El pasado lunes 29 de abril el nombre de Guatemala volvía a resonar en los medios de comunicación del mundo por las razones correctas. Julia Gagnon, guatemalteca-estadounidense se posicionaba en el top 7 de contendientes que participan en la 22 edición de la competición de canto American Idol.

Hace ya varias semanas se hizo eco de la historia de Julia, nacida en la Ciudad de Guatemala en 2002, y criada por sus padres adoptivos desde 2004 en el Estado de Maine. Y similar al caso de muchos compatriotas guatemaltecos residiendo en el extranjero, fuera de las limitantes que ofrece nuestro “país de la eterna primavera” le fue mejor.

Nos alegra de sobremanera cuando perfiles de guatemaltecos brillan en el extranjero, como mencionaba, Julia Gagnon, quien ojalá clasifique a la final de American Idol y gane; Nathaniel Mendez-Laing, prominente futbolista cuya carrera viene en ascenso en Inglaterra; Kevin Cordón, destacado badmintonista quien hace un par de semanas se clasificó a los Juegos Olímpicos de París; Marcos Antil, empresario y líder en el sector de la informática y tecnología, o María Mercedes Coroy, quien desde hace ya unos años brilla junto a las estrellas de Hollywood.

Estos son apenas un par de ejemplos de los muchos guatemaltecos y guatemaltecas que brillan en el extranjero en las artes, ciencias, negocios, disciplinas deportivas, etc. No obstante, permítanme hacer énfasis en no romantizar ni generalizar la situación de nuestros compatriotas migrantes, quienes realizan muchos sacrificios para poder mejorar sus condiciones y las de sus familias.

Así como empezaba a destacar el caso de Julia Gagnon a finales de Marzo, también nos enterábamos de que en el colapso del puente Francis Scott Key en la ciudad de Baltimore, dos compatriotas guatemaltecos quienes trabajaban en labores de mantenimiento perdían la vida en el trágico suceso.

Y es que hay muchos otros casos en los que nuestros hermanos y hermanas migrantes ni si quiera logra llegar a su destino, en el camino son abusadas, son abandonados a la deriva, son arrestados, son maltratados, y lamentablemente también son vilmente asesinados. Vivir en esta actual Guatemala es complejo, pero vivir afuera de ella tampoco parece ser una solución infalible.

Sin embargo, me pregunto por qué el estima y admiración hacia el país resulta ser mayor, tanto de connacionales como ajenos, cuando están desde afuera. ¿Será que los jóvenes con aspiraciones de cambio reciben mejor educación afuera que en escuelas descuidadas, universidades usurpadas o casas de estudio mercantilistas? o ¿Podría ser quizás que a pesar del esfuerzo que conlleva, los jóvenes profesionales obtienen un mejor ingreso afuera por exactamente las mismas labores que realizan en Guatemala?, que por capricho y avaricia las élites mantienen salarios miserables en contraste a una canasta básica duplica a las mediocres ofertas salariales.

¿O será quizás que aquellos defensores de la democracia, el Estado de Derecho y la justicia no encuentran cabida en las instituciones cooptadas que se han estado dedicando a la defensa de la impunidad, de la corrupción, y la persecución judicial de sus detractores?

Ciertamente no tenemos una única respuesta a estas interrogantes, pero si algo se sostiene en medio de la incertidumbre, es la voluntad política de cambiar las condiciones que supera a la malicia de aquellos que venían cómodamente drenando al Estado de su dignidad y recursos. Recordemos que la labor más importante se debe realizar aquí mismo, para honrar los esfuerzos de los migrantes guatemaltecos que con sus remesas y aportes sostienen la economía de este país, así como para garantizar que el desarrollo prevenga la necesidad de migrar para poder acceder a una calidad de vida digna.

Seamos pacientes, vigilantes, y diligentes, porque solo así lograremos tener la visión y narrativa que queremos de nuestra actual Guatemala, una visión propia y experimentada de cerca, enriquecida por el conocimiento obtenido afuera.  

Héctor Raúl del Valle es internacionalista. Involucrado en simulaciones diplomáticas, participación ciudadana y dedicado al servicio.

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@hrdelvalle