De acuerdo con el fiscal del condado, Ari Rottenberg, Zapeta prendió fuego a la ropa de la mujer, quien estaba aparentemente dormida, utilizando un encendedor. Luego avivó las llamas con su propia camisa, lo que ocasionó heridas fatales a la víctima, quien aún no ha sido identificada.
Aunque no expresó ni una palabra, el fiscal detalló durante la audiencia del 24 de diciembre que Zapeta declaró bajo interrogatorio que no recordaba lo sucedido y que consume alcohol con regularidad. Por el momento, permanecerá bajo custodia hasta su próxima audiencia programada para el viernes 27 de diciembre.
El caso ocurrió en el sistema de transporte público de Nueva York, uno de los más concurridos del mundo, con un promedio de más de 5 millones de usuarios diarios. La estación Coney Island-Stillwell Avenue, donde ocurrió el ataque, es una terminal importante del metro de Brooklyn.
La comunidad guatemalteca en Nueva York es una de las mayores poblaciones migrantes latinas en la ciudad, y este caso ha captado la atención tanto de los medios de comunicación locales como de Guatemala. Las autoridades aún no han identificado a la víctima ni han proporcionado detalles sobre los posibles motivos detrás del ataque, aunque se presume que Zapeta no la conocía.
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