Los fallos en nuestra Política Exterior se deben en gran medida a la falta de una estrategia clara que permita al país no solo posicionarse como un actor importante en la región sino también aprovechar las oportunidades que nos brindan muchos de los países con quienes tenemos una larga historia de cooperación. Más allá de los problemas que el actual gobierno ha enfrentado en estos seis meses hay muchas oportunidades que están disponibles, pero pareciera que no nos importan o no tenemos la capacidad de hacer tanto a la vez. Lo primero lo descarto dado la capacidad de muchos de los profesionales con los que contamos en Cancillería, pero lo segundo es factible porque no estamos haciendo un uso debido de nuestro recurso humano debido a la falta de dicha estrategia.

Después del terrible desgobierno de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez, dos áreas fueron afectadas terriblemente. Primero la educación que fue nula durante la pandemia y después de la misma. Prácticamente perdimos una generación de chicos sin llegar a cubrir los contenidos mínimos de las materias elementales. Por otro lado, primero la pandemia, pero después el total descuido, desinterés y la corrupción, desnudó por completo un sistema de salud que atraviesa momentos críticos y que ya cobró a otra víctima con un cambio en el ministerio en este corto período de tiempo.

La administración del presidente Bernardo Arévalo necesita apoyo, mucho esfuerzo, pero también debe abrir los ojos y ver las oportunidades que tiene enfrente gracias a los países cooperantes. Japón, un gran amigo de Guatemala por décadas y de los pocos países que mantiene una cooperación técnica de gran nivel con nuestro país es una excelente opción para lograr reconstruir las falencias en nuestro sistema de educación, salud y muchos otros. Al contrario de temas eminentemente políticos o de cooperación financiera, Japón es un país que puede aportar intercambios académicos y puede evaluar con certeza e identificar prioridades en los grandes problemas en estas áreas que ya están sobre diagnosticadas pero que no logramos resolver problemas de fondo. Es aquí donde una cooperación con la Embajada de Japón es de gran utilidad. Primero, por la excelente disposición de la misma y su actual embajador Ryosuke Kuwana de colaborar con Guatemala y segundo porque sería una cooperación de primer nivel. De acuerdo con la agencia de análisis de datos alemana Statista (www.statista.com), Japón cuenta con el mejor sistema de salud solo detrás de Singapur. En términos de educación pública, de acuerdo a la misma agencia, Japón ocupa el décimo primer lugar por encima de otros importantes socios diplomáticos como Corea del Sur, Israel y Taiwán. Ante estos datos y ante una excelente disposición de la Embajada es una cuestión de tiempo para Guatemala aproveche esto.

Para muchos puede resultar fácil, solo ponerlo en una columna y esperar que las cosas pasen de la noche a la mañana y sé que no es así. Pero las oportunidades están y es importante aprovecharlas pero de forma adecuada y recordar también a nuestros socios estratégicos para temas de gran importancia nacional, de los que no cabe duda que Japón juega un papel sobresaliente.