Los altos mandos del Ejército
y exfuncionarios guatemaltecos condenados
por crímenes contra religiosos
La justicia llegó 40 años después del secuestro y
asesinato de los misioneros de la Congregación Inmaculado Corazón de María (CICM).
Ante un tribunal de Bélgica se acreditó que los exfuncionarios y militares integraban
una estructura que se encargó de perpetrar crímenes de lesa humanidad
y estar detrás de los asesinatos, desapariciones y tortura de los sacerdotes belgas.
Alexander Valdéz – ePinvestiga.com
Los cinco acusados no estuvieron presentes en el juicio, por lo que se aplicó un procedimiento especial para ese proceso. Esta investigación por parte del tribunal belga llevó más de 20 años. Desde 2021, abogados de las familias de las víctimas interpusieron una demanda como parte civil en Bruselas, buscando que se hiciera justicia.
Los militares y exfuncionarios guatemaltecos cuentan con un pasado criminal y actualmente tienen procesos abiertos en el país por delitos contra los deberes de la humanidad, asesinatos o desapariciones forzadas durante el conflicto armado interno.
Ellos son los militares y exfuncionarios guatemaltecos condenados a cadena perpetua por la justicia belga
Ángel Aníbal Guevara
Ángel Aníbal Guevara
El condenado a cadena perpetua por asesinato, secuestro y tortura por el caso de los sacerdotes belgas, es oriundo del municipio de La Democracia, departamento de Escuintla. El paradero de Ángel Aníbal Guevara es desconocido, pero la historia guatemalteca lo recuerda por su fallido intento por llegar a la presidencia de la República y sus actos de violación a los derechos humanos ocupando un alto cargo militar.
El 11 de marzo 1982, el Registro Electoral lo había declarado ganador de esas elecciones cuestionadas por un supuesto fraude. Pero, 16 días después, Fernando Romeo Lucas García fue derrocado por un grupo de oficiales jóvenes encabezados por José Efraín Ríos Montt, cuya junta militar también estaba integrada por Horacio Egberto Maldonado Schaad y Francisco Gordillo Martínez.
No solo tuvo un pasado político. En el entorno militar es conocido como un experimentado oficial de inteligencia. Realizó al menos ocho cursos en la Escuela de las Américas, cuando el promedio era de uno o dos por oficial.
En Guatemala enfrentó cargos por la quema de la Embajada de España y el caso Creompaz. El 8 de noviembre de 2006, Guevara, en ese entonces de 81 años, se entregó a la Policía Nacional Civil con sede en Escuintla, tras conocer de una orden de captura en su contra por los delitos de terrorismo, homicidio y secuestro, en el caso de la quema de la embajada de España.
En la segunda acusación permanece prófugo de la justicia y se le vincula en violaciones de derechos humanos en la zona militar número veintiuno en Cobán, del Comando Regional de Entrenamiento, Operaciones de Mantenimiento de Paz (Creompaz). Fue un caso en el que el MP señala que altos oficiales del Ejército tuvieron participación.
Donaldo Álvarez Ruiz
Donaldo Álvarez Ruiz
Su paradero es desconocido y estaría por cumplir 92 años de edad. Fue ministro de Gobernación de Guatemala durante los regímenes militares de Kjell Laugerud García y Fernando Romeo Lucas García. Vivió en México y en Estados Unidos. Nació el 22 de agosto de 1931, en el seno de una familia de clase media, estricta y radical.
También fue condenado por la justicia belga a una cadena perpetua por asesinato, secuestro y tortura. En Guatemala, el Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) lo coloca como líder de una amplia red de informantes, secuestradores y torturadores con el objetivo de luchar contra los grupos marxistas. Su obsesión llegó tan lejos que hizo instalar una cámara de tortura en su propia casa, esto fue confirmado por Gustavo Meoño, exdirector del Archivo Histórico de la Policía Nacional en una entrevista publicada en el medio Rebelión. Como gobierno responsable de la política de seguridad, se convirtió en la mayor fuente de incertidumbre para los oponentes políticos reales y supuestos.
El informe de la CEH atribuye a Álvarez los asesinatos de su esposa, el exalcalde Manuel Colom Argueta, el político opositor Alberto Fuentes y el dirigente del sindicato estudiantil, Oliverio Castañeda.
El exministro abandonó el país en 1983, cuando se descubrió que miembros de sus escuadrones, disfrazados de guerrilleros, cometieron secuestros y ejecutaron a personas adineradas.
En 2004, la Audiencia Española autorizó una orden de captura contra Álvarez Ruiz por delitos de tortura y asesinato. Esto por su presunta participación en el asesinato de Vicente Menchú, padre de la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum y quien murió quemado, junto a otras 36 personas, en el asalto a la Embajada de España.
Como en otros expedientes, la justicia no ha llegado. Si bien figuró en procesos por graves violaciones a los derechos humanos en el país, los casos contra él nunca avanzaron.
Benedicto Lucas García
Benedicto Lucas García
Sus orígenes familiares surgen en Cobán, Alta Verapaz, donde se formó como militar y político; es hermano del expresidente Fernando Romeo Lucas García. Se desempeñó como jefe del Estado Mayor del Ejército de Guatemala durante el gobierno de su hermano, del 1 de julio de 1978 al 23 de marzo de 1982, cuando éste fue apartado por un golpe de Estado.
Como militar activo, según la CEH, participó en las masacres cometidas por el Ejército durante los 36 años de guerra civil del país (1960-1996); el 95 por ciento de estas se llevó a cabo entre 1978 y 1984. El 52 por ciento ocurrió en el departamento de Quiché.
La justicia belga le formuló dos cargos. Se tomó en cuenta el asesinato, la desaparición y la tortura como crímenes de lesa humanidad. Y se le acusó de participar en una asociación para delinquir con el fin de cometer crímenes de lesa humanidad.
La cadena perpetua por tres delitos impuestos en el caso de los misioneros belgas no es la única condena que pesa en su contra, en la actualidad Lucas García cumple una sentencia de 58 años de cárcel por crímenes contra la humanidad, violencia sexual agravada y desaparición forzada en el caso Molina Theissen. El militar también se encuentra a la espera de juicio en el caso Creompaz.
En Guatemala está enfrentando un tercer caso por Genocidio Ixil. El Ministerio Público (MP), lo acusó por “dotar, organizar, dirigir, coordinar, planificar, supervisar, controlar e integrar el trabajo del Estado Mayor General del Ejército de Guatemala en su conducción de la estrategia militar contrainsurgente” establecida a través de directrices y órdenes operacionales.
Como jefe del Ejército, el MP le atribuye a Lucas García que ejerció control sobre zonas y bases militares y sobre comandos operativos. Habría reorientado la estrategia militar, creando comandos operativos como la Fuerza de Tarea Gumarcaaj, para que las tropas pudieran movilizarse más fácilmente. Lucas García también tenía responsabilidad de mando sobre la Zona Militar Gregorio Solares en el departamento de Huehuetenango.
Las tropas de esta zona militar realizaron operaciones conjuntas con la Fuerza de Tarea Gumarcaaj en el “Triángulo Ixil”, nombre que el Ejército daba al área entre los pueblos de Santa María Nebaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul, en Quiché. El objetivo era el exterminio de la población maya ixil.
Manuel Callejas y Callejas
Manuel Callejas y Callejas
A Manuel Callejas y Callejas se le considera uno de los principales creadores de “La Cofradía”, una especie de fraternidad de oficiales de inteligencia militar. Callejas trabajó como subdirector de la Sección de Operaciones (G-3), y como segundo comandante de la Policía Militar Ambulante y de la Base Militar en Cobán. Bajo la dictadura de Fernando Romeo Lucas García, a principios de la década de los ochenta, Callejas fungió como director de la Sección de Inteligencia (G-2).
En 1986, durante el gobierno de Vinicio Cerezo, fue nombrado subjefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, con el general Héctor Gramajo como Ministro de la Defensa. Un año después, pasó a ser el subjefe del Estado Mayor Presidencial (EMP) y luego jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, puesto que desempeñó hasta 1989.
De 1990 a 1991, fue nombrado director general de aduanas. Junto con el general retirado Luis Francisco Ortega Menaldo, fue señalado de participar en una red dedicada al tráfico de armas y municiones. Se presume que esta organización logró penetrar otras instituciones clave del Estado, que le sirvieron para llevar a cabo operaciones de contrabando, narcotráfico, entre otras actividades ilícitas.
Al igual que el resto de militares guatemaltecos, a Callejas la justicia belga le dictó una cadena perpetua por haber participado y coordinado la desaparición y asesinato de los misioneros belgas. Cuando ocurrió el hecho, él estaba a cargo de la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército.
En noviembre de 2002, Estados Unidos le revocó la visa a Callejas por sospechas de participación en narcotráfico, contrabando y violaciones a los derechos humanos. En la actualidad, Callejas y Callejas se encuentran cumpliendo una condena de 58 años de prisión por la desaparición forzada del niño Marco Antonio, así como la violación y tortura de su hermana Emma Guadalupe Molina Theissen.
En enero de 2024, el Tribunal de Mayor Riesgo “A” estableció que debía suspenderse la persecución penal a favor del acusado. Callejas y Callejas no podrá ser juzgado penalmente en el caso por Genocidio Ixil hasta que su situación de salud mejore.
Pedro García Arredondo
Pedro García Arredondo
Fue exjefe del Comando Seis de la desaparecida Policía Nacional. Según el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), Arredondo es recordado con terror por sus víctimas, por haber sido quién dirigió acciones represivas contra estudiantes universitarios, sindicalistas, dirigentes sociales, religiosos y todo aquel que se atreviera a pensar diferente durante la dictadura de Fernando Lucas García, periodo durante el cual fue jefe policial.
A García Arredongo también se le impuso una cadena perpetua por la desaparición de los misioneros belgas. En el juicio, la justicia de aquel país evidenció que participó en la desaparición, tortura y asesinato de los sacerdotes.
Según el GAM, los crímenes de García Arredondo son innumerables. El Comando Seis fue señalado como responsable de atrocidades durante del conflicto armado interno en nuestro país, incluyendo el asesinato de los sindicalistas de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) y el asesinato del líder estudiantil Oliverio Castañeda de León.
Las autoridades guatemaltecas vincularon a García Arredondo, en la desaparición del universitario Edgar Sáenz Calito después de haber sido liberado de esa sede policial. Ese hecho ocurrió el 9 de junio de 1981, a escasos metros de la Policía Nacional. Por ese caso en el 2012 fue sentenciado a 70 años de prisión.
El 19 de enero de 2015, el Tribunal de Mayor Riesgo “B” determinó que García Arredondo ejecutó órdenes de superiores que dejaron como resultado la muerte de 37 personas en la Embajada de España en 1980, se le aplicó la pena de 90 años de prisión por ese caso. También fue declarado responsable de la muerte de dos estudiantes que dos días después participaban en el velatorio de las víctimas del incendio.