a las instituciones originales asegura que sean preservadas en su contexto histórico y cultural, donde podrán seguir siendo parte de la vida religiosa de la comunidad”.

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