Elección de Cortes debilita consensos y rompe alianzas en el Congreso

Las recientes votaciones en el Congreso de Guatemala para elegir a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la Corte de Apelaciones han dejado en evidencia que no hay un solo grupo que tenga el control total del legislativo para tomar estas decisiones y los acuerdos se rompen con facilidad. Además, expertos critican los resultados, los cuales no garantizan una renovación real en el sistema judicial.

Jovanna García

octubre 12, 2024 - Actualizado octubre 12, 2024

El oficialismo del Movimiento Semilla vio cómo sus candidatos clave para la CSJ fueron desplazados por otros perfiles inesperados, lo que evidenció rupturas en los acuerdos previos y acusaciones de traición.

La bancada oficial impulsó a Mario Mancilla, Astrid Morales y Erwin Iván Romero como parte de una lista consensuada entre la mayoría de los bloques legislativos, pero estos candidatos no obtuvieron los votos necesarios. En su lugar, fueron electos Gustavo Adolfo Morales Duarte, Jenny Noemí Alvarado y Clemen Vanessa Juárez, quienes contaban con el respaldo del partido opositor VAMOS, liderado por el diputado Allan Rodríguez.

La elección de magistrados en el Congreso dejó imágenes nuevas. El diputado Rodríguez, quien semanas atrás cuando se aprobó la ampliación presupuestaria se mostraba debilitado y estresado por esa decisión, el reciente jueves 3 y martes 8 de octubre pasó a aplaudir, orar y reír en el pleno junto a su grupo. Como si se tratara de un partido de fútbol, aplaudía cuando un candidato que apoyaba, alcanzaba los votos para ser magistrado.

Rodríguez no solo celebró las aparentes hazañas políticas que logró junto a sus diputados aliados al alcanzar las magistraturas de varios togados; también haberle restado votos a la alianza del Movimiento Semilla y que sus candidatos no fueran lo suficientemente votados. Por ejemplo, cuando el padre de la excandidata a diputada Marcela Blanco, Ignacio Blanco Ardón, obtuvo solo 36 votos. 23 del oficialismo, tres de Cabal, dos de VOS, uno de Winaq, 2 de BIEN, tres de VAMOS y dos de la UNE. Rodríguez aplaudió.

También los diputados Adim Maldonado y Esduin Jerson Javier “3 Quiebres”, se acercaron en varias ocasiones al diputado Allan Rodríguez, algo muy distante a las imágenes del inicio de la legislatura cuando ambos diputados apoyaban a Semilla para presidir la junta directiva.

El diputado Maldonado aseguró a este medio, en un reportaje realizado en abril, a tres meses de gestión legislativa, que la alianza con Semilla no significaba estar permanentemente votando con el oficialismo, sino que era por “temas”. Y, aunque diversas fuentes aseguran que él fue quien promovió romper los consensos en esta elección de magistrados, declaró ante los medios de comunicación estar tranquilo de lograr una CSJ “balanceada”. 

“Hay de todos los sectores involucrados; eso va a hacer que en los próximos cinco años, haya una Corte que realmente piense en la estabilidad jurídica del país (…) tal vez no todos están contentos, pero así es el Congreso, es dinámico, días se gana, días se pierde, siempre he dicho que nos vamos a ir por tema. En ciertos temas vamos a estar de acuerdo y en otros no”, indicó.

Maldonado no escatima en reconocer que su bloque votará según su conveniencia. “Hablar de una aplanadora, es prematuro”, dijo la noche del 3 de octubre.

Pese a que Maldonado expresa con claridad que no tiene una alianza definitiva con ningún partido, su bloque legislativo está fraccionado en al menos cuatro partes. Hay divisiones notorias que no permiten ver consenso interno. Esto también lo señala el diputado electo por Semilla, Samuel Pérez.

“Casi no hay bancadas, la única que se mantiene sólida es Semilla y de ahí se pulverizaron en diferentes facciones, hubo traiciones entre los liderazgos entre los diferentes bloques, vimos el caso de Adim Maldonado que se fue a pactar con Allan Rodríguez y Felipe Alejos y de ahí empezaron a votar divididos entre su propio grupo”, señaló la noche del 8 de octubre tras finalizar la elección de magistrados suplentes de la Corte de Apelaciones.

Por otro lado, esta elección de Cortes también mostró que el partido oficial, en aras de buscar alianzas con la mayor parte del Congreso, se acercó a Sandra Torres a través de su hija, Lourdes Teresita de León. Esto para lograr los votos necesarios. 

Aunque Maldonado acusó a Pérez de reunirse con Torres ante el medio Soy502, el diputado de Semilla aseguró que no fue así, que únicamente dialogaron con De León. 

“Ella es diputada, lidera una bancada de entre 12 y 14 personas de la UNE con quienes teníamos que por lo menos explorar la posibilidad de un consenso entre los listados que teníamos como preferencia y la verdad es que encontramos un montón de coincidencias”, dijo Pérez en un Tik Tok Live de la bancada la tarde del 7 de octubre.

Según otras fuentes legislativas, la excandidata a la presidencia habría presionado a sus hijas, Lourdes y Nadia de León del bloque Nosotros, para apoyar a Semilla; sin embargo, en la elección de Corte de Apelaciones, la última prefirió ausentarse del hemiciclo para algunas votaciones y así evitar votar con Semilla.

Elección de Cortes “grises”

El resultado ha sido duramente criticado por diversas voces por la falta de una verdadera renovación en el sistema judicial. Carmen Aída Ibarra, analista política y observadora de procesos de elección de Cortes desde el Movimiento Projusticia, señala que lo que se ha presentado como un avance hacia la transparencia es, en realidad, una continuidad de los mismos actores que han controlado el poder judicial durante años.

“No tenemos realmente una renovación de Cortes en el sentido profundo de la palabra. Lo que tenemos es un montón de rostros ya conocidos que pasan de la Sala de Apelaciones a la Corte Suprema de Justicia”, explicó a eP Investiga, subrayando que la mayoría de los nuevos magistrados ya formaban parte del sistema judicial, lo cual cuestiona su independencia​.

Ibarra señaló que estos magistrados no solo son figuras conocidas, sino que algunos de ellos tienen en su historial fallos controvertidos, lo que genera preocupación sobre su capacidad para impartir justicia de manera imparcial. “La mayoría de los que están en la CSJ son conocidos precisamente por sus resoluciones controversiales y por estar muy vinculados a grupos de interés”, advirtió.

Una de las mayores críticas que Ibarra ha lanzado es que la elección de magistrados no ha estado guiada por un análisis profundo de la idoneidad de los candidatos, sino por pactos políticos que se realizaron tras bambalinas. 

“En el Congreso se vio que había una fuerza de bloques que votaron en conjunto más por sacar adelante una votación que por estar aliados en sus ideales”, dijo. Esta situación evidencia, a su juicio, que las votaciones no reflejan una voluntad genuina de independencia judicial, sino más bien la consolidación de acuerdos políticos que favorecen a ciertos sectores.

La experta indicó que ante el panorama actual, aún está pendiente la forma en que se integren las Cámaras dentro de la Corte, lo cual será clave para determinar el futuro de la justicia en Guatemala.

Roberto Alejos, exdiputado y constitucionalista, destaca que los acuerdos y desacuerdos entre los bloques legislativos fueron clave para los resultados finales, revelando cómo las dinámicas políticas dictaron la elección de los magistrados.

Subrayó el papel determinante de la Corte de Constitucionalidad (CC) en este proceso, mencionando que su intervención impuso límites al Congreso y evitó que se repitieran los problemas de retardo del pasado. 

El exdiputado destacó que los acuerdos entre partidos se rompieron en el último momento, lo que afectó la elección de algunos magistrados propuestos por el oficialismo. “Lo que ahora anda entre bambalinas es que hubo molestias por el ingreso de Sandra Torres a esos acuerdos, lo que hizo que otros diputados ya no votaran por tres magistrados relacionados con ella, a pesar de ser los que el gobierno consideraba como mejores opciones”, explicó. 

Este cambio de planes, a su juicio, llevó a que candidatos menos esperados fueran electos, algo que, según Alejos, demostró que el Congreso actuó más como una entidad política que como un órgano independiente.

El papel de las alianzas fue fundamental, y Alejos destacó que algunos diputados cambiaron sus votos cuando vieron que ciertos candidatos ya contaban con la mayoría necesaria. “Cuando alguien llega a 81 votos, muchos se suman al grupo ganador para no quedarse fuera, y esta dinámica fue clave en estas votaciones”, afirmó.

eP Investiga conversó con el diputado del Movimiento Semilla, Román Castellanos, quien mencionó que aunque había una lista de consenso que parecía sólida, varios bloques importantes se salieron del acuerdo y terminaron votando por los candidatos impulsados por la oposición, resonando en el hemiciclo que hubo traiciones.

“Esta votación es particular porque de alguna manera los diputados saben que el resultado les afecta, determina el quehacer político de cada uno. Cada uno empieza a buscar de qué manera garantizar su protección, continuidad, incluso de no persecución y criminalización. Todos se ponen en modo supervivencia”, dijo.

Aunque destaca que las traiciones en el pleno eran probables, ve la lealtad como algo importante. “Era un riesgo latente, estaba ahí presente, uno entra al Congreso con algunos acuerdos pero ahí pueden cambiar. No deberían porque sobre todo en el espacio del Congreso, hay diputados que reclaman el compromiso de la palabra y el respeto de los acuerdos, que hayan cambios así genera desconfianza. Pero seguramente hay factores o presiones que uno desconoce. Sería ingenuo no considerar esa probabilidad así que sí había riesgo”, dice.

Castellanos subrayó que muchos diputados decidieron cambiar su voto en función de garantizar su propia estabilidad política, algo que concuerda con el análisis de Alejos. “Los diputados, al ver que algunos candidatos ya contaban con suficientes votos, cambiaron de bando. Es una forma de autoprotección política para evitar futuras repercusiones o represalias por parte de aquellos que finalmente resultaron electos”, explicó.

El legislador destacó que muchos de los diputados, al cambiar su voto, estaban guiados por un sentimiento de protección personal, más que por el compromiso con los acuerdos políticos previos. 

Para Castellanos, lo que sucedió en estas votaciones no solo afectó la elección de magistrados, sino que también tendrá repercusiones en futuras decisiones del Congreso, como la aprobación del presupuesto y la elección de la nueva junta directiva. “Estas traiciones dejan en claro que los acuerdos en el Congreso son muy frágiles y cualquier decisión futura estará sujeta a este tipo de negociaciones”, comentó​.

“Habrá que juzgar a esta Corte conforme a sus resoluciones a partir de ahora, porque lo que hemos visto en general en estos actores de poder es que siempre tienden a cambiar de posición según la correlación de fuerzas. La sociedad en general está demandando cambios y de alguna manera leen y entienden este fenómeno, podrían acoplarse a este deseo del cambio”, concluyó. 

Las autoridades indígenas Maya y Xinka de Guatemala han emitido un comunicado en el que expresan su profunda preocupación por el reciente proceso de elección de magistrados de la CSJ y la Corte de Apelaciones. «Nos causan aberración y repugnancia las negociaciones que en nombre del pueblo de Guatemala realizaron la mayoría de diputados para elegir Magistrados y Magistradas de forma exprés y poco transparente», denunciaron. Además les parece que este proceso es una clara señal de la «putrefacción y obsolescencia» del sistema de elección de los jueces de las altas cortes del Estado​.

Mariana Reyes, analista de la organización Be Just, señala que este proceso de elección de magistrados estuvo plagado de sorpresas, no solo por las alianzas inesperadas entre bancadas, sino también porque los diputados, de manera individual, favorecieron a ciertos perfiles sobre otros. 

«Lo más preocupante es que las calificaciones otorgadas por las Comisiones de Postulación no fueron determinantes en la elección. Perfiles con calificaciones sobresalientes y antecedentes impecables fueron rechazados de forma aplastante, mientras que algunos magistrados cuestionados por la sociedad civil obtuvieron una aprobación casi unánime»​, enfatizó.

Reyes también advirtió sobre la incertidumbre que rodea a las nuevas Cortes: «Es difícil determinar si las elecciones realizadas por el congreso tendrán resultados positivos o negativos. Se ha afirmado que contamos con cortes “grises” y que esto debería ser visto como un aspecto positivo porque al menos hubo una “mejoría” entre la última elección y la presente. Sin embargo, consideramos que es imposible establecer si los perfiles “grises” con los que se cuentan actualmente se prestarán a actividades cuestionables o no”, dice.

Este domingo 13 de agosto, los nuevos magistrados tomarán posesión y aún está pendiente la conformación de las Cámaras y Salas. En el Congreso se avecinan otras decisiones importantes para las que los consensos son indispensables: el presupuesto nacional y la junta directiva para el 2025. 

Diversas fuentes señalan que la siguiente pugna será la elección de la junta directiva, estando latente la posible reelección del ahora presidente Nery Ramos, variando secretarías y vicepresidencias. Ambas decisiones repercutirán en la gobernabilidad del partido oficial dentro y fuera del hemiciclo, sobre todo porque en 2023 el Congreso no aprobó el presupuesto requerido por el gobierno actual. 

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