Foto: MSPAS

Entre los denunciados se encuentran el exdirector del hospital, Juan Roberto Castro; la exjefa de Presupuesto, Angélica Francisca Morán; el exjefe de Abastecimiento, Cristian Moscoso Pérez; el exjefe de Mantenimiento, Mario Augusto Rivera Okay; el exgerente administrativo financiero, Mario Raúl Herrera Barrios; y Luis Arturo Chávez, quien también fue titular del hospital en otro momento. Además, se señala al contratista Douglas Alexis Espinales Baños, cuyo nombre fue mencionado en la denuncia inicial de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) por el caso Eureka B410.

Según la investigación del MSPAS, estos funcionarios aprobaron y firmaron contratos para obras que no se ejecutaron, permitiendo que millones de quetzales fueran desviados sin respaldo documental. La denuncia es parte del caso Eureka B410, que reveló un esquema de corrupción en la administración de fondos públicos.

Durante la conferencia de prensa, Mynor Melgar, oficial de Probidad del MSPAS, explicó que la necesidad de un banco de leche en el Hospital Roosevelt se identificó desde 2010. Pero la ejecución del proyecto enfrentó retrasos y hasta 2023 se publicaron eventos de contratación. 

“Por tratarse de eventos que superan el millón de quetzales, necesariamente tendría que hacerse a través de un proceso de licitación. Sin embargo, los eventos que se realizaron fueron a través de compra directa”, afirmó Melgar.

A pesar de la adjudicación de múltiples contratos, en el lugar destinado para la construcción no existe ninguna infraestructura. Según indicó Melgar, el banco de leche se construyó únicamente en documentos.

La investigación reveló que, además de la construcción del banco de leche, se adjudicaron contratos para instalación de puertas, ventanas y pintura en un edificio que no existe. “Se publicaron en Guatecompras, se adjudicaron algunos sobre el imaginario de que ahí había un banco de leche y esos fueron pagados también a otros proveedores”, explicó Melgar.

Este caso forma parte de un esquema de fraude más amplio en el Hospital Roosevelt, que incluye pagos por mantenimiento de calles internas y remodelaciones que tampoco se realizaron. 

Según Melgar, se contrataron tractores y maquinaria pesada para supuestos trabajos en el hospital que jamás ocurrieron.

Impacto económico para el hospital

Según las autoridades, el fraude vinculado al banco de leche generó una deuda de arrastre de Q235 millones, afectando la operatividad del hospital y desviando fondos hacia pagos irregulares. “Entender la lógica del banco de leche y la lógica que se hace sobre la persona que se pidió ser investigada es entender también la deuda de arrastre que se hizo pagar al hospital”, puntualizó Melgar.

La denuncia presentada ante el MP incluye documentación que evidencia adjudicaciones fraudulentas y pagos a proveedores sin respaldo. “Nosotros mencionamos a las personas que ocupan esos cargos y que sus firmas aparecen en algunos documentos. Obviamente, el señor Douglas Alexis Espinales Baños, que es la persona que se mencionó por la SAT en la conferencia, y a las personas que ocupaban esos cargos en aquel momento”, detalló Melgar.

Una práctica reiterada de corrupción

El caso del banco de leche en el Roosevelt forma parte del esquema de fraude identificado en el caso Eureka B410. Durante la conferencia, Julio Flores, titular de la Comisión Nacional contra la Corrupción, explicó que estas prácticas se han repetido en otros hospitales y entidades públicas.

También destacó que este caso se suma a las 236 denuncias de corrupción presentadas por el Ejecutivo. “Queda una vez más evidenciado que la corrupción roba dinero, roba hospitales, roba escuelas, roba oportunidades y hasta roba vidas”, enfatizó.

El Ministerio de Salud y la Comisión Nacional contra la Corrupción instaron al MP a investigar y procesar a los responsables. Sin embargo, funcionarios del Ejecutivo han expresado su preocupación por la falta de avance en procesos similares y la tendencia del ente investigador a desestimar denuncias. “Más del 17% de las denuncias con una celeridad anormal ha avanzado hacia desestimaciones o archivos”, advirtió Flores.