Venezuela y Maduro no pasan de moda. Con Rusia y Putin, son tal vez los dos países y los dos hombres de Estado más famosos y más polémicos del calendario político del siglo XXI. Venezuela, por ser el país con más petróleo del planeta y con más minerales, más tierras “raras”, más riquezas del mundo conocido, y Rusia por las mismas razones, además de poseer las tecnologías militares más avanzadas. Nadie en el planeta conoce el nombre del presidente de su país vecino, ya se trate de los Estados Unidos y sus vecinos, de España y sus vecinos, de Alemania, de Francia, de Suecia, de Italia y sus vecinos. Pero hasta los niños de teta de esos países conocen los nombres de Maduro y de Putin, dos nombres de los cuales las noticias y la propaganda del llamado “mundo occidental” (que no son más de 40 países de los 190 que existen) han construido a través de los años en los periódicos, en la radio, en la televisión, en las redes, una imagen de monstruos sanguinarios ávidos de poder y enemigos públicos número uno, sin que olvidemos a la otra dupla demoníaca compuesta por Cuba y China. Y bueno, precisamente fue ayer viernes, diez de enero de 2025, cuando Nicolás Maduro tomó posesión del cargo de presidente de Venezuela tras ser declarado por el Tribunal Electoral venezolano como vencedor de las elecciones de julio de 2024, resultado que es cuestionado por la oposición y por las potencias que la financian.
El caso es que, como ya todos sospechábamos, aunque muchos soñaban que no sucedería, Maduro tomó finalmente posesión de su nuevo sexenio en el poder según el mandato de las elecciones y de la realidad que, por enésima vez, la oposición jura y perjura que fueron fraudulentas, aunque jamás, desde hace 25 años, han podido demostrarlo, incluso en esta ocasión en que presentaron unas actas de votación que debían probar el robo por Maduro de estas elecciones, pero cuya autenticidad nunca ha convencido a todo el mundo. Es un guion ya bien trillado en el Hollywood de la política imperial: el bigotudo de Maduro no debe ser aceptado como jefe de Estado, para eso hay otros personajes sacados de la manga -Guaidó hace seis años, Eduardo González ahora-, aunque son solamente actores extras de una película de entretenimiento que ni tiene país, ni instituciones, ni ejército, ni público real, pues son puros títeres que sirven para poblar la imaginación de aquellos que han visto muchas películas norteamericanas donde, al final, los buenos y civilizados blancos vencen a los bárbaros e incivilizados chairos, shumos, niches o chimbos. Ahora, ya coronado el rey, resulta que quedan a mi juicio solo dos caminos para resolver esta situación: o aceptarla y aplicar las normas de la “Real Politik”, o desencadenar otro Vietnam u otro Afganistán en el continente americano. ¿Cuál de los dos es el camino más adecuado y sano para los venezolanos de todo el mundo?
Por pura curiosidad he hecho a la Inteligencia Artificial del GPT-4o mini algunas preguntas relacionadas con lo que hoy nos ocupa para ver qué respuestas da y para que ustedes se hagan su propia idea sobre el tema cuestión. He aquí algunas de las preguntas:
PREGUNTA: En los últimos 50 años, ¿qué presidentes de gobierno han sido aceptados como ganadores en las elecciones de su país sin haber presentado todas las pruebas legales de su elección ante la prensa o ante la opinión pública?
RESPUESTA: 1- Richard Nixon (Estados Unidos). Aunque ganó las elecciones, el Watergate reveló irregularidades y falta de transparencia en su administración. 2-Lyndon B. Johnson (EUA) tras el asesinato de John F. Kennedy. 3-Hugo Chávez en 1998 y en sucesivas reelecciones. 4-Mahmoud Ahmadinejad (Irán, 2005 y 2009). 5-Viktor Yanukovych (Ucrania 2010). 6-Donald Trump (Estados Unidos 2016).
También, existen otros casos litigiosos en el mundo debido a elecciones fraudulentas en donde los elegidos sí fueron reconocidos por los Estados Unidos y la Unión Europea : 7-Honduras en 2009 tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya. 8-Paraguay en 2013, la elección de Horacio Cartes. 9-El Salvador en 2014. 10-Burundi (en Africa, 2015). 11-Malawi (2019). 12-Egipto (2018) La reelección de Abdel Fattah el-Sisi.
La IA reconoce que la aceptación internacional de Estados Unidos y de Occidente en muchos casos viene determinada por Intereses Geopolíticos: a veces los países occidentales priorizan la estabilidad regional o alianzas estratégicas sobre la promoción de la democracia.
PREGUNTA: ¿Se puede afirmar, dentro de los criterios políticos y sociales académicos, que Venezuela es una dictadura totalitaria?
RESPUESTA: La caracterización de Venezuela como una dictadura es un tema de intenso debate entre académicos, analistas políticos y observadores internacionales. Estos son algunos criterios y argumentos que se suelen considerar en este análisis: 1-Concentración del Poder, generalmente en el Ejecutivo. 2-Represión de la Oposición. 3-Control de los Medios de Comunicación y restricción de la libertad de prensa. 4-Promoción de una Ideología Oficial, de una Religión Oficial o de una Teoría Económica Oficial. 5-Intervención en la Sociedad Civil: desmantelar o controlar organizaciones de la sociedad civil, incluyendo ONGs, sindicatos y movimientos estudiantiles. 6-Violaciones de Derechos Humanos denunciadas por Organizaciones Internacionales, incluyendo denuncia de torturas, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas.
Contra la caracterización de ser una “dictadura totalitaria”, el sistema de Venezuela tiene estas características, afirma la IA: 1- A pesar de la represión, existe una oposición activa y diversas manifestaciones en contra del gobierno. 2-La crisis económica y social originada TAMBIÉN por las sanciones internacionales han llevado a una situación caótica, en la que el gobierno enfrenta desafíos internos y externos significativos. 3-Reconocimiento internacional: aunque muchos países y organizaciones han denunciado al régimen venezolano, algunos han mantenido relaciones diplomáticas, lo que podría interpretarse como una falta de consenso sobre la caracterización del régimen.
PREGUNTA: ¿Cuántos gobiernos actuales y países son reconocidos por los Estados Unidos y por la Comunidad Occidental a pesar de llenar algunas de las características que nos permitirían hablar de dictaduras?
RESPUESTA: Ha habido a lo largo de la historia varios gobiernos o países dictatoriales que han sido reconocidos y son aceptados por los Estados Unidos y la Comunidad Occidental. Estos son algunos ejemplos destacados: 1-Arabia Saudita. Es un aliado estratégico de Estados Unidos. 2-Egipto. 3-Turquía bajo el poder de Recep Tayyip Erdogan. Turquía es miembro de la OTAN y un socio estratégico para Occidente. 4-Venezuela (bajo Hugo Chávez y Nicolás Maduro). A pesar del no-reconocimiento de ciertos países, Venezuela ha mantenido relaciones con países importantes que no han condenado su legitimidad. 5-China, que es una potencia importante y tiene relaciones comerciales y diplomáticas con muchos países occidentales. 6-Rusia sigue siendo un actor clave en la política global, aunque su reconocimiento ha disminuido tras la invasión de Ucrania en 2022. 7-EN ASIA: Vietnam. 8-Kazajistán. 9-Myanmar (Birmania) a pesar de golpe de Estado de 2021. 8-Tayikistán. 9-EN AFRICA: Sudán. 10-Uganda. 11-Rwanda. 12-Egipto.
CONCLUSIONES DE LA IA sobre la aceptación o reconocimiento de gobiernos autoritarios y dictaduras de parte de los Estados Unidos o de los países Occidentales: la aceptación se basa a menudo en consideraciones estratégicas, como la seguridad regional, los intereses económicos y la lucha contra el terrorismo. Las relaciones diplomáticas y comerciales a veces se priorizan sobre el apoyo a la democracia y los derechos humanos.
Es importante destacar que el contexto político es dinámico y puede cambiar, y la percepción de estos gobiernos puede variar significativamente en función de las circunstancias internas y las relaciones internacionales. La comunidad internacional continúa debatiendo la mejor manera d abordar estos regímenes mientras busca equilibrar la promoción de la democracia con la estabilidad y la seguridad. FIN DE LAS PREGUNTAS Y RESPUESTAS A LA IA.
Ufff! Bueno, esto es para que el lector tenga algunos elementos de juicio y entienda que las cosas no son tan fáciles como uno cree o desea. Las narrativas sobre cada país no son planas ni unívocas, como no son lineales ni evidentes las historias que, como las sombras de los camellos en el desierto, cambian de forma según cómo o cuándo el sol alumbra.
Tengo ahora como fondo el sonido del Canal TeleSur, canal venezolano, que es el más indicado para enterarse de lo que en realidad está pasando allá. Mejor que la CNN, FOX, BBC, DW, TVE, y otros tantos, créame. Escucho los gritos de alegría de los que apoyan a Maduro. Oigo sus canciones y eslóganes. No me identifico totalmente con ellos, no me gusta la retórica de los discursos grandilocuentes y teatrales de Maduro y sus adláteres –pero es que es toda esa idiosincrasia populachera con la cual uno no suele estar acostumbrado, pero que hay que aceptarla y reconocerla como se aceptan y reconocen las canciones de los llanos con sus vaqueradas y sus arepas, las hallaquitas de chicharrón, el pescado de río frito, con yuca o casabe, y el pisillo de res, de venados, de chigüire, de baba o de rayado, al estilo llanero, con guarapo, sí señor, todo eso es Venezuela, aunque a los venezolanos de Miami y de Madrid les duela! Tengo amigos que odian a Maduro y lo califican de imbécil, como hace Trump con muchos adversarios políticos. Yo lo vengo observando y oyendo cada vez con más atención, y me doy cuenta que de tonto no tiene un pelo el muchachón ese, pues ha ido mejorándose y afinándose según las circunstancias, y no se hagan ustedes ilusiones: ¡el hombre tiene el apoyo de una parte muy importante del pueblo, y el apoyo decisivo del ejército! ¿Que hay corrupción? ¡Pues hombre, hasta en el Vaticano la hay! O usted, ¿en qué planeta piensa que estamos?
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