Llegaron los primeros 100 días del gobierno de Arévalo y mientras la Fiscal General Consuelo Porras posa en fotografías para las redes sociales rodeada de alcaldes y diputados, el Ejecutivo no logra uno de sus objetivos planteados durante su campaña en la segunda vuelta electoral. 

La persecución contra el partido Movimiento Semilla, a través del Ministerio Público (MP) le ha valido momentos de tensión y pulsos perdidos al presidente Arévalo. 

Los diputados electos por el oficialismo se mantienen como independientes por la suspensión de la personalidad jurídica del partido, esto les impide participar en comisiones e incluso liderarlas. 

El presidente dijo que al tomar posesión se reuniría con Porras, para pedirle su renuncia. La citó a su despacho el 24 de enero de 2024, pero la jefa del MP, en un video difundido en redes sociales, anunció que no asistiría y, además, no tenía intención de dejar el cargo. 

La Fiscal General y su equipo de asesores entendieron que el mandatario no tenía una salida rápida para removerla del cargo y se blindó al tener acercamientos con jefes de bloque del Congreso, alcaldes, con la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), incluso con integrantes del Gabinete de Gobierno. 

Para el abogado constitucionalista, Edgar Ortíz, el presidente está llevando una pelea en solitario y no ha entendido que, además de ser una batalla legal, también lleva una carga política. 

“Desde el punto de vista legal ha intentado lentamente agotarlo, pero políticamente la pelea no la ha jugado bien. Ella sigue sentada en su puesto porque él no tiene el poder político para removerla”, dijo Ortíz. 

La analista política Andrea Gómez Súchite concuerda con la falta de estrategia política del mandatario y su equipo de asesores. 

“No es solo de somatar la mesa, hay caminos que el presidente pudo tomar para sostener el apoyo colectivo y mantener ese discurso de lucha contra quienes atentaron contra la democracia del país”. 

Gómez Súchite enfatizó en que Arévalo está dando una perspectiva de pasividad y su equipo de trabajo no tiene una estrategia, a diferencia de Porras, quien ahora está de gira por el país en acompañamiento de los directivos de la Anam. 

“Las fotografías en las redes sociales fueron una forma de decir: Aquí estoy yo con el respaldo del Congreso y de los alcaldes”, agregó la analista. 

Para el constitucionalista Ortíz, el presidente debe cambiar su estrategia porque hasta ahora tampoco tiene aliados. Si fueran estratégicos, serían más rápidos y contundentes para presentar denuncias contra exfuncionarios del gobierno de Alejandro Giammattei y si la fiscal no reacciona, ahí empezaría a evidenciar que no es apta para el cargo. 

Por ahora está pendiente la opinión consultiva que hicieron a la Corte de Constitucionalidad (CC), la cual es un recurso “abstracto”, para los analistas. Y el oficialismo no tiene la fuerza en el Congreso para promover una reforma a la Ley Orgánica del MP, la cual sería una opción para remover a Porras del cargo. 

eP Investiga presenta un recuento de los 10 momentos más relevantes en este pulso:

Los actores alrededor de este pulso

Porras tiene el apoyo de fiscales, jueces y magistrados que actuaron en la persecución penal que emprendió el MP, en contra de las Elecciones Generales y del partido Movimiento Semilla. 

Fredy Orellana, del Juzgado Séptimo de Primera Instancia Penal, es el aliado del MP en el caso “Corrupción Semilla”, ordenó la suspensión de la personalidad jurídica del partido y mantiene a la bancada sin representación legal. 

Las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), de Salas de Apelaciones y de la CC, han sido cruciales.

Por ejemplo, el pasado 16 de abril, la CSJ resolvió en definitivo no otorgar el amparo que el presidente planteó en septiembre del año pasado contra fiscales y el juez.

El 18 de abril, la CC resolvió en definitivo un amparo interpuesto a favor del partido Vamos, que mantiene a los diputados de Semilla sin bancada en el Congreso. 

Otro ejemplo es la resolución de la Sala Primera de Apelaciones que prohibió ejercer su cargo a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), mientras duran las diligencias de antejuicio por una denuncias que presentaron ante el MP. 

El respaldo para Arévalo

Al asumir el cargo, el presidente y la vicepresidenta Karin Herrera mantenían el apoyo de un sector de la población, principalmente de personas jóvenes. 

Un estudio de Oxfam Guatemala, mostró que los jóvenes tenían un sentimiento de “esperanza”, luego del proceso electoral. 

Autoridades indígenas y ancestrales también demostraron su apoyo previo a la toma de posesión y le exigieron ser tomados en cuenta en puestos de toma de decisión. Con el paso de los meses reclaman por acciones concretas y no solo promesas de campaña.

Hasta inicios de año, la percepción ciudadana era favorable para Arévalo. La empresa CID Gallup presentó los resultados de su encuesta sobre las figuras políticas en Latinoamérica y el presidente guatemalteco ocupaba el tercer lugar a inicios de marzo de este año. 

El mandatario también fue respaldado por actores extranjeros como el gobierno de Estados Unidos. A inicios del año tuvo una gira en ese país y se reunió con la vicepresidenta Kamala Harris. 

Además, el 26 de marzo solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA), que envíe una misión de observación para la elección de magistrados de la CSJ y Salas de Apelaciones. Esta entidad internacional se pronunció en repetidas ocasiones contra la persecución a Semilla y rechazaron los intentos de dañar la democracia en el país. 

Arévalo cumplirá 100 días al frente del Ejecutivo el próximo 23 de abril, pero el oficialismo no logra concretar una alianza con los demás bloques legislativos en el Congreso. 

Si el Ejecutivo decide proponer una reforma a la Ley Orgánica del Ministerio Público, los diputados de Semilla tendrán que lograr acuerdos y así obtener los votos necesarios para las modificaciones. 

Aunque se hicieran los cambios, estos no aplicarían para Porras, así lo explicó una nota de Ojoconmipisto, en la que aseguran que entraría en vigencia hasta que la Fiscal General termine su cargo en 2026. 

Por ahora, las opciones para que Porras no ocupe el cargo como jefa del MP son las mismas que al inicio del mandato de Arévalo, que renuncie o sea condenada por algún delito y así sea destituida por el presidente.