Mientras en Guatemala las investigaciones relacionadas con el narcotráfico y la forma en que estos pagan sobornos a funcionarios públicos y operadores de justicia no avanzan, en Estados Unidos se lleva a cabo un juicio contra un abogado guatemalteco, quien según las autoridades estadounidenses, habría cobrado miles de dólares a narcotraficantes guatemaltecos con la finalidad de pagar sobornos a fiscales y jueces corruptos.
Jorge Augusto Solares Ruano es un abogado guatemalteco que se entregó a la justicia estadounidense en diciembre de 2023 tras conocer que había un proceso en su contra por facilitar el trasiego de drogas a Estados Unidos por medio de su colaboración con los narcotraficantes en la liberación de por lo menos un narco capturado con una tonelada de cocaína, el cual fue liberado por un juez que habría recibido sobornos de dinero del cartel.
Según las investigaciones de los agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), Solares pagó a un fiscal y a un juez para que fuese liberado Smayly William Thomas Ventura Mazariegos, quien había sido capturado transportando más de una tonelada de droga perteneciente a un cartel de San Marcos.
Las lanchas que salen de Guatemala a mar abierto
La investigación alrededor de la droga incautada inició el 24 de marzo de 2019. Un agente de la DEA de apellido Chang explicó en su declaración jurada que debido a su conocimiento sobre las operaciones del narcotráfico en esa región y las investigaciones en las que había participado, sabía que grandes cantidades de droga provenientes de Colombia eran enviadas en embarcaciones grandes, mientras que pequeñas lanchas salían a mar abierto a recibir los cargamentos a las costas de Guatemala, para después transportar la droga por tierra hasta la frontera con México, en donde era vendida a narcotraficantes de ese país.
El agente de la DEA narró que ese 24 de marzo interceptaron una comunicación por medio de mensajería Blackberry (BBM), en la cual el usuario con el nombre “Chilena” informó a un usuario con el nombre “Centenario”, que él creía que llegaría el jueves, a lo que Centenario respondió: “Está bien, compañero. Aquí estamos listos para la fiesta”.
La comunicación giraba en torno a una transacción de droga, la cual fue interceptada en mar abierto por la Marina mexicana el 28 de marzo, luego de que la DEA proporcionó la información sobre las coordenadas interceptadas según la conversación entre Centenario y otro operador de la estructura de narcotráfico con el seudónimo de “Ore”.
El informe del agente señala que un avión de la Secretaría de Marina de México avistó un semisumergible en mar abierto mientras transfería objetos a tres embarcaciones pequeñas, dos de las cuales fueron identificadas como “Jordan” y “Luz Candy”, en el mar, una embarcación militar mexicana persiguió al semisumergible que huyó a la costa y fue abandonado en una playa cercana a la frontera entre México y Guatemala, en donde los narcotraficantes descargaron la droga, aunque dejaron abandonados dos paquetes que contenían cocaína, los cuales estaban marcados con el identificador “Éxito”, mismos que fueron recuperados por la Marina mexicana.
Dos kilos que los delataron
Las conversaciones posteriores entre los narcotraficantes a través de BBM identificaron que de 4 mil 260 kilos de cocaína que llevaba el semisumergible, dos kilos fueron abandonados por la prisa y dos más se habían mojado. “Las dos cosas quedaron ahí. No tuvieron tiempo de hundirlo porque estaban rodeados”, explicó Centenario a otro narcotraficante con el seudónimo de “Canaan” por medio de mensajes telefónicos.
Los narcotraficantes conversaron por medio de mensajería instantánea sobre la venta de la droga que tenían en su poder y hablaron de comerciar solo una parte a un comprador que estaba ofreciendo US$14 mil 800 por kilo, al cual solo le venderían 500 kilos porque querían esperar a que el valor del estupefaciente subiera un poco más.
En la conversación por mensajería instantánea los narcotraficantes coincidieron en que la zona“ estaba caliente”, porque habían “agentes sin identificar” en el área, por lo que pidió que moviera la droga a “Limositos” (sic), en donde Canaan tenía una casa y la entregarían cuando bajara la tensión.
Un día después de la conversación, las autoridades guatemaltecas detuvieron un vehículo que era manejado por Smayly William Thomas Ventura Mazariegos, en un camino de terracería que conduce de Tecún Umán a la aldea Limoncitos, en Ocos, San Marcos, en donde Carlos Preciado Navarijo, condenado en Estados Unidos a 10 años de prisión por narcotráfico, tenía el control de la zona.
En ninguno de los reportes sobre el abogado del narcotraficante se señala si Preciado Navarijo era el dueño de la droga incautada o tenía alguna vinculación, debido a que solo se habla sobre conspiradores y testigos. Sin embargo, todos los indicios apuntan a su vinculación con este caso, en el cual debido a que se declaró culpable y aceptó colaborar con las autoridades, podría testificar en contra de Solares Ruano.
La droga incautada a Smayly Ventura, según los reportes de las autoridades en 2019 ascendía a 933 kilos, aunque un posterior pesaje previo a la incineración encontró que en realidad la cantidad incautada era de 1,111 kilos debido a que cada paquete contenía más de un kilo de cocaína, los cuales estaban marcados con la palabra “Éxito”.
El abogado del narco entra en escena
Luego de la captura de Ventura Mazariegos, los narcotraficantes de San Marcos se pusieron en contacto con el abogado Jorge Augusto Solares Ruano, a quien llamaban “Pelón”.
Solares Ruano era el contacto entre la estructura de narcotraficantes y el juez y los fiscales, quienes por un lado debían liberar a Ventura Mazariegos utilizando cualquier argucia legal, mientras que los fiscales debían obviar las apelaciones o ignorar que el juez había liberado a un implicado aún con toda la evidencia con que se contaba.
Según la declaración del agente de la DEA, Solares Ruano mantenía comunicación tanto con el juez y los fiscales, como con los narcotraficantes. En una de las conversaciones, los narcotraficantes les ofrecieron pagar con vehículos, sin embargo, la respuesta de quienes debían ser sobornados fue que solo aceptaban efectivo.
Solares les informó a los narcotraficantes que para poder liberar a Ventura Mazariegos necesitaba “300”, lo cual según las autoridades estadounidenses significaba US$300 mil (aproximadamente Q2.4 millones)
Uno de los narcotraficantes guatemaltecos capturado por Estados Unidos y que se declaró culpable de narcotráfico señaló que él personalmente mantuvo conversaciones con Solares Ruano para hablar sobre el pago de sobornos al juez y al fiscal a cargo del caso.
En la declaración del narcotraficante condenado, este señaló que inicialmente Solares Ruano pidió US$400 mil para pagar los sobornos, US$200 mil servirían para sobornar al juez, mientras que US$100 mil serían para el fiscal y US$50 mil para el abogado defensor de Ventura Mazariegos y Solares Ruano se quedaría con los restantes US$50 mil en concepto de honorarios por haber facilitado el pago de sobornos.
Al final, los narcotraficantes entregaron aproximadamente US$300 mil según el agente Chang, pero el abogado les advirtió que Ventura Mazariegos no sería liberado de inmediato para evitar que la prensa indagara sobre el caso, debido a que la incautación de esa cantidad de droga había levantado el interés de la prensa local.
Al final, Ventura Mazariegos fue trasladado al Sanatorio Privado Génesis, según la información disponible en el Organismo Judicial y fue liberado el agosto de 2019 menos de cinco meses después de haber sido capturado con más de una tonelada de droga en su vehículo.
eP Investiga solicitó al Organismo Judicial el nombre de los jueces que estuvieron a cargo durante 2019 en el juzgado de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente de Coatepeque, Quetzaltenango, sin embargo, no se obtuvo respuesta al respecto.
Además de los sobornos pagados por la liberación de Ventura, Solares Ruano también había recibido dinero para pagar sobornos a jueces y fiscales corruptos para liberar a un grupo de cinco detenidos en una embarcación que transportaba aproximadamente 900 kilos de droga.
En los círculos del narcotráfico, Solares Ruano era conocido por ayudar a liberar a narcotraficantes y por esta misma razón era contratado, a su vez, trabajaba con un abogado estadounidense, quien representó a varios narcotraficantes guatemaltecos en Estados Unidos, quien intentó defenderlo en el actual proceso que se sigue en su contra.
Abogado del Pocho y de Preciado
Scott Tully Kalisch, un abogado estadounidense que empezó defendiendo a capos del narcotráfico colombiano en 2007, intentó ser abogado de Solares Ruano, pero fue señalado por la fiscalía estadounidense por haber trabajado de la mano de este en la defensa de narcotraficantes guatemaltecos.
Según la fiscalía: “La asociación entre el señor Kalisch y el demandado (Solares) era de naturaleza lucrativa”.
“Su colaboración simbiótica en los Estados Unidos y Guatemala involucró a un grupo de importantes traficantes de cocaína guatemaltecos…Varios traficantes de cocaína guatemaltecos que desde entonces han sido condenados en Estados Unidos fueron alguna vez clientes o posibles clientes del Sr. Kalisch. De hecho, tanto el Sr. Kalisch como Ángel Gaytán (otro abogado guatemalteco a quien las autoridades estadounidenses señalan de ser parte de la estructura de Solares) asistieron a algunas de las reuniones, entre estos, traficantes de cocaína guatemaltecos y las autoridades estadounidenses.”, señalaron los fiscales en su oposición a que Kalisch fuera aceptado como abogado de Solares Ruano.
Según los registros públicos de la justicia estadounidense, Kalish fue abogado de Erik Salvador Suniga Rodriguez (El Pocho), exalcalde de Ayutla acusado por narcotráfico por Estados Unidos, quién falleció antes de ser enjuiciado.
El abogado estadounidense también fue defensor del también exalcalde Carlos Danilo Preciado Navarijo, hijo de la alcaldesa Edilma Elizabeth Navarijo de León y hermano de la congresista, Vivian Preciado Navarijo. Navarijo fue condenado a 120 meses de prisión tras aceptar su culpabilidad y ofrecer colaborar con la justicia estadounidense.
El caso de Solares Ruano, podría ser uno de los casos en los que colabora el exalcalde, ya que al igual que El Pocho, Kiko, como era conocido dentro del mundo criminal, operaba en la costa de San Marcos, en donde el abogado Solares Ruano habría ayudado a liberar al responsable de transportar la droga que fue llevada hasta las costas guatemaltecas.
Otro de los narcos guatemaltecos que defendió Kalisch fue Alfredo Ramón Marroquín Escobar, también con operaciones en la costa de San Marcos. Tras declararse culpable, Marroquín fue sentenciado el año pasado a 135 meses de prisión, pero a principios de este año, tras colaborar con la justicia estadounidense, su pena fue reducida a 108 meses de prisión. Marroquín también aceptó colaborar con la justicia estadounidense.
Otro de los casos que llevó Scott Kalisch fue el del guatemalteco German Alfredo Cortez Melgar condenado a 210 meses de prisión y también vinculado con los cargamentos de droga recuperados en el mar.
Cortez Melgar fue condenado junto a Brandon Geovanni Divas Argueta y Geovanni Divas Estrada, el primero condenado a 108 meses de prisión y el segundo a 210 meses al igual que Cortez Melgar.
Según los registros migratorios de Kalisch en Guatemala, éste empezó a visitar el país el 17 de septiembre de 2014, en un vuelo proveniente de Colombia, tres días después, salió de Guatemala rumbo a Estados Unidos.
Tras este primer viaje, las visitas del abogado al país se empezaron a hacer cada vez más frecuentes. En 2015 llegó a Guatemala en tres ocasiones, sus visitas no parecían de turismo, sino más bien de negocios, en las tres ocasiones que viajó en 2015 sus visitas fueron de tres y cuatro días.
En 2016 volvió a visitar el país en tres ocasiones, su permanencia según los reportes migratorios fue de tres días contando el día en que llegó al país.
Para 2017, cuando se conoció la acusación en contra de Cortez Melgar, a quien defendería en Estados Unidos, sus visitas se duplicaron. En total Scott Kalisch visitó el país en al menos siete ocasiones.
Una de estas visitas ocurrió el 20 de agosto de 2017, seis días antes de que Cortez Melgar fuera detenido por las autoridades guatemaltecas, días después de la captura, el 7 de septiembre de 2017 regresó al país y permaneció de nuevo por tres días.
En 2018 volvió a regresar al territorio nacional al menos en cinco ocasiones, mientras que en 2019 lo hizo en seis, para 2020 en medio de pandemia, Kalisch sólo visitó una vez Guatemala, mientras que en 2021 lo hizo en tres ocasiones, en 2022 los registros no muestran visitas mientras en 2023 llegó al país en una ocasión.
Abogado de Martínez Morales, nuevo abogado de Solares
El pasado 20 de agosto, el abogado Alexei Schacht, se presentó ante la justicia estadounidense como abogado defensor de Solares Ruano.
Schacht presentó la demanda del exjefe del Centro de Gobierno y pareja sentimental de Alejandro Giammattei, Luis Miguel Martínez Morales, en contra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos quién lo sancionó bajo una orden presidencial emitida por el ex presidente Donald Trump y lo señaló que estar implicado en exigir sobornos.
Schacht ha sido abogado de varios de los capos del narcotráfico más importantes de Latinoamérica y lo muestra en su página web en donde señala entre sus clientes a Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, líder del “Clan del Golfo”, un sanguinario cártel colombiano vinculado a paramilitares. Otoniel fue condenado a 45 años de prisión y se le acusó además de trasegar droga, de ordenar la ejecución de agentes del orden, militares y civiles colombianos.
El abogado de Solares y de Martínez lo fue también de Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, otro narcotraficante colombiano integrante del Cartel del Norte del Valle de Colombia, condenado a 20 años de prisión, a pesar de que reconoció ser el responsable del asesinado de 150 personas. La reducción de su condena se debió a que fue uno de los testigos clave en el juicio en contra del Chapo Guzmán.
Otro caso que Schacht presume es el de la organización criminal “Los Comba”: “Mr. Schacht logró una sentencia de 77 meses para este miembro de alto perfil de la organización de «Los Comba», a pesar de que su defendido estaba acusado de múltiples homicidios y de que era miembro de una organización que traficaba cantidades masivas de cocaína. Estados Unidos v. Feithert Aponte a/k/a “Tomas” (Distrito Este de Nueva York)”, se lee en su página web.
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