_{Foto: Carlos Alonzo}

A pesar de la inasistencia, la Junta Directiva del Congreso estableció para el 20 de marzo la interpelación de la diputada Teresita de León Torres al ministro de Desarrollo Social, Abelardo Pinto. Asimismo, se confirmó que el diputado Inés Castillo, de la UNE, desistió de interpelar al ministro de Salud, Joaquín Barnoya.​

Paralelamente, desde el mediodía, decenas de ciudadanos se congregaron frente al Congreso para manifestar su rechazo al reciente aumento salarial de los diputados. En la concentración participó el líder comunitario y defensor de derechos humanos, Bernardo Caal, quien calificó el incremento salarial como una burla a la población guatemalteca y advirtió que, de no anularse, se convocarán más manifestaciones.​

Al lugar llegó la hermana del exdiputado Aldo Ávila, quien fue abucheada por los asistentes y decidió retirarse.

El diputado del Movimiento Semilla, David Illescas, aclaró que el aumento salarial se realizó mediante una readecuación del presupuesto interno del Congreso y no a través de una iniciativa de ley presentada el año anterior, la cual contaba con firmas de diputados de Semilla como Andrea Villagrán, Raúl Barrera y Mercedes Monzón.​

Detalles sobre el aumento salarial

El salario base de los diputados pasó de Q29 mil 150 a Q46 mil 700 mensuales, lo que representa un incremento del 60%. Además, los diputados reciben pagos adicionales por dietas de comisiones de trabajo y sesiones de la Junta Directiva, lo que podría elevar sus ingresos totales. En algunos casos, los montos pueden ser aún mayores debido a pagos extra por desempeñar otras funciones. ​

Este aumento ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores de la sociedad, que consideran que es desproporcionado y exigen su revocación. Organizaciones sociales han iniciado la recolección de firmas para obligar a los diputados a que quede sin efecto. ​