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La mañana del 25 de mayo, el presidente de la República, Bernardo Arévalo de León, en su calidad de comandante general del Ejército de Guatemala, presidió una ceremonia de ascensos en la Escuela Politécnica de San Juan Sacatepéquez. Durante el evento, se realizó la imposición de insignias a los oficiales que fueron promovidos a los grados de General de División y General de Brigada.

En la actividad, el ministro de la Defensa, Henry David Saenz, fue ascendido al grado de General de División. También recibieron el ascenso al grado de General de Brigada el Jefe de Estado Mayor Hermelindo Choz Soc, el coronel de infantería DEM Aramis Rosalio Fuentes Orozco y el Capitán de Navío DEM naval Edwin Federico Loarca Cifuentes.

“El acto de ascenso a generales es un momento para reafirmar la historia y la tradición de nuestras Fuerzas Armadas. Este acto tiene un significado especial para toda la oficialidad del Ejército y la sociedad guatemalteca. La jerarquía del Ejército debe estar estrechamente vinculada con la meritocracia como único medio para alcanzar los más altos puestos y grados militares. Los compadrazgos no son el camino para ascender a los máximos puestos y honores militares, la única vía debe ser la del mérito y del honor. Con el mando del Ejército estamos trabajando para revitalizar la carrera militar”, expresó el presidente  durante la ceremonia, tras la lectura del acuerdo gubernativo que permitió los ascensos.

Arévalo recordó que el Ejército está al servicio de toda la población del país y destacó los esfuerzos por promover una cultura de paz. Además, subrayó la importancia de incluir a las mujeres en los ascensos militares. “Estamos gestionando que los ascensos a generales no solo sean para hombres porque entendemos que cuando se cumplen los requisitos y parámetros meritocráticos de la carrera militar, la posibilidad de ascenso debe ser tanto para hombres como para mujeres por igual”, enfatizó.

Por su parte, el ministro de la Defensa, Henry Saenz, expresó: “Únicamente vemos el sueño cumplido quienes desde el principio comprendimos que en este templo del honor, el deber y la gloria, para alcanzar el éxito solo existe un camino, y es hacer bien las cosas que al cadete le corresponde, sobre todo ser coherente en lo que se piensa, se dice y se hace”, refiriéndose a su logro de ser ascendido a General.