Camino de la verdadera independencia nacional de 1847

Fernando González Davison

septiembre 21, 2024 - Actualizado septiembre 20, 2024
Fernando González Davison

El 21 de marzo de 1847 se realizó un consenso entre liberales, conservadores y parte del estamento militar de Rafael Carrera, a la sazón presidente de Guatemala, y se decretó ese día como el día de la independencia al crear la República de Guatemala como ente soberano y democrático. Todo en medio del desorden que había producido un tremendo huracán que anegó y sublevó a los pueblos de la montaña. En medio de todo, al año siguiente, promovió elecciones y ganaron los liberales y les dejó el poder en sus manos. Esta es una parte del discurso de Rafael Carrera al renunciar a la presidencia en 1848 escrito por Alejandro Marure, que resume las acciones de Carrera como guerrillero, hombre fuerte y presidente de Guatemala:
«La insurrección que, por un designio de la Providencia divina, me colocó en 1837 y 1838 al frente de los pueblos conmovidos, fue un grande y terrible sacudimiento, que me impuso deberes desproporcionados a las capacidades de un hombre sencillo y no educado para gobernar. Penetrado de mi insuficiencia rehusé por largo tiempo hacerme cargo del Gobierno al que reiteradas veces fui llamado por la Asamblea Constituyente…
“Las masas del pueblo sufrían y se agitaban por las divisiones a la discordia de los que ejercía la autoridad; extrañas a los motivos de estas desavenencias y a los intereses que en ellas se debatían, solo alcanzaba los sufrimientos que eran consecuencia necesaria de le trastorno, del mal gobierno y de los experimentos legislativos que se habían querido ensayar en nuestro pueblo… origen de tantas discordias. El primer sentimiento de los que en mí pusieron su confianza, era el hacer cesar los males y la guerra que producía esta aplicación inconsiderada… en 1837”.
“Reintegrar a los pueblos en la posesión de sus costumbres, de sus hábitos, de su modo peculiar de ser y principalmente, aquietar la conciencia de las gentes sencillas que había dio turbada por un lamentable olvido. He ahí otro de los deberes que me fueron impuestos…”.
“Dos terceras partes de la población de la República son indígenas, que a mi ingreso a Guatemala en 1839 estaban casi todos sublevados… Contra todo lo que se temía alcanzó mi influencia a apaciguarlos, y las leyes que luego se dieron, mandando no turbarlos en sus usos y costumbres… Es necesario dar una especial y cuidadosa protección a la clase indígena… Bajo de ella, ha sido la base de la prosperidad de estos países, porque es la clase que labra la tierra…”.

      Dado que los liberales ganaron las elecciones en 1848 tras crearse la república el año anterior, Carrera, sin deseos de enfrentarlos, empezó a preparar maletas. Estaba muy cansado luego de recuperar la plaza de Quetzaltenango, de perseguir a los bandoleros de oriente y de forzar el traslado  de poblados donde se escondían los facciosos. Y de pedir préstamos forzosos a los ricos para poder comprar municiones y armas. También no quería enfrentar más a sus compañeros rebeldes de la montaña, como los hermanos Cruz, que se habían pasado al lado de los sublevados  José Lucío, Francisco Carrillo, Roberto Reyes, Mauricio Ambrosio, José Dolores Nufio, León Raimundo y Agustín Pérez. Además, el rebelde Nufio ocupó Izabal y se hizo del dinero de los impuestos del comercio exterior y puso en prisión al general Paiz a cargo del puerto. Algunos de estos rebeldes se declararon favorables a los liberales, lo que fue la gota que colmó el vaso y Carrera decidió partir a México como planeado antes que ser defenestrado por los diputados liberales en la Asamblea Constituyente recién instalada. Le pidió a Marure que escribiera un resumen histórico de sus ejecutorias político-militares en el Estado y, con esas hojas en mano,las leyó en su discurso de despedida ante  los diputados en el foro. Enseguida presentó su renuncia para que la Asamblea Constituyente escogiera al presidente sustituto de manera temporal. Días después, protegido por un pelotón, partió con su familia en una diligencia y una carreta con sus bultos rumbo a la frontera con México, él montado a caballo al frente del pelotón.  Pernoctaron en Antigua Guatemala,  Quetzaltenango, Huehuetenango, donde vieron con asombro las altas cumbres de los Cuchumatantes. Días después, pasando la frontera, se asentaron en Comitán.

         La Asamblea en su lugar había votado para presidente a un perfecto desconocido, Fernando Martínez, quien nada pudo hacer por controlar a  los bandoleros de oriente ni negociar con ellos, mientras los liberales se dividían como de costumbre. A las semanas Martínez  se vio rebasado por una enfermedad y no pudo dialogar con los rebeldes. Los diputados lo relevaron del cargo y votaron a favor de Bernardo Escobar que sí lo hizo pero no aceptó los términos de los rebeldes, y tuvo el mismo resultado desalentador, hasta que nombraron al general Mariano Paredes, para que, como militar, rescatara a la sociedad del fango.

       Carrera, luego de asentarse en Comitán, se dio por visitar Yucatán y Campeche con Sotero y se admiró de la variedad de paisajes y las playas en el golfo de México . Al volver con Petrona y sus hijos se enteró que sus bienes inmuebles fueron confiscados por la Asamblea y  lo condenó  a muerte si ponía un pie en su patria. En una carta, Chepita le contó la violencia verbal que sufría de damas encumbradas ahora que su hombre había perdido el poder. Los agravios verbales de las esposas de los criollos eran en verdad reflejo de un odio racista porque en verdad los criollos lo detestaban y le decían que jamás permitirán que vuelva ese rufián. 

    El liberal Francisco Barrundia en la Asamblea propuso una nueva fecha para la independencia en lugar del 15 de septiembre de 1821. Dijo que cuando  Carrera firmó la creación de la República de Guatemala en consenso el 21 de marzo de 1847 quedó pendiente su ratificación por una Asamblea, por lo que propuso que la misma, de mayoría liberal, la debía confirmar. Y así se hizo el 15  de septiembre de 1848 quedando fija la fecha de independencia plena el 21 de marzo de 1847 al gusto de liberales y conservadores, desplazando a unos pocos que preferían como fecha el 15 de septiembre de 1848. 

       Como corolario yo optaría como nueva fecha de independencia el 21 de marzo de 1847 porque surgió al crearse la República de Guatemala en consenso entre liberales, conservadores y el estamento militar de fuerte raigambre popular, no por un acuerdo de una élite como sucedió en 1821.

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