Rompiendo el monocultivo informativo: Cultivando mentes críticas y analíticas

Héctor Raúl del Valle     abril 18, 2024

Última actualización: abril 17, 2024 10:27 pm
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Desde los primeros años de mi adolescencia cuando empezaba a prestar mayor atención a las noticias, me pude percatar de lo importancia de estar informado, además de la trascendencia de desarrollar un criterio propio y diversificar las fuentes donde escuchaba, leía o veía los reportes informativos.

Me parecía curioso como al alcance de un botón del televisor la narrativa podía cambiar radicalmente, como diferían los criterios de los fenómenos sociales tanto de un canal a otro, de un analista a otro, y como incluso los colores, sonidos y diseños influían en la percepción que la audiencia podía adoptar.

En concreto recuerdo como a principios de este nuevo siglo se generó tanta controversia alrededor de la apertura comercial que tuvo Guatemala firmando tratados de libre comercio con diversos países, lo cual lógicamente permitía deducir que para algunos intereses la competitividad le representaba un peligro a su comodidad, mientras que a otros les abría una ventana de oportunidades para crecer, prosperar y
desarrollarse.

Y es que, en esta era de la tecnología y la información en la que vivimos, donde un caudal enorme de opiniones, datos y reportes inunda nuestros dispositivos móviles, redes sociales y pantallas, surge la imperiosa necesidad de cultivar mentes críticas y capaces de discernir la verdad entre las trampas de noticias, opiniones y sesgos.

De acuerdo con datos de la Asociación Internacional de Poetas, Ensayistas y Novelistas PEN América, las fuentes de desinformación con mayor potencial de esparcir información sesgada son los grupos de interés especial o abogacía con 65%,

funcionarios, servidores públicos, personalidades y partidos políticos con 70%, y los “teóricos” de conspiración de derecha con un 76% de probabilidades.

Primero recordemos que ya no existe tal cosa como la derecha y la izquierda, son términos anticuados y desactualizados que para lo único que han servido es para discriminar y dividir la sociedad. Pero aunado a ello, es sencillo ver un ejemplo de lo anterior mencionado con los recientes incendios en el país, viendo como algunos comunicadores o influencers tergiversan la información generando una crítica sin fundamento a la actual administración y su actuar para contrarrestar estos incendios, sin si quiera considerar mínimamente que, por las pruebas presentadas, muchos de estos incendios son provocados por personas con obscuras intenciones.

Aún estamos a tiempo para adaptarnos al cambiante y constante ritmo evolutivo de nuestra existencia, en donde se incrementa la necesidad de abandonar este monocultivo y abrirnos a un jardín de información diversa, donde múltiples perspectivas florecen. Diversificar nuestras fuentes, consultar expertos de diferentes áreas, ser conscientes de nuestros propios sesgos y desarrollar un pensamiento crítico son
herramientas esenciales para navegar con mayor claridad.

Compartiendo información responsablemente, verificando antes de difundir y fomentando el diálogo abierto, podemos construir una sociedad más informada, crítica, analítica, y resistente a las trampas de la desinformación. Cultivar mentes críticas no solo es un deber individual, sino también una responsabilidad colectiva para defender la verdad y fortalecer la democracia.

Héctor Raúl del Valle
Internacionalista. Involucrado en simulaciones diplomáticas, participación ciudadana y dedicado al servicio.
[email protected]
@hrdelvalle

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