Una de las etapas que considero de las más difíciles de la vida es la adolescencia, siendo una etapa compleja donde las decisiones y la búsqueda de identidad puede ser abrumadora, en esos años nos cruzamos con pensamientos negativos, algunos llegando a los límites y cometiendo acciones irreversibles como el “suicidio”. Lamentablemente, la falta de atención a la salud mental en Guatemala agrava esta situación, llevando a consecuencias trágicas, es fundamental reconocer la importancia de este problema y buscar soluciones, como profesional de las ciencias sociales no quería dejar pasar el tiempo sin antes abordar el tema por su importancia y las distintas fechas conmemorativas que se dieron en las últimas semanas.

La salud mental en Guatemala ha sido históricamente descuidada, “El Día Mundial de la Prevención del Suicidio y el Día Mundial de la Salud Mental” conmemoradas durante el mes de septiembre, nos obligan a actuar. Es fundamental que como sociedad visibilicemos este tema y promovamos el acceso a servicios de salud mental para prevenir tragedias, es hora de romper el silencio y fomentar una cultura de cuidado emocional.

En un país en desarrollo como el nuestro, la salud mental sigue siendo un tema tabú, esto genera un gran estigma que impide que hablemos abiertamente sobre nuestros problemas. En varias ocasiones he reflexionado sobre el tema con amigos, conversando sobre como personajes con un alto nivel de poder económico han llegado a tomar la decisión de suicidarse, personajes que en teoría tienen la vida resuelta. ¿Qué esperanza tenemos los demás, que luchamos día a día por sobrevivir?

Nuestros pensamientos, emociones y acciones están estrechamente relacionados, al hacer un autoanálisis, podemos identificar patrones de pensamiento negativos y hábitos poco saludables que pueden estar afectando nuestro bienestar. Algunas preguntas que nos pueden ayudar son: ¿Qué tipo de pensamientos ocupan mi mente durante el día?, ¿Cómo está mi salud mental?, ¿Cómo me siento emocionalmente?, ¿Cómo se siente mi cuerpo en este momento?, ¿Son saludables mis hábitos?, ¿Qué hábitos podría agregar a mi rutina para mejorar mi salud mental? Aunado a esto es importante poner sobre la palestra el tema de la “depresión”, siendo esta una enfermedad que puede tratarse.

La salud mental es un problema de salud pública que requiere atención inmediata, al no hablar sobre este tema, estamos permitiendo que la depresión o el suicidio se normalicen. Es necesario que el Congreso y nuestros gobernantes tomen medidas concretas para promover la salud mental y desestigmatizarla.

La prevención del suicidio y el fomento de la salud mental deben ser prioridades, normalizar los problemas de salud mental y no buscar ayuda puede tener consecuencias fatales a nivel social, nadie es infalible ante los problemas de salud mental, debemos hacer nuestras las palabras de la Organización Panamericana de la Salud (OPM): “Todos, individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos tienen un papel importante que desempeñar para cambiar la narrativa sobre el suicidio.”

Exhorto a todos los guatemaltecos a unirse en la lucha por transformar la narrativa sobre la Salud Mental en nuestro país. Juntos, podemos crear un entorno más comprensivo y solidario para quienes enfrentan estos desafíos.